Carlos Blanco Cocho
Sociedad
¿Por qué los mayores tienen más posibilidades de tener gripe?
El virus de la gripe vuelve a correr tras la pandemia por el coronavirus
La gripe ha vuelto. Tras dos años en los que el virus más típico de los meses frío estuvo contenido por el uso extendido de las mascarillas y eclipsado mediáticamente por el coronavirus, corre de nuevo por la población y ya se están empezando a notar los primeros efectos. Y, como el propio coronavirus, parece que los mayores tienden a sufrir cuadros más graves de esta enfermedad. ¿Por qué?
Desde la la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan han publicado un nuevo estudio en el que, precisamente, se hacen esta pregunta y tratan de buscar las razones biológicas por las que la edad mantiene una relación directamente proporcional con la mortalidad de la gripe. Han hallado varias pistas que responden a la pregunta, que giran en torno al hecho de que el pulmón envejecido compromete la defensa frente al virus.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, se centra en unas células llamadas macrófagos alveolares, que componen la primera línea defensiva frente a las invasiones víricas en los pulmones. Firmado, entre otros, por Judy Chen y Daniel Goldstein, el análisis trata de descubrir por qué estas células, que forman parte del sistema inmunitario, se van deteriorando con la edad. En investigaciones anteriores, se descubrió que, cuando los macrófagos de un ratón envejecido se trasladan a los pulmones de uno más joven, estas parecen recuperar vitalidad.
Esto, cuenta la doctora Chen, "nos llevó a creer que algo en el entorno de los pulmones está contribuyendo al deterioro". Las señales apuntaban a un inmunomodulador de lípidos conocido como prostaglandina E2 (PGE2) con efectos de amplio espectro, desde la inducción del parto en el embarazo hasta la inflamación con artritis. El equipo de estudio descubrió que hay más PGE2 en los pulmones con la edad. Este aumento actúa sobre los macrófagos en el pulmón, lo que limita su salud general y su capacidad de generar.
Los investigadores sospechan que este elemento, el PGE2, constituye una señal de otro proceso biológico relacionado con el envejecimiento: la senescencia. Este mecanismo biológico se encarga de impedir que las células dañadas puedan replicarse, limitando así la proliferación de ejemplares defectuosos. Pero también implica un problema pues estas células comienzan a producir PGE2 y a debilitar la respuesta inmune. Por ello, los investigadores han probado un fármaco que inhibe la creación de este compuesto.
El investigador jefe, Goldstein, relató que "los ratones mayores que recibieron ese fármaco en realidad terminaron teniendo más macrófagos alveolares y tuvieron una mejor supervivencia de la infección de gripe que los que no lo tomaron". Pretende continuar por esta línea a fin de descubrir exactamente de qué manera afecta el PGE2 a los macrófagos alveolares, lo cual, según declaró al portal Infosalus, podría incluso ayudar a curar otras dolencias como el cáncer.