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El Pleno del Congreso vota este jueves la moción de censura de Vox, que pretende hacer presidente del Gobierno a Santiago Abascal y que no cuenta con respaldo ni en los partidos del Ejecutivo de coalición ni en los de la oposición, por lo que todo apunta a que será la menos votada de las cinco registradas en la democracia constitucional.
Tras las casi once horas y media de debate en la primera jornada, la sesión plenaria se reanuda las nueve de la mañana con los grupos parlamentarios que aún no ha intervenido, empezando por Unidas Podemos, con Lucía Muñoz y Sofía Castañón, por Podemos; Roser Maestro, por IU; y la diputada de En Comú, Aina Vidal.
Tras ellas será el momento de Vox, que tiene su propio turno de intervención, así como del PP, presumiblemente con Pablo Casado, y del PSOE, por boca de Adriana Lastra. Todos ellos dispondrán de un turno de 30 minutos y el candidato, Santiago Abascal, podrá ir contestándoles uno por uno, lo que les daría derecho a una réplica de diez minutos.
Pero también esta prevista, en algún momento de la mañana, la intervención del vicepresidente segundo del gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, tal y como ha anunciado la formación morada.
Concluido el debate, que previsiblemente se prolongará hasta el mediodía, se anunciará la hora de la votación. El Reglamento establece que ésta será pública y por llamamiento, pero sólo podrán decir su voto de viva voz los presentes en el hemiciclo.
PARTE DE LOS VOTOS SERÁN TELEMÁTICOS
La Mesa del Congreso decidió que los que no acudan a la Cámara puedan emitir su voto telemáticamente, que después será leído por el secretario de la Mesa. Así, se alternará la votación presencial y 'delegada' cuando se vaya nombrando uno a uno a los diputados para que comuniquen su 'sí', su 'no' o su 'abstención'. La Mesa elegirá por sorteo quién empieza.
En el hipotético caso de que Abascal obtuviera el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso, se consideraría "investido de la confianza de la Cámara" a los efectos previstos en el artículo 99 de la Constitución. Pero si, como sucederá, la moción es rechazada, los diputados que la han suscrito no podrán firmar otra durante el mismo periodo de sesiones, es decir, antes de febrero.
Abascal no tiene ninguna posibilidad de desalojar a Sánchez de la Moncloa y, de hecho, su moción es la que parte con menos apoyos de las debatidas hasta el momento. De entrada, ya está confirmado el 'no' de PSOE y Unidas Podemos, de Ciudadanos, de las formaciones independentistas (ERC, Bildu, Junts, la CUP y BNG), de las nacionalistas (PNV y CC) y de buena parte de los demás partidos minoritarios, entre ellos Más País y Compromís y el grueso de los miembros del Mixto (UPN, Nueva Canarias, Teruel Existe y el Partido Regionalista Cántabro).
La primera moción de censura data de 1980, cuando el PSOE de Felipe González intentó sacar de La Moncloa a Adolfo Suárez, y, la segunda, llegó siete años después, en 1987, cuando la Alianza Popular de Antonio Hernández Mancha hizo lo propio contra González. Ninguna de las dos prosperó, como tampoco lo hizo la que, 20 años más tarde, impulsó Pablo Iglesias en 2017 contra Rajoy.
En 1980, Felipe González logró el respaldo de 152 diputados (socialistas, comunistas, andalucistas y tres representantes del Grupo Mixto), frente al rechazo de 166 y la abstención de otros 21 –en la sesión se registraron 11 ausencias–. Es decir, el PSOE se quedó entonces a 24 votos de conseguir la aprobación de la moción de censura, lo que catapultó a González, que dos años después logró una holgada mayoría absoluta.
HASTA AHORA, LA MOCIÓN MENOS VOTADA LOGRÓ 68 VOTOS
Más lejos de la mayoría se quedaron las mociones de Pablo Iglesias, que recabó 82 a favor (Unidos Podemos, ERC, Compromís y EH Bildu), y de Antonio Hernández Mancha (68 votos de la entones Alianza Popular, antecedente del PP)
La última moción, la que permitió a Sánchez acceder a La Moncloa en junio de 2018, fue la única que prosperó al reunir 180 votos a favor (PSOE, Unidas Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís, Bildu y Nueva Canarias) frente a 169 en contra (PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias) y una abstención, la de Coalición Canaria.
La de Vox, apunta a ser la menos votada ya que, de entrada, Vox solo cuenta con el respaldo de sus 52 diputados, por debajo incluso de los 68 votos de la Alianza Popular de Antonio Hernández Mancha en 1987 y de los 82 que cosechó Pablo Iglesias y Podemos en 2017.