Feijóo logra su cuarta mayoría absoluta en Galicia y Urkullu gobernará en el País Vasco
Ya es 13J, hora de cumplir promesas electorales. Los resultados de los comicios de este domingo han confirmado lo que la mayoría de las encuestas vaticinaban: amplias mayorías tanto para los partidos en el poder, pese a contar con numerosas incógnitas motivadas por la crisis del coronavirus. Feijóo, con mayoría absoluta, se enfrentará a su cuarto mandato al frente de la Xunta, igualando a su predecesor popular Manuel Fraga. La apuesta socioliberal del PNV de Íñigo Urkullu también ha logrado el respaldo de la mayoría de los vascos por tercera vez, aunque necesitará pactar previsiblemente con el Partido Socialista de Euskadi. Entre las sorpresas de la jornada electoral: el batacazo de Podemos en Galicia y Euskadi, el escaño de Vox en el País Vasco y el ascenso del BNG.
Fuente: Europa Press
La "nueva vejez" copará la agenda
Lejos de tenerlo todo ganado por la experiencia de gobierno, las legislaturas que comienzan estarán plagadas de incógnitas ante la crisis del Covid-19 y sus efectos en lo sanitario con importantes brotes activos en A Mariña y Ordizia, pero también en lo económico y lo social, en dos regiones con una población especialmente envejecida. La pandemia ha dejado en evidencia la necesidad de abordar medidas urgentes relacionadas con el cuidado de los mayores, la dependencia, garantizar su asistencia sanitaria, sin olvidar las tradicionales reivindicaciones de los pensionistas, sobre todo vascos, para lograr unos ingresos dignos y que han incluido también la reforma del modelo de residencias entre sus nuevas demandas.
Y es que meter todo bajo el paraguas de la vejez, ya no sirve. "Ni los mayores son todos iguales, ni los temas que les preocupan se limitan a un ámbito. Mayor es tanto alguien de 65 años, como su padre de 90", asegura la socióloga del CSIC, Irene Lebrusán. Son un público al que además, los políticos deberían escuchar, ya que según los expertos, han podido ser decisivos en el apoyo a lo partidos mayoritarios PNV y PP de Galicia, principal feudo de ambas formaciones. Los mayores de 65 años representan ya una quinta parte de la población vasca. Mientras que Galicia acoge a Orense y Lugo, la primera y tercera tercera provincia más envejecida de toda España. Allí la edad media de sus ciudadanos asciende a 50,7 y 49,8 años respectivamente.
Residencias y no discriminación de la atención por edad
El drama de las residencias y el replanteamiento del modelo de cuidados es uno de los principales retos a asumir. En Galicia casi todos los grupos apostaban en sus programas electorales por mejorar los servicios y recursos de los centros residenciales. El PP de Feijóo se comprometía a construir las 7 nuevas residencias apalabradas con la Fundación Amancio Ortega, así como un autobús de cuidados o un programa de turismo gallego para mayores. Pero las asociaciones de mayores reivindican "modelos más individualizados y "no enormes edificios que funcionan como depósitos de la gente mayor".
"La pandemia ha generado una crisis sanitaria, una crisis socio-económica, y ha puesto en evidencia la consideración social hacia las personas mayores. Queremos recuperar los valores éticos en la asistencia y cuidado a las personas mayores. No se pueden cuestionar valores como la igualdad en el trato de las personas en función de la edad", defienden José Luis Elosua, presidente de la asociación de Voluntariado Social de Mayores, Nagusilan. En la misma línea sugieren valorar nuevos modelos de convivencia como el cohousing, ya presente en el programa del PNV, pero habrá que ver si se logra una mayor implantación en el territorio vasco.
Rentas básicas y pensiones
El movimiento vasco de pensionistas ha puesto de manifiesto la necesidad de escuchar a los mayores. A través de sus movilizaciones cada lunes en Bilbao, ahora retomadas tras el confinamiento, recuerdan que "no bajarán la guardia hasta lograr blindar el derecho a tener unos ingresos dignos", explica Victor Etayo, de la coordinadora de Pensionistas de Euskadi. Todas las asociaciones consultadas piden al nuevo Gobierno Vasco que complemente las pensiones más bajas con la Renta de Garantía de Ingresos regional hasta llegar al salario mínimo interprofesional, una medida de la que Urkullu es consciente, se ha comprometido en su programa a garantizar 800-1.000 euros mensuales a los mayores vulnerables.
La situación en Galicia es aún más dramática. Los pensionistas gallegos perciben la segunda pensión más baja de España –que apenas roza los 800 euros de media–, solo por detrás de Extremadura. De ahí que las plataformas en defensa de las pensiones como Movemento Galego pola Defensa das Pensións Públicas (@modepen) o el sindicato CIG seguirán pidiendo que se revalorice con el IPC. Ante la reciente aprobación del Ingreso Mínimo vital y su complementación con la renta autonómica, "seguirán exigiendo que lleguen al salario mínimo interprofesional o al 60% del salario medio". Una cuestión que el programa de Feijóo trata ligeramente.
Mejorar la atención a la dependencia
Diferentes colectivos denuncian la precariedad de los servicios sociales a mayores y dependientes, que se ha evidenciado con la crisis del coronovirus. Así piden que se refuerce la atención a domicilio y se revise la Ley de Dependencia. "Las listas de espera siguen siendo interminables y llegan en muchas ocasiones cuando la persona ya ha fallecido", recuerda Anxo Louzao, portavoz de los pensionistas del sindicato CIG (@galizaCIG). Los diferentes partidos se comprometen a mejorarlo, pero se escudan en el carácter nacional de la norma y en el adelanto de las ayudas que ya hacen las autonomías.
Desde la asociación vasca Nagusilán reivindican al nuevo gobierno mayores ayudas a la adaptación de la vivienda de las personas con discapacidad. "Es necesario que la vivienda tenga todas las condiciones de habitabilidad, como baño o calefacción… esté libre de barreras arquitectónicas y disponga de ascensor. Las posibilidades de adaptación deberían de ser subvencionadas por la administración correspondiente, según el patrimonio personal en cada caso", opinan. Este es un aspecto que se tiene en cuenta en Euskadi, pero no tanto en Galicia, donde el parque de viviendas es aún muy antiguo.
Reto demográfico y rural
Un aspecto que sí ha entrado en campaña, quien sabe si para ganar votos, ha sido la España Vaciada y rural. Feijóo se ha comprometido en su programa electoral a incoporar una visión gallega en la Estrategia Nacional frente al reto demográfico, así como una atención de sociosanitaria de cercanía y fomentanto la telemedicina y los telecuidados. Pero asocioaciones de mayores como la Federación Galega de Asociaciones Universitarias Séniors (FEGAUS) recuerdan que existe una gran brecha digital, por lo que exigen que la Xunta ponga en marcha iniciativas para fomentar la digitalización y las TIC entre las personas mayores, especialmente en las zonas rurales. Esto es urgente, insisten, para evitar mayores situaciones de aislamiento y soledad no deseada.
El PNV propone por su parte, extender a toda Euskadi la red de pueblos y ciudades amigables con las personas mayores, “Euskadi Lagunkoia”, así como incorporar las organizaciones sanitarias al proyecto, mediante iniciativas y medidas que faciliten entornos sanitarios más accesibles, inclusivos y confortables para las personas mayores. Desde las asociaciones de mayores se enorgullecen de que más de 60 poblaciones vascas sean consideradas Ciudades Amigables con los Mayores, pero inciden en la necesidad de mejorar los entornos tanto en las zonas urbanas como las rurales.
Envejecimiento activo y participación de los mayores
"Uno de los temas que más nos preocupa es que muchos hogares de jubilados han estado cerrados durante la pandemia y ha sido muy duro para aquellas personas que viven solas. Ahora poco a poca van abriendo, pero son temas básicos para dar cohesión al colectivo de los mayores en Euskadi, mantener la formación, las actividades físicas y el envejecimiento activo, así como las actividades intergeneracionales y el el voluntariado", explica Txema Odriozola de la Federación de Jubilados y Pensionistas Vascos (@MayoresUD).Un tema que propone Feijóo entre sus medidas, pero no Urkullu.
El PNV pone el foco en la creación de un programa de preparación para el cambio de etapa en el ciclo vital y promover el talento sénior. Desde la Federación Galega de Asociacions Universitarias Séniors apuestan por pedir a la Xunta que realice un mayor apoyo a la promoción y presencia del voluntariado, así como la formación continua a través de Programas Universitarios de Mayores (PUM), encuentros y seminarios de trabajos. Así, proponen implantar estos programas formativos en todas las localidades de Galicia.