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El líder in pectore del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado este martes que abandonará la Presidencia de la Xunta de Galicia "a partir de la primera semana de abril" para centrarse en la dirección nacional del Partido Popular, a pesar de que considera que ambos cargos son "compatibles". Así lo ha anunciado él mismo durante una comparecencia en Orense donde ha expresado que pondrá su cargo a disposición de otro compañero del partido.
El líder del PP en Galicia no sólo abandonará la dirección del partido, sino que también pondrá la Presidencia de la Xunta a disposición de "otro compañero o compañera para que tenga como único objetivo, única ocupación y único compromiso la presidencia de la comunidad autónoma".
Sucesión activada
Feijóo tendrá que dimitir "en los próximos días" como presidente del PPdeG para poder tomar las riendas del partido en el congreso de Sevilla de los días 1 y 2 de abril.
A partir de ahí, ha recordado que el partido tiene unos Estatutos para determinar las vías de solución, igual que en la Xunta hay una normativa que recoge la posibilidad de que dimita el presidente y qué pasos habría que dar para su sucesión.
"A partir de la primera semana de abril empezaremos a concretar cuál es la fórmula elegida y cuál es el candidato o candidata que el Grupo Parlamentario y el partido consideran oportuno para suceder al presidente de la Xunta", ha esgrimido Feijóo, quien ha recordado que es "compatible" liderar el PP y presidir el Gobierno gallego, pero él ha decidido ceder la Presidencia.
Lo hará –ha insistido– a "otro compañero o compañera para que tenga como único objetivo, única ocupación y único compromiso la presidencia de la Comunidad autónoma". "Esto, como digo, lo activaremos a partir de abril, que es el momento", ha apostillado.
"En una Comunidad con un Parlamento democrático hay plazos que cumplir, se cumplirán todos ellos y daremos luz verde al candidato", ha aseverado, en relación a los pasos que determina la normativa autonómica.
Un mes de plazo máximo
La dimisión de Feijóo será un hito histórico en la Comunidad, ya que se convertirá en el primer presidente autonómico que deja el poder por voluntad propia –todos sus antecesores se fueron tras perder unas elecciones a excepción de Gerardo Fernández Albor, expulsado por una moción de censura–. El Estatuto prevé el escenario.
Si dimite el presidente, con él cesarán los miembros de su Ejecutivo, aunque seguirían en funciones hasta la toma de posesión del nuevo Ejecutivo. El sucesor tiene que ser diputado.
En el Legislativo, el presidente de la Cámara, en este caso Miguel Santalices, llamaría a consultas a los tres grupos (PPdeG, PSdeG y BNG). Solo el PPdeG tiene una amplia mayoría absoluta que le permite presentar una propuesta con éxito. Y culminada la ronda, Santalices tendría que formular la propuesta y en un plazo máximo de 30 días tras el cese debería ratificarse la sucesión (aunque este es el máximo, los plazos podrían acordarse). Habría un debate de investidura y nuevo Gobierno.
¿Y el partido?
Previamente, Feijóo deberá dimitir esta misma semana como presidente del partido en Galicia –así lo estipulan los Estatutos del PP, ya que es incompatible dirigir el PP gallego y ser el presidente nacional–. Lo que pasará a continuación dependerá de los tiempos que marque el propio Feijóo y de las fórmulas que ampare la normativa interna del partido.
En principio está garantizada una solución provisional para cuando Feijóo dimita: el secretario general, Miguel Tellado, recordó que su liderazgo "interino" mientras no se decide qué pasos dar está perfectamente "previsto". Eso cubriría el partido durante el tiempo que fuese necesario.
Pero los Estatutos populares contemplan otras soluciones, desde la gestora hasta un congreso extraordinario autonómico pasando por la elección del nuevo presidente del PPdeG en el marco de un Comité Ejecutivo gallego, toda vez que este órgano está plenamente vigente al haberse renovado el pasado verano.
La "previsibilidad" y la "estabilidad" son las dos características que los populares han asegurado que marcarán el relevo de Feijóo en la Comunidad, que también genera "incertidumbres" tras años de 16 años de fuerte liderazgo.
Posibles relevos
A la espera de lo que determine el propio Feijóo, quien ha avanzado una solución "previsible", el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, es el nombre que figura en el primer puesto de las quinielas.
Pero el único requisito legal para asumir la Presidencia de la Xunta es ser diputado, condición que también reúne el vicepresidente segundo y responsable económico, Francisco Conde; y el portavoz parlamentario, Pedro Puy, eternamente presente en las quinielas para entrar en el Gobierno, algo que nunca se ha materializado.
También forma parte del amplio Grupo Popular en el Pazo do Hórreo el presidente provincial del PP de A Coruña, Diego Calvo, a quien muchos ven como "una opción de futuro", por pertenecer a una generación siguiente a la del propio Feijóo y de otros dirigentes de su entorno.
Aunque por el momento impera la ley del silencio en cuanto a nombres, el presidente provincial del PP en Ourense, Manuel Baltar, apuntó en una entrevista a Rueda como sucesor lógico, pero también remarcó que su carácter debería ser transitorio y sugirió que el candidato de 2024 debe salir de un congreso.