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Un informe del Observatorio Ciudades que Cuidan, impulsado por la Fundación Mémora y en colaboración con la Fundación La Caixa, ha destacado la necesidad de crear un registro unificado y oficial del número de personas que viven situaciones de vulnerabilidad originadas por el aislamiento social y la soledad no deseada que afecta, en mayor medida, a las personas mayores.
El estudio Impacto de la soledad en los medios de comunicación, realizado a partir del análisis de la opinión publicada en los medios de comunicación, apuesta por abordar la problemática desde una mirada interdisciplinar y con el objetivo de empoderar a la ciudadanía para impulsar un cambio estructural, han informado las entidades en un comunicado conjunto.
Se ha llevado a cabo a partir de la revisión de un total de 187 artículos y noticias publicados en prensa digital y en papel del periodo septiembre de 2019-octubre de 2020, centrando el foco en la soledad en las personas mayores.
El informe sitúa la soledad no deseada como un problema social al que se debe atender desde una mirada multidisciplinar: "Nos ofrece una revisión documental de enfoque cualitativo con conclusiones preliminares que nos permite trazar un primer camino para evaluar, analizar y concienciar sobre un fenómeno de gran magnitud", ha afirmado el director general de Fundación Mémora y coautor del informe, Joan Berenguer.
La socióloga y directora del programa de Personas Mayores de la Fundación La Caixa, Cristina Segura, ha subrayado que el aislamiento y la soledad han aumentado en este tiempo de pandemia para todos, y ha dicho que "no se trata de ganar ninguna batalla a la soledad, se trata de aprender a gestionarla".
De las 187 publicaciones analizadas, el 52,4% son artículos dedicados a hablar sobre la soledad, sus causas, consecuencias y porcentajes de personas mayores que viven solas, el 9,6% el hallazgo de personas mayores fallecidas solas en su domicilio y un 38% refieren a planes, intervenciones o propuestas de actuación.
Falta de datos
El informe ha concluido que, si bien existen estudios que ofrecen datos sobre los mayores que viven en soledad, hay pocos datos oficiales que ofrezcan una imagen de las personas que viven en situaciones de soledad no deseada y de las que fallecen en esta situación.
Señala que en el ámbito judicial los registros de muertes no indican si el cadáver ha sido hallado muerto en soledad, sino que se limitan a recoger las causas de la defunción, y que los servicios de seguridad tienen datos de las intervenciones, pero no detalles sobre la situación de la persona fallecida.
El informe apunta a la importancia de la respuesta de las instituciones para ofrecer apoyo a estas situaciones de soledad y remarca que la soledad no deseada tiene un impacto negativo en la salud de las personas mayores, asociado a una peor calidad de vida, salud física y mental y mayor riesgo de mortalidad.