El presidente de Cantabria y secretario general de los regionalistas, Miguel Ángel Revilla (80 años), está convencido, por lo menos así lo ha manifestado en varias declaraciones, que el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) conseguirá "volver a ganar" las elecciones de mayo.
Miguel Ángel Revilla, el único diputado que ha estado presente en las diez legislaturas, encabeza, en estas elecciones de 2023, por undécima vez la lista autonómica del PRC. Ha sido el cabeza de lista de su partido en las once convocatorias.
65YMÁS ha enviado un cuestionario a todos los candidatos de formaciones con representación en el Parlamento de Cantabria para conocer de primera mano qué medidas plantean para un colectivo del cual forman parte de 135.000 cántabros, el 23% de la población de la región. Estas han sido las respuestas de Miguel Ángel Revilla.
PREGUNTA: ¿Cuáles son los problemas de los mayores en su CCAA?
RESPUESTA: El envejecimiento es uno de los principales problemas a los que se enfrenta Cantabria. La tasa de envejecimiento en la Comunidad Autónoma es del 23%, sensiblemente superior a la media nacional, que está en el 19,6, y la tendencia es que continuará aumentando, dado el avance que está experimentando también la esperanza de vida. Como consecuencia, nos enfrentamos a necesidades sanitarias y sociales crecientes para garantizar que nuestros mayores disfrutan de una adecuada calidad de vida y tienen cubiertas sus necesidades.
El crecimiento de la esperanza de vida es un éxito de nuestro sistema socio sanitario, pero también supone un reto para el futuro de estos dos servicios fundamentales de nuestro sistema de bienestar. Cantabria ha realizado un esfuerzo considerable a nivel presupuestario para afrontar la cronicidad y las necesidades de atención a la dependencia de nuestros mayores, apostando por un envejecimiento activo y por la calidad asistencial dirigida a este importante sector de la población, con un modelo de atención centrado en la persona que apuesta por mantener al anciano y dependiente en su entorno más próximo.
Además, tenemos en la despoblación un problema añadido, debido a la paulatina pérdida de servicios que están sufriendo los pueblos y que afectan muy especialmente a los mayores. Por eso, desde el Gobierno hemos realizado en esta legislatura que concluye un gran esfuerzo en contra del despoblamiento, con medidas concretas para evitar la exclusión bancaria y garantizar una adecuada atención farmacéutica a nuestros mayores en los entornos más rurales.
P.: ¿Cuenta en su programa con Medidas enfocadas a los mayores? ¿Cuáles?
R.: Por supuesto, vamos a continuar en la misma línea que ya hemos venido trabajando, con especial atención a los servicios sociales de las zonas rurales en riesgo de despoblación. El PRC apuesta por reorientar la cartera de servicios sociales y descentralizar la red de recursos asistenciales, con especial atención a las zonas rurales menos pobladas, donde la atención en el domicilio y el trato personalizado son esenciales, junto a los programas de cuidados personales, atención doméstica, acompañamiento, tele asistencia, transporte accesible, ayudas técnicas, podología y servicios a domicilio (comida, peluquería, lavandería…). Es preciso acercar el servicio a las personas, bien acercando los servicios al domicilio, bien acercando a las personas a los lugares donde se prestan esos servicios. También estamos trabajando en la creación de centros polivalentes de atención, donde además de brindar atención personalizada se presten otro tipo de servicios dirigidos a la convivencia social.
P.: ¿Proponen alguna política o actuación concreta destinada a combatir la soledad no deseada de los mayores? ¿Cuál?
R.: La soledad no deseada es un problema social y de salud pública que los poderes públicos han de tener en cuenta en sus políticas de gobierno. Para las personas que no la han escogido, la soledad constituye siempre una fuente de sufrimiento, por lo que requiere un tratamiento político, social y cultural específico. Nuestro programa incluye por ello medidas para que los mayores permanezcan activos. Entre ellas, un plan estratégico contra la soledad verificado por consenso político, el impulso de la red activa de centros sociales de personas mayores en colaboración con los ayuntamientos e instituciones sin ánimo de lucro, promoción de espacios que contribuyan al encuentro intergeneracional para que las personas más jóvenes puedan aprovechar los conocimientos y experiencias de sus mayores y campañas de comunicación social orientadas a promover una mirada positiva y amigable de las personas mayores, incidiendo en el capital social que este colectivo supone para nuestra región.
P.: Sobre el modelo de residencias, ¿cómo es el que ustedes defienden?
R.: Como ya he apuntado, Cantabria camina hacia un modelo de atención social más personalizado, dirigido a impulsar centros de atención residencial lo más similares posibles a los domicilios o los entornos familiares de los usuarios, lo cual supone estructurar de otra manera las residencias y establecer otros parámetros de funcionamiento.
Cantabria ha publicado ya una Orden para la acreditación de este tipo de centros, en la que se establecen requisitos como la estructuración de módulos de convivencia de 30 personas como máximo o la zonificación de los espacios en función de los tipos de actividad que se realiza en ellos. Se trata de asegurar que las personas usuarias reciban los servicios con un elevado nivel de seguridad, confort y calidad en la atención y que se protejan de forma eficaz los derechos que les asisten como personas y como usuarios de servicios públicos.
Esta concepción modular de las residencias minimiza los efectos de la institucionalización y promueve que la atención se adecúe mejor a las necesidades y condiciones particulares de cada usuario sin abandonar los aspectos de convivencia y de comunidad que también se producen en las residencias. Se trata de que la vida cotidiana de los usuarios sea más familiar y lo más parecido a un hogar.
P.: ¿Medidas para la España vaciada?
R.: La lucha contra la despoblación y el reto demográfico forman parte prioritaria de la agenda política de Cantabria desde hace varias legislaturas y gracias a ello empezamos a ver ya resultados, con municipios que no sólo han frenado la pérdida de población, sino que han empezado a ganar habitantes. Hemos llevado a cabo importantes medidas para mejorar los servicios de los pueblos y garantizar su calidad, asegurando así unas condiciones de vida dignas que permitan frenar el éxodo hacia las áreas urbanas.
Entre otras medidas, hemos creado el Consejo Asesor para la Lucha contra el Despoblamiento y aprobado el mapa de los municipios en riesgo de despoblamiento, 39 de los 102 de Cantabria, en los que hemos llevado a cabo acciones concretas, como la instalación de cajeros automáticos, un plan de inversiones en infraestructuras para ayudar a los ayuntamientos, la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, el mantenimiento de la red de transporte público, con una inversión de casi 7 millones para garantizar la movilidad y acceso a los servicios esenciales de estas zonas; el despliegue de infraestructuras de banda ancha, el refuerzo de la Atención Primaria en los centros de salud y ambulatorios rurales. También está funcionando en esos municipios, en colaboración con el Colegio de Farmacia, un sistema personalizado de dosificación de medicamentos. Y en materia de educación, hemos incrementado del número de maestros en los colegios rurales, implantado la gratuidad del transporte escolar en todas las etapas educativas y aumentado la oferta de plazas escolares de 0 a 3 años en estos territorios.
