Alejandra Jacinto (Madrid, 1989), portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid y candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en las próximas elecciones autonómicas, se ha convertido una de las figuras más destacadas de la formación morada por su dilatada trayectoria como abogada de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Madrid y por ser una de las voces principales del activismo antidesahucios en España.
65YMÁS ha enviado un cuestionario a todos los candidatos de formaciones con representación parlamentaria para conocer de primera mano qué medidas proponen para un colectivo del cual forman parte 1,2 millones de madrileños. Estas han sido las respuestas de Alejandra Jacinto.
PREGUNTA: ¿Cuáles son los problemas de los mayores en su CCAA?
RESPUESTA: La situación de los mayores también depende mucho de donde los situemos en la escala socioeconómica. La Comunidad de Madrid es un lugar sobradamente dotado de recursos para las personas mayores, pero con una gestión política penosa.
En el momento en el que se depende de una pensión baja para pagar un alquiler, satisfacer las necesidades de suministro energético y llenar la cesta de la compra, Madrid deja de ser un lugar tan amable y acogedor, y la existencia personal se complica bastante. Si a eso le sumamos los daños a los que se está sometiendo actualmente a la sanidad pública, que es la única “excelencia” a la que podían acceder la mayoría de los pensionistas, entonces la calidad de vida se va por el desagüe, y eso en una persona mayor es devastador.
P.: ¿Cuenta en su programa con medidas enfocadas a los mayores? ¿Cuáles?
R.: La atención que una sociedad presta a sus mayores es un termómetro de la calidad de esa sociedad, por lo que orientar las políticas públicas para que mejoren la vida de las personas mayores es mejorar la vida de todas y de todos. Yo parto de la base de que todas las personas somos potencialmente dependientes, al menos susceptibles de necesitar ayuda en algún momento de nuestra vida, por lo que no concibo otro modelo de sociedad que no tenga los cuidados en el centro.
Hay incluso quien necesita ayuda durante toda su vida, pero lo que es seguro es que todos vamos a necesitar atenciones especiales al llegar a esa etapa de “senior” y que lo ideal es que cuando eso ocurra, estemos en posesión de una vida plena de derechos y, en la medida de lo posible, que merezca la pena ser vivida.
En definitiva, creo que garantizar a todas las personas la posibilidad de ejercitar el derecho a una vida plena y digna desde la infancia tiene como resultado una etapa “senior” plena y digna.
En concreto, queremos desarrollar una Defensoría de las personas Mayores, y un Plan Regional de Envejecimiento Activo. La idea es integrar y coordinar las acciones de las diferentes consejerías implicadas y maximizar así las posibilidades de facilitar una vida activa y el mejor grado de bienestar físico, psíquico y social posible.
P.: ¿Proponen alguna política o actuación concreta destinada a combatir la soledad no deseada de los mayores? ¿Cuál?
R.: Sí, es realmente una asignatura pendiente prevenir la soledad no elegida y el aislamiento social, y por eso hemos querido prestar especial atención a esta cuestión con la puesta en marcha de una red de Oficinas de Vida Independiente.
Centros sociales públicos que fomenten la autonomía personal mediante la alfabetización digital de las personas mayores, o iniciativas que desmonten los estereotipos relacionados con la edad para facilitar las relaciones intergeneracionales en el entorno más próximo, como puede ser entre vecinos. Creo que esto redundaría en hábitos colectivos incompatibles con el desarraigo social de las personas mayores que viven solas.
P.: Sobre el Modelo de residencias, ¿Cómo es el modelo que defienden?
R.: Como todas y todos sabemos, durante la pandemia, las personas de más de 65 años eran población de riesgo, y el gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso impidió la derivación a los hospitales de miles de residentes mayores de las residencias. El resultado fue que el gobierno regional dejó morir a 7.291 mayores víctimas de los Protocolos de la Vergüenza. Curiosamente, el PP de Ayuso se ha negado a abrir una comisión de investigación sobre lo acontecido en las residencias.
Es el propio Alberto Reyero, ex consejero de Políticas Sociales de Ayuso (Cs) quien dijo en una de sus cartas que se estaba “excluyendo casi en su totalidad la derivación hospitalaria a personas de grado 3 de dependencia”, añadiendo que estaba seguro que aquello podría “ocasionarnos problemas legales en el futuro”.
En primer lugar hay que garantizar que se cumplan ratios detallados por turnos, categorías laborales y grados de dependencia, y para ello hay que empezar por incrementar la plantilla actual de inspectores, y dotarla de transparencia en las acciones inspectoras a las residencias.
Para ello aprobaremos una Ley de Calidad del Sistema de Cuidados que regule las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid. Con ella investigaremos lo ocurrido durante el confinamiento, no solo para depurar las responsabilidades criminales que pudieran haber existido, sino los déficits subsanables del sistema.
P.: ¿Medidas para la España vaciada?
R.: Hay algo en Madrid, con respecto a este fenómeno, que la distingue de otras regiones. En primer lugar hay que tener presente que hablamos de un territorio pequeño con muchos habitantes y muy concentrados. Eso hace que las zonas con poca población sean una especie de “oasis” donde se asienta población flotante, a veces con residencia y otras sin ella, pero de la propia región, es decir, muchos visitantes y segundas residencias de fin de semana; el panorama cambia mucho del domingo al lunes. No obstante, creo que hay ventanas de oportunidad para no conformarse con esta dinámica que en parte palia en nuestra región los efectos de la España vaciada.
En primer lugar, si falta población residente y estable es por las carencias para la vida diaria. Un ejemplo claro y reciente lo tenemos en el abandono premeditado de la atención primaria que el gobierno regional está llevando a cabo en estos municipios.
Otro factor es el estado y la calidad de las vías de comunicación: carreteras, transporte público y fibra óptica. Eso y el teletrabajo son grandes oportunidades para repoblar esas zonas, y en ambos casos cumple un papel imprescindible una infraestructura como el de la fibra óptica.
