De los unánimes gritos de la muchedumbre de “Con Rivera no”, del 28 de abril se ha pasado en la calle Ferraz a unos pocos cientos de personas que este domingo han sumado el grito de “Con Iglesias sí”.
“El PSOE ha ganado por tercera vez este año las elecciones”, ha comenzado su discurso un Pedro Sánchez mucho más escueto que hace cuatro meses cuando logró tres diputados más y la mayoría absoluta en el Senado.
“Nuestro plan -ha continuado Sánchez desde el balcón de la calle Ferraz- no es ganar más elecciones sino lograr un gobierno estable y de progreso y llamar a todos los partidos para que actúen con responsabilidad y generosidad para desbloquear la situación política, como haremos nosotros. La democracia nos ha convocado a desbloquear la situación desde mañana. Esta vez sí o sí vamos a tener un gobierno progresista”.
El multipartidismo ha llegado para quedarse
Por fin tenemos la respuesta, la vida sigue igual, o casi. No vuelve el bipartidismo, como algunos vaticinaban, el multipartidismo ha llegado para quedarse. No parece muy sencillo que se consiga romper el bloqueo. El pacto entre partidos va a ser difícil y, en principio, la situación de desgobierno no varía mucho de la que se vive desde la noche del 28 de abril.
Finalmente, todo apunta a que la la falta de acuerdo ha perjudicado, una vez más, a la izquierda. Pero tras el hundimiento de Ciudadanos, la derecha tampoco lo tiene fácil. Ni izquierdas ni derechas suman. No queda otra que hacer de la necesidad virtud y esperar que la actitud de los partidos cambie y no aboquen a la ciudadanía a unas impresentables terceras elecciones.
Tras una campaña tan corta como extenuante, tanto para políticos como para votantes, por fin se abrieron las urnas, igual que hace seis meses, pero en esta ocasión por cuarta vez en un año. Las encuestas presagiaban un PSOE ganador con resultados similares a los anteriores. Así ha sido, similares pero inferiores, tres diputados menos. A una subida del PP remontando sus peores resultados de la historia, a la confirmación de Vox, más que muy al alza ha logrado un rotundo éxito, al estancamiento con graves pérdidas de Unidas Podemos, al hundimiento, hoy sabemos que tremendo, de Ciudadanos y la modesta irrupción de Más País en el panorama parlamentario. Los partidos nacionalistas siguen teniendo buenas cartas en su mano.
Los interrogantes eran varios: ¿Serán capaces las izquierdas, no sólo de sumar, sino, y más importante de pactar?, ¿serán las derechas las que sumen, pacten y alcancen el gobierno?, ¿será posible la famosa gran coalición? o bien, ¿seguirá todo como hasta ahora y nos veremos abocados a un nuevo bloqueo que supondrá, una vez más, el bochornoso espectáculo de un país prácticamente paralizado?. Por el momento parece ganar enteros la última hipótesis. Conviene no olvidar que en la Unión Europea, tan sólo Malta y España no han tenido nunca un gobierno de coalición.
Se sabía que la abstención iba a ser fundamental en el devenir de los resultados. “Tenemos cero votos en las urnas, como el resto de partidos. Todas las encuestas dicen que ganaremos, pero puede ser que la derecha sume y gobierne. Pido a los españoles que vayan a votar este domingo. Aunque estén cansados, su voto es decisivo y más, si cabe, que en abril”, declaraba hace apenas tres días el propio Pedro Sánchez en la entrevista que le realizó Fernando Ónega para 65 Y más, finalmente la bajada ha sido de un cuatro por ciento con respecto al 28 de abril, una participación del 69,92 %.
Los mayores siguen siendo los grandes olvidados
Respecto a los mayores, una vez más, mutismo, olvido y ninguneo. Ni el del PSOE, ni ningún otro ha hecho referencia alguna a este colectivo durante sus comparecencias en la noche electoral.
Algo que tampoco ha variado mucho en relación con lo propuesto por los partidos sobre sus políticas sobre mayores, es la escasa importancia que les daban en sus programas electorales, algo menos del 10% de sus promesas iban dirigidas a ese colectivo de más de nueve millones de personas que representan el 24% de los votos. Triste, flagelante, lamentable realidad.
Está por ver qué será de aquellas propuestas socialistas de actualizar las pensiones al IPC en 2020, de ese incremento de pensiones contributivas y no contributivas, mejora del sistema de cuidados a mayores, fin del copago farmacéutico, garantías de una muerte digna, estrategias para combatir la soledad no deseada, sanidad universal garantizada… Como dijo el gran Bob Dylan, “la respuesta, amigo mío, está flotando en el viento”.