Matilde Fernández (Madrid, 1950) ha luchado en mil batallas. Hija de la Transición, fue líder sindicalista clandestina durante la dictadura y una de las primeras ministras mujeres de la democracia durante el Gobierno de Felipe González en 1989. Su aportación en la reforma del sistema de pensiones, la creación de los viajes del Imserso y el emblemático lema 'Pónselo, póntelo' para prevenir el VIH, la hicieron dejar huella como la primera ministra de Asuntos Sociales de la democracia.
Retirada de la política, comparte con 65Ymás consejos "de los de antaño" parta los políticos de ahora, a los que ve demasiado "verdes" e incapaces de llegar a acuerdos por el bien de todos. Sin intención de jubilarse mentalmente ni abandonar sus "compromisos como ciudadana", se dedica ahora a la lucha por los derechos humanos en Acnur y en la Asociación contra la Soledad que preside.
PREGUNTA.- Usted que participó en la universalización de las pensiones ¿Qué opina de la propuesta de Escrivá de frenar las prejubilaciones?
RESPUESTA.- Cuando se habla de jubilarse antes o después, compaginar jubilación con trabajo, que esto no se habla mucho en España pero sí en Alemania y en otros países del norte de Europa, hay que tratarlo con mucha más transversalidad, integrando otros conceptos que muestren a la sociedad que sabemos por dónde vamos. Yo siempre he pensado que cuanto más se aplace la jubilación, si te encuentras bien y no tienes un trabajo que te exija mucho, mejor. Pero de los gobernantes espero que lleven al Parlamento propuestas con argumentos que luego analizadas, concluyan que es lo mejor para el país.
De hecho, ir contra las prejubilaciones es algo que ya decíamos en el siglo pasado. Es decir, adelantar jubilaciones era fruto de la necesidad de hacer una reconversión industrial en España en los años 70-80 y crear bolsas de protección para las personas que se tenían que prejubilar, pero siempre aspirando a que esto se resolviese. De hecho, luego vino el ciclo de decir que 65 años, pero cuando vivimos hasta casi 100 años, a lo mejor hay que repensarlo e ir avanzando progresivamente sobre el modelo actual. A lo mejor se puede plantear pasar de 67 años a 68 años, no sé, lo que hay que hacer es analizarlo y argumentarlo. Y vamos a ver qué efecto tiene en el conjunto de la sociedad de cara a facilitar el empleo.
"Yo de los gobernantes espero que lleven al Parlamento propuestas con argumentos"
P.- El Estado de Bienestar se empezó a germinar en los años 80, entre otras cosas a través de su ministerio de Asuntos Sociales ¿Cuál es balance que hace de estas políticas ahora y del Estado de Bienestar actual? ¿Está desmantelado?
R.- Puede que la pandemia no sea el mejor momento para hacer balance. Por mucho que esté preparado un país, cuando llega un tsunami como este es difícil de gestionar. Ahora bien, se ha visto cómo faltaban recursos en la educación, en la sanidad, y sobre todo en la política social. Mi mayor frustración estos seis meses de pandemia ha sido que las políticas sociales no se han considerado esenciales. En general, y exceptuando algunos ayuntamientos, la respuesta ha sido cerrarlos. Y yo creo que es un error porque muchos centros de mayores se han cerrado negando la atención a muchas personas que lo necesitaban. Hubiese sido necesario que los profesionales siguiesen trabajando, aunque fuese reforzando la atención a domicilio, telefónica, distribuyendo comidas..Y donde no lleguen los trabajadores sociales, que lo haga la policía. Así habríamos hecho mejores cuidados y respuesta a lo que ha pasado en las residencias y en todos los servicios sociales.
"Mi mayor frustración en la pandemia es que las políticas sociales no han sido esenciales"
P.- En cuanto a los mayores, ¿cuáles serían las medidas más urgentes a tomar?
R.- Creo que se deberían recuperar planes gerontológicos integrando a muchas áreas políticas. Me parece importantísimo. Toda Europa tiene que hacer un trabajo para luchar contra la gerontofobia, porque se ha faltado al respeto y la dignidad de los mayores durante la pandemia. Somos de una generación del trabajo y el esfuerzo, del espíritu de superación, y por eso tenemos que estar ahí como protagonistas y no permitir que avance el edadismo.
Los Presupuestos en España y los que vengan de Europa tienen que tener rostros de mayores. Las políticas para solucionar el postcovid 19 tienen que ser políticas mucho más integradas y que pongan en relación todo esto. A mí si el colegio de arquitectos se pone a trabajar sobre cómo quieren que sean las ciudades más accesibles me parece estupendo, hay que pensar en todo esto y poner remedio a que tantas personas hayan muerto solas o en residencias deshumanizadas. Si hacemos esto me parece que estamos construyendo futuro.
"Pido que los próximos Presupuestos tengan rostro de mayor"
P.- También ha habido mucha polémica en torno a los viajes del Imserso, ahora cancelados, y son varias las voces que piden una actualización. Usted fue una de las ideólogas de este programa, ¿Cómo se les ocurrió la idea de llevarlo a cabo?¿Cree que debería actualizarse después de 30 años?
R.- Yo no he entendido que se hayan cancelado. Yo creo que sería interesante que se sentasen los agentes implicados y decidiesen cómo debería ser el modelo de viajes o incluso si podemos revivir el espíritu original de fomentar el turismo de temporada baja. Ya Joaquín Almunia, que fue en realidad junto con los sindicatos y los hoteleros quienes pusieron en marcha este programa, fue a Europa en los años 90 y propuso la posibilidad de ampliar el programa de viajes y termalismo a destinos europeos. Ahora hay que ver cómo se adapta a la era postcovid. Esa es una lección que tienen que ver algunos. ¿Por qué pierden ustedes el tiempo en vez de unirse por el bien común? Cuando el capitalismo es de mirada corta, y no de mirada larga, mete mucho la pata.
"Cuando el capitalismo es de mirada corta, y no de mirada larga, mete mucho la pata"
P.- Hemos hablado de políticas en general, pero me gustaría saber qué opina de los políticos actuales. Ha dicho ya en alguna ocasión que faltan líderes caristmáticos...
R.- Tienen por adelantado mi respeto, mi solidaridad y mi empatía porque gobernar con una pandemia es complicado. Ahora bien, yo echo mucho en falta lo que aprendí de joven en política, que es construir en positivo. Siempre lo cuento co el ejemplo de cuando el señor Fraga, el señor González y el señor Carillo, se sentaban en una mesa para desbloquear la Constitución. No se tenían ninguna simpatía. Entre ellos se trataban de usted y se reprochaban en el café, pero llegaba un momento en que sacaban el bloc y se planteaban qué instrucciones debían dar para seguir adelante.
No entiendo por qué no son capaces de sentarse a hablar. Claro, unos tienen más responsabilidad que otros, pero en general todos caen en el error del hiperliderazgo. Yo lo digo con una frase de Emilio Lledó: "No se necesitan personas líderes en una democracia, sino ideas líderes". Incluso propuestas argumentadas que hacen que sea difícil rechazar. Esto es lo que hay que trabajar en este país y es nuestra gran asignatura pendiente, que en el fondo es tener claro más democracia y más gobernanza.
"Yo echo mucho en falta lo que aprendí de joven en política, que es construir en positivo"
P.- Usted ha pasado muchos años en el Partidos Socialista hasta que se retiró hace unos años, ¿reconoces al PSOE actual?
R.- Reconozco las raíces, pero reconocer las ramas es muy distinto. Ahora son muy distintas que las de mi época. Pero también es cierto que cuando estás fuera de la política, tiendes a hacer más análisis y menos en caliente. Yo lo que pido es que no dejen de escuchar. Yo he trabajado en estos últimos años en el ámbitos de los refugiados y de las peronas mayores. Hace falta más capacidad de diálogo, de escucha y de sensibilidad. Y hace falta en el ámbito de las personas mayores con esta gerontofobia imperante en nuestro país.
P.- ¿Qué opina de la gestión de Pablo Iglesias los últimos meses, el que sería su 'sucesor' al frente de las Políticas Sociales? ¿Y de la coalición con Sánchez?
R.- Opino que tiene que empezar a superar él y todo el equipo el periodo de prueba lo antes posible. Lo que sí he visto es que depositanto las políticas sociales en manos de un equipo joven con poca experiencia en la Administración, está generando más parálisis de la debida, más silencios de los debidos.... Y yo he llegado a la conclusión de que es por falta de experiencia, porque una cosa es la teoría y otra la práctica.
En cuanto a la coalición, en su momento dije que a mi me gustaba que el partido socialista hiciese coalición, no solo mirando a la izquierda - más a la izquierda de nosotros mismos,– sino más hacia el centro de nosotros mismos, que era lo que se necesitaba en este país para recuperar un grado de tranquilidad y para atrevernos a dar saltos cualitativos y construir una España mucho mejor, del siglo XXI. Yo le pido a mi partido y sus dirigentes que no dejen de mirar al centro también para intentar tener la suma mayoritaria que necesita la ciudadanía.
"Pablo Iglesias y su equipo tienen que superar el periodo de prueba lo antes posible"
P.- Por ese centro, ¿se refiere a Ciudadanos?
R.- No concreto, pero hablo de quien quiera sentirse que puede hacerlo. Yo he vivido sin que existiera Ciudadanos, o UPYD ni Podemos y he dialogado con personas que estaban en la derecha y conseguido muchos acuerdo. Cuando digo yo, digo mi generación. Que hay personas con la que es difícil es obvio. Por poner un ejemplo, me temo que llegar a un acuerdo con la vicepresidenta de la Comunidad de Madrid es difícil, porque si uno analiza un poco sus palabras, todos los demás son responsables de todo y ella de nada. Eso no es un gobernante del siglo XI, sinceramente. Pero no es cuestión de ideología, el presidente de Galicia es de la derecha y considero que es una persona con la que se puede hablar.
"Me temo que llegar a un acuerdo con la vicepresidenta de la Comunidad de Madrid es difícil"
P.- Estábamos hablando de mujeres, de UPD y Rosa Díez. Usted fue una de las primeras ministras en un Gobierno nacional, ¿cómo fue abrirse camino en un mundo de hombres? ¿Cree que se ha avanzado en la igualdad?
R.- Fue un camino complicado que conviene siempre recordar. Éramos pocas mujeres en los partidos políticos, por eso me siento muy orgullosa por haber sacado adelante en la Internacional Socialista, la cuota del 25% de mujeres de el PSOE. Generación tras generación y ejecutiva tras ejecutiva, fue mejorando hasta el punto de que las mujeres tuvieran su propio espacio. Porque cuando yo era joven, las mujeres teníamos que agradecer a los hombres estar en política, porque estábamos "gracias a ellos", que nos habían hecho hueco...Y eso conseguimos cambiarlo, entre otras cosas, con las cuotas, y diciendo, nosotras aquí estamos libremente y sin depender de nadie. Entonces, bueno, fue también una etapa muy bonita de desarrollo de democracia en igualdad en el país.