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El Congreso bajará el telón de la decimotercera legislatura este martes, 24 de septiembre, cuando quedará disuelto por la convocatoria anticipada de las elecciones generales del 10 de noviembre. Han sido 126 días en los que sólo se han celebrado dos plenos ordinarios y apenas media docena de reuniones de comisión.
La XIII Legislatura arrancó el pasado 21 de mayo, y desde entonces la Cámara Baja sólo ha celebrado dos Plenos ordinarios con control al Gobierno y otra extraordinaria, sin contar con aquella sesión constitutiva ni con la fallida investidura de Pedro Sánchez.
En la anterior legislatura breve hubo más actividad
En la llamada legislatura 'breve' de 2016, que duró 111 días entre el 13 de enero y el 3 de mayo de 2016, se celebraron dos sesiones plenarias ordinarias más, y en aquella etapa el Gobierno en funciones del PP se negaba a someterse al control parlamentario.
Este año, tras la sesión constitutiva del 21 de mayo, el Congreso completó el mes de junio sin plenos y en julio y agosto, meses inhábiles a efectos parlamentarios, únicamente se celebró el debate de investidura de Sánchez, que se sustanció en tres jornadas (22, 23 y 25 de julio), y otro extraordinario a finales de agosto para que la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, diera cuenta de la gestión del Gobierno con la crisis del Open Arms.
Calvo se vio forzada a dar estas explicaciones después de que así lo acordara la Diputación Permanente del Congreso pese al voto en contra del PSOE.
Así las cosas, el grueso de la escasa actividad parlamentaria de estos cuatro meses ha tenido lugar en el presente mes de septiembre, cuando se han celebrado dos plenos ordinarios con el debate de las correspondientes proposiciones de ley y no de ley y con el control al Ejecutivo. Esta legislatura ha sido la primera en la que un Gobierno en funciones se ha sometido al examen de la oposición.
La última reunión de la Junta de Portavoces había acordado celebrar otra sesión plenaria la próxima semana, pero la disolución de las Cortes ha hecho 'volar por los aires' el orden del día previsto para ese Pleno. Como pronto no volverá un Pleno ordinario hasta febrero de 2020.
Además, en estos cuatro meses sólo ha habido media docena de reuniones de comisión, una actividad ínfima si se compara con la que se registró en la denominada legislatura 'breve' de 2016. Cuatro de ellas (Sanidad, Agricultura, Fomento y Transición Ecológica) lo hicieron para acoger sendas comparecencias de los ministros del ramo sobre diversos asuntos; una para recibir a los candidatos a vocal de la nueva Junta Electoral Central (JEC); y la última para escuchar al presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Sebastián Albella.
Eso sí, el Congreso constituyó en pleno verano casi la totalidad de las comisiones parlamentarias que trabajaron en la anterior legislatura --quedaron pendientes las Mixtas de RTVE y la de Estudio del Problema de las Drogas--.
La gran mayoría lo hicieron a finales de julio, por lo que los integrantes de las mesas y los portavoces de cada una de ellas comenzaron a cobrar los suplementos correspondientes por estas responsabilidades a partir de entonces.
Y eso que en agosto no hubo reunión alguna de ninguno de estos órganos parlamentarios. Vox fue el único partido que denunció la anomalía que, a su juicio, supone que sus señorías comenzaran a cobrar los suplementos a sabiendas de que no iban a trabajar en el receso vacacional.
"Si no curras, no cobras"
Esta escasa actividad parlamentaria y el hecho de que las del próximo 10 de noviembre sean las cuartas elecciones en cuatro años ha llevado a un particular a promover una campaña en Internet, a través de la plataforma Change.org, pidiendo a los diputados y senadores que renuncien a la indemnización económica que se les abona tras la disolución de las Cortes Generales. "Si no curras, no cobras", es el lema de la campaña.
Se trata de una indemnización para compensar la eventual falta de ingresos de los parlamentarios en el periodo que va desde la disolución hasta el día de la votación y su cuantía depende del tiempo que estén sin percibir otros ingresos, hasta un máximo de los 46 días que dura el periodo entre legislaturas.