Fernando Ónega: "Vivimos en una manipulación constante que pone en riesgo la democracia"

El presidente de 65YMÁS, Fernando Ónega, ha participado este jueves en una conferencia en la Universidad Camilo José Cela en Madrid sobre los Retos de la Portavocía del Gobierno en la Era de la Posverdad, organizada por el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática y el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC). 

En el coloquio han participado el presidente de este diario, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, y los ex portavoces del Ejecutivo Pío Cabanillas (2000 a 2002, con José María Aznar) y Rosa Conde (1988 a 1993, con Felipe González). La inauguración del acto ha corrido a cargo de la directora del CEPC, Yolanda Gómez. 

Todos ellos han debatido sobre sus experiencias ejerciendo esta función y han destacado cuáles son los elementos esenciales para que la labor de la Portavocía pueda ser útil y servir para comunicar correctamente la labor del Ejecutivo.

"La portavocía del Gobierno no puede servir para atacar a la oposición"

Durante su intervención, Fernando Ónega, presidente de 65YMÁS y ex director de prensa de la Presidencia del Gobierno de Adolfo Suárez –autor del famoso discurso del "puedo prometer y prometo"–, ha hecho balance de su labor en los inicios de la democracia española, cuando la institución de la Portavocía no estaba claramente definida ni tampoco sus funciones.

Prueba de ello, ha reconocido, es que él, como director de prensa, tuvo que ejercer en varias ocasiones como portavoz. Por aquel entonces, ha recordado Ónega, la oficina de prensa constaba sólo de tres profesionales encargados de la comunicación y de dos secretarias. "La sala de prensa de entonces eran los jardines de la Moncloa" y el "gabinete del presidente era una sola persona", ha rememorado.

Fernando Ónega, presidente de 65YMÁS: "En la oficina de prensa de Suárez éramos tres y celebrábamos un briefing diario. Trabajábamos mucho" #RetosDeLaPortavocíaDelGobierno pic.twitter.com/If5Wcp8iHm

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"Siendo, como éramos, tres personas, celebrábamos un briefing diario abierto a toda la prensa que quisiera asistir", ha comentado. "Trabajábamos mucho. Nadie puede decir que, en aquella época, la sociedad estuviera mal informada", ha apostillado.

Ahora bien, ha indicado el presidente de 65YMÁS, aunque por aquel entonces los medios y las estructuras fueran más precarias, hay ciertas reglas que valían y que siguen vigentes para cara a ejercer correctamente la Portavocía. Así, ha explicado, el portavoz debe ser cercano, no mentir –aunque a veces no pueda dar toda la información–, no utilizar su figura o el Consejo de Ministros para atacar a la oposición y no "convertir su labor en pura propaganda de lo que hace el Ejecutivo".

Con todo, ha destacado, el contexto actual, la era de la posverdad o las fake news, hace más complicada aún esta labor. "Cuando a un presidente de Estados Unidos se le cuentan las mentiras y salen miles, cuando vivimos en una manipulación constante y permanente, cuando domina una información que se rige por los likes, cuando hay chantajes y cuando no sabemos distinguir los hechos de las impresiones, hay un grave riesgo para la democracia", ha advertido.

"No se conoce la acción del Gobierno"

Por su parte, la actual portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en el cargo desde 2021, ha asegurado que, a día de hoy, "ha cambiado la manera en la que la ciudadanía se aproxima a la información". Por ejemplo, ha señalado, cada vez los ciudadanos más jóvenes leen menos prensa escrita tanto en las apps de los diarios como en papel y "hacen una selección". 

Además, ha apuntado, "detectamos que no se conoce la acción del Gobierno". "Es una de mis obsesiones como portavoz", ha reconocido. 

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez: "Detectamos que no se conoce la acción del Gobierno" #RetosDeLaPortavocíaDelGobierno pic.twitter.com/mszEIKS0mT

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Por otro lado, Rodríguez ha asegurado que la "sobreproducción" de cambios en los Consejos de Ministros hace también más complicado comunicar las propias políticas. 

Otro factor que juega en contra de la calidad de la información, ha apostillado, es la "impaciencia de los medios", que debe combinarse con "la responsabilidad a la hora de emitirla". 

La consolidación de la Portavocía en España

Por su parte, la ex portavoz del Gobierno de Felipe González en 1988, Rosa Conde, y ex directora del CIS, ha recordado a los asistentes a la conferencia cómo se consolidó la institución de la Portavocía.

Por aquel entonces, ha detallado, decidieron que la Portavoz no apareciese "sola", sino que, según la temática, la acompañasen los ministros correspondientes y también instauraron el "off the record" con los periodistas como otro medio de comunicar las políticas del Ejecutivo. "Cambiamos la mecánica de las ruedas de prensa del Consejo de Ministros”, ha asegurado.

Rosa Conde, exportavoz del Gobierno de Felipe González: "Cuando llegan las preguntas difíciles siempre le toca al portavoz" #RetosDeLaPortavocíaDelGobierno pic.twitter.com/i3pdfcfrW8

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A pesar de todo, lo que no ha cambiado es que "cuando llegan las preguntas difíciles, siempre le toca al portavoz", ha apuntado. “Las buenas noticias las va a dar el presidente o el ministro, y las malas, ellos", ha comentado. 

Finalmente, Conde ha convenido con Fernando Ónega en que el que ostente la Portavocía no debe "mentir" ni criticar a la oposición. "Desde la mesa del Consejo de Ministros no se critica a tu coaligado o a la oposición. Con todo eso, se va perdiendo crédito”, ha argumentado.

El portavoz debe afianzar la relación directa con la sociedad

Por último, el ex portavoz del segundo Gobierno de José María Aznar, Pío Cabanillas, ha convenido con las tesis del resto de conferenciantes y ha sostenido además que el portavoz debe tener capacidad de "reacción".  

Pio Cabanillas, exportavoz del Gobierno: "En un portavoz es muy importante la capacidad de reacción" #RetosDeLaPortavocíaDelGobierno pic.twitter.com/uA9PQ1aUEE

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Para Cabanillas es importante igualmente que el portavoz cuente con "fuentes correctas" de información y tratar de marcar distancia con los partidos para no perder la credibilidad y para poder afianzar una relación más directa con la sociedad civil.