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"Donald Trump y un pequeño grupo de líderes recién llegados en todo el mundo han destacado por valores atípicos en la forma en que piensan y se comunican con los demás. ¿Son realmente anomalías o encajan en tendencias políticas más amplias?". Con esta premisa las universidades de Texas y Princeton se embarcaron en un ambicioso estudio relacionado con la forma en la que comunican los políticos y que concluye que el caso del líder norteamericano del pelo indomable sería sólo un ejemplo más de simpleza en el discurso, ya que han constatado que existe una tendencia hacia la simplificación del mensaje en la política.
Los análisis lingüísticos realizados por los investigadores a miles de discursos y textos políticos en varios países del mundo (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia) han demostrado que, durante el último siglo, "ha habido disminuciones constantes en el pensamiento analítico, algo que se ve reflejado en la forma en que los líderes políticos se comunican con el público".
El estudio afirma "que los votantes pueden sentirse cada vez más atraídos por líderes que convierten problemas complejos y difíciles en fáciles de entender", afirma este estudio publicado en la prestigiosa publicación científica PNAS. Es más, han observado un cambio de tendencia y como el discurso político ha ido mutando y del análisis (transmitiendo ideas y conceptos) se ha pasado a una forma de comunicar más informal y simple (centrada en personas y acciones).
Los investigadores también han detectado que los líderes han ganado en seguridad y destacan que la tendencia a restar de complejidad el mensaje comenzó a detectarse en Estados Unidos a principios del siglo XX y que ahora se ha acentuado.