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Las personas con rasgos perfeccionistas son más propensas al agotamiento o burnout, y la causa no es sólo el estrés laboral, según una nueva investigación liderada por Gordon Parker, de la Universidad de Nuevo Gales del Sur en Sidney (Australia).
Este experto en salud mental y trastornos del estado de ánimo lleva varios años estudiando de cerca el fenómeno del agotamiento. Sus exhaustivos estudios se han plasmado ahora en la primera guía completa de autoayuda sobre el agotamiento.
El estudio destaca algunas de las señales de advertencia del burnout y sugiere que las personas que tienden a ser perfeccionistas son más propensas a caer en el burnout debido a sus propios "estándares implacables".
Con las preocupaciones que acompañan a los cierres pandémicos, las presiones de la inflación y otros factores estresantes de la vida, muchas personas se sienten al límite de sus fuerzas.
Para algunas personas, el efecto acumulativo de estos periodos prolongados de estrés puede desembocar en el agotamiento. A diferencia del cansancio normal, los expertos sugieren que los síntomas del burnout incluyen agotamiento constante, entumecimiento emocional y confusión en casa o en el trabajo.
Algunas herramientas convencionales utilizadas para diagnosticar el burnout se centran en el estrés laboral, pero el experto en salud mental y autor principal, el profesor Gordon Parker, sugiere que el impacto es mucho más amplio.
"La mayoría de la gente considera que el burnout es cansancio extremo, pero en nuestros estudios hemos descubierto que los síntomas son mucho más amplios", ha destacado.
Las personas que sufren burnout también padecen disfunciones cognitivas, a veces conocidas como "niebla cerebral", y desconexión de sus amigos y familiares, además de la típica disminución del rendimiento en el trabajo y las tareas domésticas".
¿Quién tiene más probabilidades de sufrir burnout?
El agotamiento está muy extendido entre las personas de alto rendimiento en el trabajo, pero cada vez es más frecuente en la vida personal.
Según el profesor Parker, "la mayoría de la gente cree que el agotamiento es un problema laboral". "En realidad, hemos descubierto que el estrés que se experimenta en el trabajo o en casa puede poner en marcha las ruedas del burnout", ha apuntado.
Sus análisis indicaron que el burnout también puede desarrollarse como resultado de rasgos de personalidad predisponentes, especialmente el perfeccionismo.
"Las personas con rasgos perfeccionistas suelen ser excelentes trabajadores, ya que son extremadamente fiables y concienzudos. Sin embargo, también son propensas al agotamiento, ya que fijan estándares poco realistas e implacables para su propio rendimiento, que en última instancia son imposibles de cumplir", ha añadido.