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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Inclusión, Seguridad y Migraciones, José Luis Escrivá, han anunciado que, si el PSOE gana las elecciones generales del 23 de julio, extenderán de 16 a 20 semanas el permiso de maternidad y paternidad, tanto para la madre como para el padre, a través del trabajo a tiempo parcial.
"La propuesta que vamos a llevar en el programa electoral y que pondremos en marcha la próxima legislatura es pasar de 16 semanas de permiso de paternidad y maternidad a las 20 semanas, haciendo que de la semana 17 a la 20 sea con trabajo a tiempo parcial", ha indicado Pedro Sánchez, este miércoles, durante una conversación con Escrivá con la que el PSOE arranca un ciclo de sesiones sobre temáticas específicas para informar a la ciudadanía sobre lo que han hecho en esta legislatura y sobre sus propuestas de cara a las próximas elecciones.
El ministro de Inclusión ha precisado que este incremento de cuatro semanas en el permiso para el cuidado de los hijos tras el nacimiento será "tanto para la mujer como para el hombre" y el objetivo es contribuir a la conciliación y la corresponsabilidad.
Según ha añadido Escrivá, quieren extender esta medida porque han visto que el incremento hasta las 16 semanas ha tenido un efecto "extraordinariamente positivo no solo para las madres y los padres" sino también para "los bebés" que "se crían mucho mejor cuando pasan más tiempo con los padres".
Por otra parte, Sánchez ha propuesto modificar el Estatuto de los Trabajadores para que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) corresponda siempre al 60% del salario medio del país, tal como recomiendo la Carta Social Europea.
Ambos han coincidido en la necesidad de implantar por la vía legislativa esta recomendación y por ello se han comprometido a ponerlo en marcha en caso de revalidar el Gobierno.
Tanto Sánchez como Escrivá han hecho hincapié en la subida del SMI que se ha llevado a cabo durante la última Legislatura. Se trata de un incremento del 47%, hasta los 1.080 euros mensuales, que sitúan al SMI prácticamente en ese 60% del salario medio que aconseja Europa.
Además de acometer esta subida por "dignificación" de los salarios, el ministro ha defendido que un mayor salario mínimo "termina generando dinámicas positivas de eficiencia económica". Es decir, Escrivá considera que unos mayores salarios en la parte baja del rango salarial presionan al mercado hacia ganancias de productividad y hacia mejores puestos de trabajo.
Como ejemplo, Escrivá ha puesto a las economías nórdicas, que han acometido subidas del SMI "muy agresivas" y han desembocado en la generación de estímulos e incentivos a economías "más productivas y con mejores trabajos". En este contexto, el ministro y el presidente han coincidido en una propuesta legislativa para que, "sea cual sea el Gobierno", siempre exista esa referencia del 60% de referencia como "mandato legal".