¿Por qué es importante ejercitar la mente?

Durante toda la vida, las personas son capaces de almacenar una gran cantidad de información en sus cerebros. Esta información se va registrando y reteniendo a través de nuestros sentidos. La memoria permite a las personas tener una visión continua y coherente de sus vidas desde el pasado hasta el presente.

Es verdad que a medida que se envejece el cerebro sufre algunos cambios que pueden incidir directamente sobre la memoria. Es bastante común que las personas mayores empiecen a tener algunos fallos de memoria que, aunque puedan resultar frustrantes, no son preocupantes. Conforme se cumplen años, nuestra memoria aumenta en el recuerdo, es por eso por lo que las personas mayores suelen recordar con mayor facilidad, momentos de cuando eran jóvenes.

Afortunadamente, gracias al avance de la ciencia y el progreso de la investigación, se sabe que la memoria puede entrenarse con el fin de prevenir su deterioro. Estos son algunos ejercicios para mantener activo el cerebro.

Lee antes de dormir

Leer antes de dormir ayuda también a mantener el cerebro activo. Además, la lectura ayuda a recordar palabras. Está demostrado que leer el periódico, libros o revistas proporciona un impulso al cerebro. Sí que es verdad que aquellas lecturas que propicien el pensamiento crítico tendrán beneficios mayores.

Cartas y dómino

Los juegos suelen ser una de las vías más entretenidas para ejercitar la mente, prácticamente sin ser conscientes de estar haciéndolo. Jugar a las cartas y echar una partida al dómino son dos maneras divertidas de entrenar nuestro cerebro a la vez que pasamos tiempo con amigos.

Escribe a mano o haz pasatiempos

Escribir a mano permite frenar el deterioro cognitivo, entrenar las capacidades motoras e impulsar la capacidad visual. Otros ejercicios relacionados con la escritura a mano que pueden ayudar a la coordinación, la concentración y la memoria, son los pasatiempos. Hacer crucigramas, resolver sudokus y encontrar palabras en una sopa de letras, son algunos ejemplos.

Haz algo de actividad física y descansa

La actividad física tiene grandes beneficios para el cerebro porque lo protege de un envejecimiento prematuro. Además, el ejercicio físico también reduce el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas. Salir a caminar, hacer gimnasia o ir a la piscina son algunos ejemplos. Para favorecer la concentración y la atención también es importante dormir y descansar adecuadamente.

Cambia algunas de tus rutinas

Durante los hábitos cotidianos también es posible introducir algunas variaciones que contribuyen con su estimulación. Un ejemplo de esto puede ser cepillarse los dientes con la mano contraria con la que se hace normalmente o ducharse con los ojos cerrados para tomar consciencia del entorno. También se pueden poner en práctica algunas actividades artísticas como cantar, pintar, dibujar o bailar.

Aprende a utilizar dispositivos electrónicos

El uso de los smartphones, las tabletas y los portátiles supone todo un reto para algunas personas. Emplear estos dispositivos es estimulante para el cerebro, ya que se está aprendiendo una nueva actividad. Además, por sus características, permite adquirir nuevas destrezas. Hablar con amigos por WhatsApp, ver vídeos en YouTube o consultar si tu boleto de lotería ha sido premiado, son actividades que estimulan el cerebro.