El PSC gana en votos, pero el independentismo logra la mayoría absoluta
Sea quien sea el nuevo president de la Generalitat de Cataluña, independentista o no, se enfrenta a una ardua tarea. Aparte de lograr formar un gobierno estable y resolver la cuestión territorial, tendrá que gestionar la mayor pandemia de la historia reciente y sus efectos en lo sanitario, lo económico, pero también en lo social, donde los mayores son ahora más visibles que nunca al ser el grupo más vulnerable al coronavirus. Según las fuentes consultadas por 65Ymás, la Covid no ha hecho más que visibilizar la necesidad de abordar los problemas relacionados con los mayores que ya existían y que se deben abordar con urgencia.
Uno de los retos sociales más 'sangrantes' para el nuevo Govern debería ser resolver las listas de espera de la Dependencia, señalan los expertos. Cataluña fue la región donde más personas dependientes fallecieron a la espera de una prestación –más de 13.134 personas de un total de 51.540 en toda España–, según se extrae de los datos de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales (@Ascdiresociales). Y es que la región se encuentra entre las cuatro comunidades con más lista de espera a la Dependencia en España –casi 600 días–, cuya gestión está transferida a la Generalitat.
Los recortes en materia sanitaria, un modelo de residencias cada día más en cuestión, las pensiones y la necesidad de dar voz a los mayores en la revolución demográfica que viene son otros de los asuntos clave sobre mayores que tendrá que abordar el nuevo Govern. Sobre la mesa está también la aprobación de una nueva Ley de Mayores, que lleva años en el cajón sin que llegue a aprobarse legislación tras legislación. Y en el horizonte cuándo y cómo se vacunará a los más de 1,5 millones de mayores de 65 años catalanes.
Agilizar las ayudas a la Dependencia
"Uno de los primeros asuntos que deberá abordar el nuevo Govern es qué está pasando para que Cataluña tenga unas eternas listas espera en la Dependencia y a la vez haya plazas libres en algunas residencias" apunta Andrés Rueda, presidente de la Associació Professional Catalana de Directors de Centres d'Atenció a la Dependència (@_ascad) quien alerta que se está abandonando en un "laberinto burocrático" a miles de dependientes catalanes, muchos de los cuales están falleciendo sin recibir la ayuda. Desde la asociación catalana de recursos asistenciales (@acragentgran) consideran que es un problema económico y por eso exigen al nuevo Govern doblar la financiación pública catalana en atención a la dependencia hasta los 3.000 millones de euros y crear una consejería propia.
"Ha habido una debacle durante la Covid... se han muerto muchísimas personas que necesitaban atención y que no la tuvieron, necesitamos más recursos porqué cada vez habrá más dependientes en Catalunya, y esto no puede volver a ocurrir", explica Andrés Rueda. Los propios dirigentes del Govern ya advertían de que los cierres y aislamientos en residencias complicarían aún más la lista de espera de la dependencia en Catalunya. Otro de los retos es clarificar cuántos dependientes están atendidos en Cataluña ya que existe un "limbo estadístico" entre los datos del Gobierno central y la Generalitat que los sitúa en torno a 173.16 en 2019, frente a las 160.390 que notificaba el Imserso.
Nuevo modelo de residencias y atención a domicilio
El drama de las residencias, con más de 8.000 fallecidos de estos centros en la región, ha obligado a casi todos los partidos políticos a incluir medidas sobre mayores en sus programas electorales. Sin embargo, el reto ahora es que se conviertan en realidad. "Creemos que ha llegado el momento de poner el foco en las residencias después de todo lo que ha pasado con la Covid, donde la gestión ha sido nefasta y se ha visto la necesidad de mejorar ratios y mejorar las condiciones de residentes y trabajadores", defiende Miquel Lluch Rodríguez, Secretario General de los Pensionistas de CCOO de Catalunya (@ccoocatalunya), quien recuerda la necesidad de ampliar las plazas para satisfacer las largas listas de espera para entrar que llegan a cerca de 20.000 personas. Según sus cálculos el 70% de las plazas son privadas o concertadas y no todos los catalanes pueden afrontarlas.
Mientras, el presidente de ASCAD invita a dejar de pensar en residencias "como el número de plazas que los políticos se comprometen a construir con sus discursos populistas, y pasar a pensar en los nuevos perfiles de mayores y sus necesidades". Para ello invita al "cambio semántico" y dejar de hablar de residencias para empezar a pensar en conceptos más amplios como centros de atención a la dependencia para personas mayores, en los que se convivan nuevos modelos de centros para que las personas puedan pasar el final de su vida, reforzar la atención a domicilio e incluso implementar medidas para hacer viviendas accesibles. "Porque el éxito del modelo sería que los mayores estuviesen el mayor tiempo posible atendidos con una vida digna dentro de su núcleo de convivencia y para ello hay que reformular también los barrios y las ciudades", señala.
Revertir una década de recortes en Sanidad
No hay duda de que el futuro del sistema sanitario catalán será uno de los primero exámenes a los que tendrá que enfrentarse el nuevo Govern con el plan de vacunación a mayores en el horizonte próximo. Pero según los expertos consultados, una de las primeras obligaciones del Govern debería ser que la gente recupere la confianza en el sistema sanitario y sociosanitario tras más de 10 años de recortes y las muertes de personas de residencias. "La pandemia ha sido una muestra terrible de la política de desinversión y recortes públicos que el Gobierno catalán ha llevado a cabo en la última década. Lo hemos podido ver en los últimos meses, con el personal de nuestros centros sanitarios y residencias luchando contra con equipaciones y medios humanos y materiales de hace más de 10 años", señalan desde UGT Cataluña.
También consideran prioritario que se aclare si las competencias de Asuntos Sociales relacionados con mayores dependerán de Sanidad en el futuro. "En medio de la crisis del coronavirus se transfirieron las competencias sobre Dependencia a Sanidad tras varios ceses en la cúpula por la gestión de residencias, lo cual permitió más relación directa con Atención Primaria, que también necesita ser reforzada, pero se ha de encontrar la manera de que las personas mayores tengan garantizada la asistencia sanitaria pública sin derivarlo a mutuas u otras instituciones o se limite su acceso a los hospitales", reivindican los sindicatos.
Rentas garantizadas y pensiones
Aunque las pensiones dependen del Gobierno central, la Generalitat tiene entre sus competencias la capacidad de complementar con la renta garantizada autonómica los ingresos de los catalanes con menos recursos, compromisos presentes en muchos de los programas electorales de los partidos mayoritarios. Entre ellos se encuentran los pensionistas no contributivos que en muchos casos no llegan a los 400 euros al mes, sobre todo mujeres que son las que más sufren la brecha de género que se agrava al llegar a edades avanzadas. Por eso muchos colectivos de mayores y sindicatos piden que se modifique el l'indicador de renda de suficiència (IRSC), para garantizar ingresos mínimos dignos y se reevalúen sus servicios asociados como son el copago o la ayuda a domicilio.
En la misma línea, el director de Federació d'Associacions de Gent Gran de Catalunya (@Fatec) Josep Carné, pide al nuevo gobierno catalán "asegurar una pensión adecuada, y los ingresos de vejez en la que no haya ningún tipo de discriminación por razón de sexo. En concreto, exigen "adecuar el incremento del coste de la vida, los topes de los complementos por las pensiones más bajas en Cataluña". Desde UDP señalan que quieren "pensiones que permitan tener una vida digna plena de derechos, especialmente las más bajas y las no contributivas" y que aquellos con grandes carreras de cotización, puedan acceder al 100% de las jubilaciones anticipadas una vez llegados los 65 años.
Más participación y una Ley de Personas Mayores
Aquejados porque en la campaña, "poco se ha hablado de mayores", pese contener algunas medidas en sus programas, las asociaciones de mayores solicitan que el nuevo Govern comience a verles como personas que pueden participar en la sociedad. "Algo se ha dicho sobre mayores vulnerables, pero poco o casi nada de políticas de envejecimiento activo para empoderar a las personas mayores a que sean participativos y activos en la sociedad. Podemos hacer algo más que cuidar nietos o personas dependientes, y entendemos que la sociedad no se puede permitir el lujo de prescindir de nuestra sabiduría y ganas de participar", señala Josep Carné.
Así, una de las propuestas electorales que sin duda los mayores mirarán con más atención será la aprobación de una Ley de Mayores presente en los programas electorales de PSC, En Común Podem y PDCat, que según los expertos consultados "lleva tiempo dando vueltas bajo diferentes nombres sin terminar de aprobarse" y que los partidos políticos suelen recurrir a ella en campaña para referirse tanto a medidas de dependencia fundamentalmente. De hecho el socialista Miquel Iceta ya se refirió a ella en las elecciones de 2016, exigiendo su aprobación antes de 2017. De lo que no hay duda es que sea por el Covid o no, los políticos deberían empezar a mirar más de cerca los temas que preocupan a los mayores ya que en pocos años están llamados a ser casi la mitad de la población catalana.