Javier Esparza (UPN): "Eliminaremos el copago en residencias de mayores para grandes dependientes"

Uxue Barkos: "Es imprescindible que el ánimo de lucro no sea el principal motor de las residencias"

 

Navarra ha sido durante años uno de los referentes, junto a País Vasco, en Servicios Sociales enfocados a mayores y en Sanidad. No obstante, en opinión de Javier Esparza, candidato de Unión del Pueblo Navarro (UPN) a las elecciones autonómicas del 28 de mayo, la región habría perdido progresivamente esta condición desde que UPN dejó el Gobierno de Navarra en 2015 –su formación dirigió este territorio durante más de 20 años–. 

"Navarra fue durante muchos años el espejo en el que se querían mirar otras comunidades e incluso otras regiones europeas en Sanidad, tanto en Atención Primaria y especializada como en programas de envejecimiento activo y prevención de enfermedades. Hoy se ha perdido ese liderazgo", afirma Esparza, quien se lamenta asimismo de que su autonomía ya no sea tampoco "referencia", según él, en atención a la Dependencia. "El Observatorio Nacional de la Dependencia nos otorga año a año un suspenso rotundo", critica. 

Para revertir esta situación, el candidato promete que bajará la lista de espera de primera consulta y cirugía un 65% y garantizará la atención presencial en la Atención Primaria; aumentará 400 plazas en residencias de mayores; eliminará el copago para grandes dependientes que vivan en estos centros; implementará una Estrategia de lucha contra la Soledad no Deseada y creará un programa para fomentar que quienes lo deseen puedan envejecer en su propio domicilio, entre otras medidas. 

65YMÁS ha enviado un cuestionario a todos los candidatos de formaciones con representación en la comunidad para conocer sus propuestas para los mayores. Estas han sido las respuestas de Javier Esparza. 

PREGUNTA - ¿Cuáles diría que son los principales problemas de los mayores en su CCAA?

RESPUESTA - En mi opinión, las personas mayores se enfrentan, en primer lugar, a un sistema sanitario que ha perdido gran parte de la calidad que tuvo. Navarra fue durante muchos años el espejo en el que se querían mirar otras comunidades e incluso otras regiones europeas en Sanidad, tanto en Atención Primaria y especializada como en programas de envejecimiento activo y prevención de enfermedades. Hoy se ha perdido ese liderazgo en la puesta en marcha de nuevos programas, las listas de espera son las mayores de la historia, con especial incidencia en áreas como oftalmología que afecta de lleno a las personas mayores, y la Atención Primaria está desmantelada, con un sistema en el que la atención presencial ha sido sustituida en demasiadas ocasiones por una atención telefónica que no soluciona los problemas de este sector de población, que necesita un contacto estrecho con su médico.

Por lo que se refiere a los servicios sociales, los mayores en Navarra tienen como principal problema la falta de un sistema de atención a domicilio y de una red de centros de día con la suficiente cobertura para permitir a las personas con o sin dependencia poder elegir libremente quedarse a vivir en su casa cuando necesitan cuidados y apoyo para las actividades de la vida diaria. De hecho, Navarra es la segunda peor Comunidad de España en cobertura de atención a domicilio. Además, también son un problema las listas de espera para acceder a una plaza en una residencia, con más de 1.000 persona esperando. 

Por eso, nos ocurre como en Sanidad que, aunque desde los inicios de la puesta en marcha de la Ley de Dependencia en España, Navarra fue una referencia, en los últimos ocho años, esa atención se ha deteriorado enormemente, como demuestra que el Observatorio Nacional de la Dependencia nos otorga año a año un suspenso rotundo desde que UPN dejó el Gobierno de Navarra y, en la última medición, sólo dos Comunidades Autónomas tenía peor nota que la nuestra.

No puedo terminar este apartado de los problemas de la gente mayor sin hacer referencia a otras dos cuestiones: en primer lugar, la soledad que muchas personas sufren cuando llegan a mayores.

En segundo lugar, el hecho de que vivamos en un mundo en el que cada vez más es importante la tecnología para todo y en el que la presencialidad pierde terreno con respecto a los trámites telemáticos a pasos agigantados. La tecnología es una maravilla y sirve para hacernos la vida más fácil, pero no podemos olvidarnos de la gente mayor cuando la aplicamos a nuestras vidas y, por eso, no vale el café para todos.

P.- ¿Cuenta su programa electoral con medidas enfocadas a los mayores? ¿Cuáles serían las políticas estrella que proponen para este colectivo?

R.- Por supuesto. Las personas mayores son un pilar para UPN y por eso planteamos muchas medidas dirigidas a mejorar su bienestar. Creemos que es muy necesario poner en valor su importancia en nuestra sociedad, luchando contra estereotipos negativos asociados a la edad y garantizando su derecho a ser tratados en condiciones de igualdad con el resto de la ciudadanía.

Entre estos derechos se encuentra: el de recibir los mejores servicios públicos, después de una vida entera aportando para que Navarra haya sido y sea una sociedad con las más altas cotas de bienestar; el de poder tomar decisiones sobre el tipo de vida que quieren llevar de forma libre y autónoma y el de que se fomente la posibilidad de tener un envejecimiento activo y saludable.

Además, UPN considera prioritario actuar frente a la soledad no deseada de muchas personas mayores, que se ven aisladas y sin posibilidad de participar en la sociedad.

Son muchas las medidas que planteamos para conseguir estos objetivos, por eso sólo voy a destacar algunas:

Cuando gobernemos, vamos a poner en marcha un programa dirigido a favorecer que las personas mayores que lo desean puedan vivir en su propio domicilio, acercando servicios a los pueblos y a las casas de las personas mayores y favoreciendo espacios domésticos seguros y accesibles. Queremos que las personas puedan tener mejores servicios de atención a domicilio y por eso vamos a ofrecer a las personas mayores cheques para que puedan comprar fisioterapia, comida a domicilio, lavandería, podología, etc, en el mercado.

También vamos a incrementar en 400 las plazas en residencia para acabar con la lista de espera y vamos a eliminar el copago en las residencias para las personas mayores en situación de gran dependencia, porque el coste que tienen que sufragar esas personas y sus familias es realmente excesivo en situaciones en las que casi no cabe otra opción que la plaza residencial.

Además, nos comprometemos a mejorar la Sanidad, garantizando la atención presencial en Atención Primaria (y en todos los servicios públicos), bajando la lista de espera de primera consulta y cirugía un 65%, y promoviendo programas de envejecimiento activo, lo que desde luego redundará en una mejor atención para las personas mayores.

 

P.- ¿Proponen alguna política o actuación concreta destinada a combatir la soledad no deseada? ¿Cuál?

R.- La soledad, como planteáis en la pregunta, sólo es mala cuando no es deseada, pero cuando eso ocurre las personas sufren mucho y eso tiene consecuencias en su salud y bienestar.

Creemos que la soledad no deseada hay que atacarla desde diversos frentes y que debemos tener en cuenta que las soluciones no son siempre las mismas. No es lo mismo una persona mayor que vive sola en un pueblo pequeño, donde las relaciones vecinales son mucho más intensas, que en la ciudad, donde muchas veces los vecinos ni se conocen.

Por eso, vamos a poner en marcha una estrategia de lucha contra esta soledad no deseada que tenga en cuenta estos factores y que promueva el voluntariado para acompañamiento de estas personas, labores de supervisión y seguimiento por parte de los servicios sociales, una apuesta por centros de día, la puesta en marcha de nuevos servicios de proximidad y la realización de actividades para combatir el aislamiento.

Además, creemos que las asociaciones de mayores, los clubs de jubilados, que en Navarra existen en casi todos los pueblos y ciudades, pueden ejercer un papel fundamental en esto. Por eso, vamos a mejorar la financiación de estas asociaciones de mayores con vistas a reforzar su papel en la prevención de la soledad.

Por último, vamos a fomentar nuevas vías innovadoras de vivienda colaborativa, con programas de cohousing entre personas mayores o de convivencia entre personas jóvenes con personas mayores, generando comunidades de apoyo mutuo como vía de prevención de la soledad.

P.- ¿Qué modelo de residencias de mayores defienden?

R.- Para las residencias, defendemos un modelo de calidad, en el que prime la persona y que se centre en lo que éstas quieren.

Las residencias en Navarra son, por lo general, buenas, pero desde luego tienen margen de mejora para que puedan ser consideradas hogares por las personas que viven en ellas.

Por eso, apostamos por una red de residencias públicas y privadas, pero de responsabilidad pública, que cumplan criterios de calidad elevados.

Creemos que eso es lo importante y no quién gestiona, y creemos que a través de conciertos que primen la calidad y no el precio y de inspecciones exigentes por parte de la Administración se pueden garantizar niveles de excelencia. Ese es nuestro compromiso.

P.- Otro de los problemas que más preocupan a los mayores es la despoblación. ¿Qué medidas propone para frenarla?

R.- Navarra es una Comunidad con una importante dispersión y con muchos pueblos pequeños que corren el riesgo de quedarse despoblados. Una despoblación además, que empieza por los jóvenes y, por eso, vemos como poco a poco sólo se queda la gente mayor.

El despoblamiento es un verdadero problema al que no se ha hecho frente porque sólo se ha quedado en los discursos.

Nosotros creemos que es el momento de actuar, y para eso hay que garantizar que los servicios más esenciales estén en todo el territorio (salud, servicios sociales sobre todo), hay que garantizar también una buena red de transportes y hay que trabajar para hacer atractivos los pueblos para gente más joven que acompañe a la gente mayor y que haga los pueblos amables para ellos.

Por eso vamos a incentivar con más salario a profesionales esenciales como médicos, enfermeros o trabajadores sociales en las zonas con mayor despoblación, de forma que se hagan atractivas esas plazas.

También bajaremos los impuestos a actividades económicas que se implanten en estas zonas, de forma que se incentive que se monten bares, supermercados, actividades de fisioterapia, de peluquería, de podología… Todo esto ayudará a un mayor bienestar de las personas mayores, que verán cómo se cubren sus demandas sin tener que abandonar su pueblo.