En 2050, el 22% de la población mundial total tendrá 60 años o más, según datos de la Organización Mundial de la Salud. En este sentido, la OMS promueve un envejecimiento saludable para un bienestar en la vejez que incluye la capacidad de las personas para “construir y mantener relaciones y contribuir a la sociedad”, y en ocasiones es difícil conseguirlo si no nos manejamos bien con la tecnología.
Las tecnologías ya forman parte de nuestras vidas, en mayor o menor medida, pero está claro que el peso que han adquirido es crucial, por eso resulta tan importante aprender de ellas, no ignorarlas, sobre todo para una generación que no ha crecido con ellas y para los que puede parecer más difícil.
Las nuevas tecnologías han resultado ser realmente útiles, sobre todo en situaciones de obligado distanciamiento social, como el que hemos vivido durante la pandemia del coronavirus, en el que debíamos permanecer alejados de nuestros seres queridos. Para algunas personas, resultó más duro que para otras, sobre todo para aquellos que no contaban con la ayuda de tablets, ordenadores y opciones como las videollamadas para sentirse acompañados.
"Facebook me ha devuelto las ganas de vivir"
Pilar Rubio es un ejemplo muy interesante: se inició en las nuevas tecnologías con Whatsapp, donde repetía constantemente en el grupo de la familia dos cosas: que los quería mucho y que no tenía muchas ganas de vivir más años, según informaEl Español. Ahora, a sus 81 años, la situación ha cambiado.
Pilar ha demostrado que es posible reducir la brecha digital que mantiene a miles de personas alejadas de las tecnologías y, por tanto, de una nueva forma de vida en la que es necesario entrar en la banca digital para realizar algún trámite, pedir una cita médica online o estar en contacto con amistades o familiares a distancia.
"Facebook me ha devuelto las ganas de vivir", afirmaba. Pilar vive en el barrio obrero de Carrús, en el norte de Elche, donde también vive su nieto Álex. "Todo empezó la semana del confinamiento cuando Álex me enseñó a usarlo", explicaba, coincidiendo con una época en la coincidió la muerte y la enfermedad. “Si no hubiera tenido el móvil, no sé dónde estaría. Tenía una pena tan grande dentro... y esto me está enseñando a que no le dé vueltas a las cosas negativas porque yo siempre le daba vueltas a todo", explicó.
La aplicación de Facebook no solo le ha ayudado, evitándole tener que ir a un psicólogo y poder dejar de tomar pastillas como el valium, sino que también le ha ayudado a mejorar su lectura y escritura, incluso a mejorar su autoestima. Ha dejado a un lado entretenimientos "que ya no me aportababan nada como coser", en cambio ahora "me lo paso muy bien hablando con mis 1.600 amistades, muchas de ellas me dan las buenas noches todos los días", explicaba. "Parece que hasta sean amigos de verdad, las palabras de cariño que recibo constantemente me llenan, aunque sea de viento".
? Pilar Rubio (81 años) comenzó a usar Facebook la semana del confinamiento y descubrió un mundo que le ha evitado ir al psicólogo y dejarse las pastillas: "Ya no me quiero morir", asegura.
➡️ La @CatedraRS_UA trabaja en romper la enorme brecha digital.https://t.co/v18D1ATLFX
Su actividad en la red social es tal, que se ha vuelto muy popular entre sus seguidores. "Me piden que les compartan los libros que han publicado para llegar a más gente", aseguraba al diario. Así haredescubierto su pasión por la poesía.
Las tecnologías a veces pueden parecer frívolas y distantes, pero también pueden ser todo lo contrario, y es que son una forma de acceso, sobre todo para aquellos que no lo tienen tan fácil. Una salvación, como en el caso de Pilar.
El mundo digital facilita la capacidad de las personas mayores de sentirse libres online para hacer lo que deseen, ya sea cubrir necesidades básicas realizando la comprar por Internet, mantener su autonomía accediendo a todo tipo de servicios o, por supuesto, fomentar y mantener las relaciones sociales. Conectarse al mundo digital es otra forma de conectar con el mundo.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.