¿Por qué las mujeres son más propensas a desarrollar alzhéimer que los hombres?

La confusión y la pérdida de memoria son dos de los síntomas más comunes del alzhéimer, que provocan que las tareas más sencillas y cotidianas se vuelvan a veces imposibles de realizar.

Esta enfermedad no aparece de un día para otro, sino que es progresiva, por lo que su detención precoz es muy importante, y uno de los objetivos principales de la comunidad científica, que no deja de investigar al respecto.

Con el tiempo, los expertos se han dado cuenta de que hay una serie de síntomas neuropsiquiátricos que aparecen antes que el déficit cognitivo que provoca el alzhéimer. Entre estos síntomas se encuentran la depresión, irritabilidad, ansiedad o apatía, las lesiones cerebrales, consumo excesivo de alcohol, bajos niveles de vitamina B12, o la hidrocefalia normotensiva.

Pero además, los científicos han observado que las mujeres son las más afectadas. De hecho, desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aseguran que “las mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada. En la Región de las Américas, el 66% de las muertes por alzhéimer y otras formas de demencia son mujeres”.

La esperanza de vida y los amiloides

Ahora, un estudio publicado en la revista Harvard Medical School explica el porqué de estos datos. Según los investigadores, las mujeres son más propensas a desarrollar alzhéimer porque su esperanza de vida es mayor que la de los hombres. Los expertos aseguran que el hecho de vivir más años incrementa las posibilidades. El estudio matiza que también influye en estas cifras el hecho de que en la sociedad haya más mujeres que hombres. 

Por otro lado, el embarazo también podría tener algo que ver. Tal y como explica el doctor Andrew E. Budson, autor principal del estudio, para proteger al feto, el sistema inmunológico de las mujeres es más fuerte, lo que hace que puedan tener más placas amiloides que los hombres. Estas placas están estrechamente relacionadas con el alzhéimer.

Por último, Budson, asegura que se puede reducir el riesgo de padecer esta enfermedad realizando ejercicio físico, durmiendo bien, socializando y siguiendo una dieta mediterránea.