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El PSOE y el PP pugnarán por la presidencia del Congreso en la sesión constitutiva de la Cámara surgida de las elecciones del 23 de julio, que tendrá lugar el 17 de agosto. En esa cita habrá que elegir también a los otros ocho miembros de la nueva Mesa de la institución. Según sus cálculos, sumando sus votos, los socialistas, apoyados por Sumar, podrían amarrar dos vicepresidencias y dos secretarías, mientras que el PP, sin contar con Vox, aspira al conseguir el mismo número de puestos.
Las votaciones que tienen lugar en la sesión constitutiva del nuevo Congreso para la elección de estas nueve personas son secretas –es decir, se realizan con papeleta y urna– y la primera es la elección de la presidencia, un puesto al que presentarán candidatura tanto el PSOE como el PP, según han avanzado desde ambos partidos.
Mayoría absoluta para la primera votación
Logrará la presidencia quien obtenga el voto de la mayoría absoluta, pero si en la primera vuelta no hay aspirante que llegue a esos 176 votos, se repetirá la votación entre los dos con más apoyos y se hará con el puesto quien obtenga más papeletas (mayoría simple).
Para garantizarse conservar el puesto de tercera autoridad del Estado, el PSOE tendrá que sellar pactos, además de con Sumar, con otras formaciones de las que han venido apoyando al Gobierno de coalición y a las que podría ofrecer a cambio algún puesto en la Mesa.
A la espera de si el escrutinio del voto de los emigrantes mueve algún escaño, hoy por hoy, la elección del o la aspirante socialista en la primera votación necesitaría del concurso de PSOE (122) y Sumar (31) y al menos el de ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6) y PNV (5). Todos ellos suman 178 diputados, dos más de los 176 requeridos para este trámite.
El PP, que ya intentó obtener la presidencia para Ana Pastor en 2019, aunque era segunda fuerza, ahora busca hacerse con el puesto como partido más votado, pero sólo tiene 136 diputados, con lo que también necesita apoyos para lograrlo.
Los 'populares' y Vox suman 169 diputados que pueden llegar a 170 con el respaldo del que tiene Unión del Pueblo Navarro, o incluso a 171 si convencen a la de Coalición Canaria, con lo que, en principio, parece imposible que pueda lograrlo en primera vuelta.
Mayoría simple para la segunda votación
La única opción quizá sería intentar algún acuerdo con el PNV, aunque hoy por hoy, no parece factible, puesto que los nacionalistas vascos ya han dejado claro, en palabras de su portavoz, Aitor Esteban, que ellos con Vox, "nada de nada".
Si hay que ir a una segunda votación para elegir presidente, al PSOE le haría falta el apoyo de Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG (reúnen 172) y le bastaría con el voto en blanco de los siete diputados de Junts. Superarían en un voto a los 171 de PP, Vox, UPN y, en el mejor de los casos, Coalición Canaria.
Tras la elección de la presidencia hay que designar en una primera votación a los cuatro vicepresidentes y después, en otra, a cuatro secretarios, resultando elegidos los que más papeletas obtengan en cada una de las tandas.
El PSOE y Sumar, ya sea en solitario o con sus potenciales socios podrían asegurarse dos vicepresidencias y dos secretarías, mientras que el PP, sin Vox, también podría garantizarse los mismos puestos, según han precisado a Europa Press fuentes parlamentarias. Eso sí, los de Santiago Abascal podrían sumar sus votos a los del PP a cambio de que éstos le cedan algún asiento en el órgano de gobierno y lo mismo podrán hacer los socialistas con algún partido minoritario, además de reservar algún puesto a la coalición de Yolanda Díaz.
Primera decisión: los grupos parlamentarios
Entre los asuntos sobre los que tendrá que decidir el nuevo órgano de gobierno está la constitución de los grupos parlamentarios que funcionarán en la decimoquinta Legislatura. Es decir, tendrá en su mayo la decisión sobre la futura organización parlamentaria de ERC y Junts, ya que ninguno cumple estrictamente todos los requisitos para constituir sus propios grupos parlamentarios.
Así las cosas, a las formaciones independentistas catalanas en principio les interesaría que el nuevo órgano de gobierno cuente con mayoría del bloque de izquierdas para lo que podrían contribuir a ayudar con sus votos a que el PSOE se haga con la Presidencia, de manera que ese bloque sume cinco puestos y los otros cuatro sean para el PP o a repartir entre 'populares' y Vox.