Como si de un ritual ya conocido se tratara, José Luis Seguí (PP) accedió el pasado sábado a su 11º investidura como alcalde en democracia tras conseguir de nuevo la victoria en las elecciones locales del 26M de Almudaina, que le convierten en el alcalde más veterano de España. Aunque lleve casi medio siglo en el cargo -desde 1972- reconoce que la noche del viernes le costó conciliar el sueño. "Estuve toda la noche dando vueltas. No me lo creía. Afrontar todo esto es un honor y encima haberme convertido en el alcalde más veterano del país...", confiesa el regidor de 78 años a 65YMás que releva al segoviano Ricardo Díez Pascual (de Castillejo de Mesleón), hasta ahora el alcalde que llevaba más años en el cargo.
Pero este agricultor jubilado, que accedió al cargo con apenas 31 años cuando le nombró el Gobernador Civil de Alicante, asegura tener la misma ilusión y ganas de trabajar que siempre. "Las elecciones no se ganan en el último mes sino a lo largo de todo el año y la clave es llevarte bien con los vecinos y que ellos confíen en ti", afirma en relación a los más de 100 habitantes de este pueblo de la sierra alicantina, donde el 48% le han dado su apoyo. "Yo se lo agradezco siempre. Ahora a luchar y trabajar sin parar", defiende el alcalde que explica que ya ha comenzado a preparar la apertura de la piscina del pueblo y conseguir nuevas subvenciones. Mientras, este almudainero de campo, ayuda en su tiempo libre a su hijo en la campaña de la cereza, producto al que se dedican la mayoría de los agricultores que aún quedan en Almudaina.
Lugar de moriscos
Quizás una de las cosas de las que más orgulloso se siente José Luis es la restauración de "la Torre de los moros". Este monumento que data del año 1.300 ha sido declarado Bien de Interés Cultural y forma parte del legado islámico de la zona. "Se puede visitar y hay unas vistas preciosas de toda la sierra ya que somos el pueblo más alto de la comarca del Condado de Cocentaina", un detalle que liga a la perfección con el topónimo árabe del pueblo المدينة (al-mudayna), "la ciudadela". "Dije que cuando terminase este proyecto ya me podía retirar, pero sigo teniendo muchas ideas para mejorar el pueblo y aunque mi familia me dice que descanse, yo sigo ilusionado por ver si llego a los 50 años de mandato y poder celebrarlo", reconoce este almudainero que solo tendrá que esperar 2 o 3 años para ello.
"Seguiré buscando subvenciones por mejorar la conectividad y el alumbrado LED. Mirando pa´alante. Las ideas no se me han terminado", afirma este hombre que nació y asegura que "quiere morir en el pueblo" al que ha dedicado gran parte de su vida. "Cuando llegué al cargo hace 47 años no había ni caminos, era todo piedra y ahora ya hemos conseguido que sea casi todo peatonal. Me ha costado mucho arreglar las calles, pero hemos pasado de caballerías a que ahora pasen tractores y coches, estábamos muy aislados", relata considerando que la red de caminos es una de las mejores cosas que ha hecho para el pueblo.
Sus inicios
Pero pese a la ilusión que muestra ahora por el puesto, José Luis reconoce que no quería ser alcalde cuando en 1972, en la época de Franco, "tuvo que aceptar el cargo". Le costó, cuenta, tres viajes a Alicante para encontrarse con Gobernador Civil de Alicante que finalmente le nombró. "Yo estaba recién casado, tenía trabajo en el campo y no quería, pero vi una oportunidad muy buena de mejorar el pueblo con proyectos como la construcción de carreteras. Antes estaba todo muy parado". Después, en las primeras elecciones democráticas se presentó por UCD, posteriormente con Alianza Popular y ya por último por el PP, por lo que se declara moderado.
"En los pueblos no se vota al partido sino a la persona", asegura y considera que durante todos estos años ha mantenido una buena relación con la oposición. "Me llevo de maravilla con todos, sobre todo con el PSOE. Me enorgullezco de que todo lo que ha salido adelante en el ayuntamiento ha sido sin votar, todo por consenso, porque hablando se entiende la gente. El resto de los concejales son como mi familia", cuenta. "Yo creo que lo más importante es tener respeto ante todo". Y ya con vistas al verano, lo que le queda esperar es que el pueblo duplique la población con las visitas de los familiares más jóvenes que viven en Alcoi, Valencia o Alicante. "El campo es muy saludable y muy bueno, pero es otra clase de vida", reconoce.