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Las elecciones en Galicia y el País Vasco de este domingo se han movido dentro de lo vaticinado. El candidato de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, ha logrado su cuarta mayoría absoluta, mientras el líder del PNV, Iñigo Urkullu, ha ganado las elecciones al Parlamento vasco y consolidado su tendencia ascendente, lo que le permitirá gobernar con holgura si reedita su actual pacto con los socialistas, con los que supera ampliamente la mayoría absoluta. Entre las sorpresas de la jornada electoral: el batacazo de Podemos en Galicia y Euskadi, el escaño de Vox en el País Vasco y el ascenso del BNG.
Y es que los ciudadanos de Galicia y País Vasco han apostado este 12 de julio por la continuidad en sus respectivos Gobiernos autonómicos. En ambas comunidades las urnas han arrojado, además, un fuerte aumento del voto nacionalista. El BNG logra la mejor marca de su historia, 19 diputados (con el 98,65 por ciento escrutado) y EH Bildu pasa de 18 a 22 en el Parlamento de Vitoria. En ésta Cámara, más de dos tercios de los escaños (53) serán nacionalistas y en ella se sentará también un diputado de Vox, que lo ha conseguido por Álava.
El BNG ha recuperado el voto que 'cedió' a las 'Mareas' y a las candidaturas de Unidas Podemos y ha sobrepasado no solo a estos sino también al PSdeG, que no pasa de ser la tercera fuerza. En esta comunidad el gran derrotado ha sido Unidas Podemos, cuyo candidato a la Xunta, Antón Gómez-Reino, no ha conseguido entrar en el Parlamento.
Los 'morados' también han sufrido un batacazo el País Vasco, donde han pasado de tener 11 escaños a 6, igual que la coalición de PP y Ciudadanos, que ha conseguido cuatro menos de los que obtuvieron los 'populares' en solitario hace cuatro años.
Nuestro espacio político ha sufrido hoy una derrota sin paliativos. Perdemos buena parte de nuestra representación en el Parlamento Vasco y quedamos fuera del Parlamento de Galicia. Nos toca hacer una profunda autocrítica y aprender de los errores que sin duda hemos cometido.
— Pablo Iglesias ? (@PabloIglesias) July 12, 2020
Galicia
El PPdeG es la fuerza más votada en las elecciones gallegas de este domingo al lograr 42 escaños, uno más que en las anteriores autonómicas.
Quince años después de que el fallecido Manuel Fraga se quedase a las puertas de los 38 escaños que garantizan la posibilidad de formar Gobierno en Galicia sin ataduras, su sucesor, Alberto Núñez Feijóo (Os Peares, 1961) ha logrado emular su marca de cuatro mayorías absolutas consecutivas –incluso ha mejorado resultados–, lo que refuerza, más si cabe, su papel destacado como 'barón' en el PP estatal.
Gracias de corazón
— Alberto Núñez Feijóo (@FeijooGalicia) July 12, 2020
Galicia, Galicia, Galicia... por cuarta vez Galicia! pic.twitter.com/r7lN3eOLu1
Pero no solo eso. Su victoria en un escenario incierto a causa de la pandemia y pese al brote en A Mariña lucense que ha marcado los últimos días de campaña se traducirá en que los populares consolidarán casi cuatro décadas de poder en Galicia. Y es que, salvo giro inesperado de guión, cuando la XI Legislatura acabe, en 2024, el PPdeG habrá gobernado 37 de los 43 años transcurridos desde las primeras elecciones de la autonomía, celebradas en 1981.
En segunda posición se sitúa el BNG, que sube de seis a 19 escaños, mientras que el PSdeG se queda con los 14 que había obtenido en 2016. Un contundente 'sorpasso' de los nacionalistas a los socialistas.
Por su parte, la coalición Galicia en Común (en la que concurren Podemos, IU y Anova) no obtiene representación parlamentaria, ni Marea Galeguista ni Ciudadanos ni Vox.
La abstención en las elecciones gallegas se ha elevado al 41,12 por ciento, la más alta de los últimos años, si comparamos la cifra con los niveles de abstención (sin contar el voto de residentes en el extranjero) de otras convocatorias autonómicas.
Así, en una jornada marcada por las altas temperaturas y por las medidas de seguridad sanitaria para evitar posibles contagios de coronavirus, han depositado su papeleta 1.290.195 gallegos (con el 98,04 por ciento del voto escrutado), lo que supone una participación del 58,88 por ciento. No obstante, hay que tener en cuenta que, en esta cifra, no se contabiliza el voto del Censo de Residentes Ausentes (CERA) que, habitualmente, hace descender más el porcentaje definitivo de participación.
Teniendo en cuenta esta circunstancia y comparando los datos con la participación en otras citas electorales autonómicas (sin contabilizar el voto emigrante) , el porcentaje de gallegos que han votado es el más bajo de, al menos, los últimos 23 años.
En 1997, el recuento de la noche electoral arrojaba una abstención del 33,7 por ciento; en 2001, la abstención fue del 35,8 por ciento; en la cita de 2005, fue del 32,5 por ciento; en 2009, la abstención fue la más baja de la historia de la autonomía, de un 29,54 por ciento; en 2012, subió al 36,2 por ciento; y en 2016, la abstención fue del 36,25 por ciento. Todas estas cifras se corresponden al cómputo provisional, sin el voto emigrante.
Euskadi
El PNV ha vuelto a ganar las elecciones al Parlamento vasco y ha consolidado su tendencia ascendente, al conseguir 31 escaños, 3 más que en los anteriores comicios, con el 100% de los votos escrutados.
EH Bildu se consolida como segunda fuerza tras una importante subida de cuatro parlamentarios, al pasar de 18 a 22 asientos en la Cámara autonómica.
Elkarrekin Podemos-IU se desploma, y se deja cinco representantes, al obtener solo 6 parlamentarios de los actuales 11. También cae PP+Cs, que pasa de los 9 que tenían los populares hasta la fecha a obtener 5.
Los socialistas suben ligeramente, y pasan de nueve a 10 parlamentarios. Vox, que esta vez ha concurrido en todos los territorios, logra entrar en la Cámara autonómica con un parlamentario.
La participación de los ciudadanos vascos en la jornada electoral de este 12 de julio ha caído 7,2 puntos al situarse en un 52,8%, frente al 60,02% registrado en los comicios de 2016. La cifra supone la más baja de la historia en las elecciones autonómicas vascas, por debajo del 59,6% registrado en 1994.
Esta participación se produce en unas elecciones que han venido marcadas por la pandemia de coronavirus, que obligó a suspender la anterior convocatoria de comicios autonómicos previsto para el 5 de abril, cuando se mantenía el estado de alarma.