Por qué no debemos llevar objetos sueltos en el coche

Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), casi la mitad de los conductores españoles viaja llevando objetos sueltos en el interior de su coche y sólo uno de cada tres hace uso de los espacios y las bandejas interiores dispuestos para tal fin. Una práctica que dificulta la visión y supone un gran riesgo porque convierte a los objetos en un peligro en caso de frenada o impacto.

El motivo es que, tal y como nos indica la DTG, cualquier objeto que viaje suelto en un automóvil continúa su marcha hacia delante y multiplica, por efecto de la velocidad, la fuerza con la que golpearía a cualquier ocupante hasta por cuarenta veces su peso a tan solo 50 km/h. Así, un niño de tres años cuya sillita o SRI estuviera mal anclada y viajara en el asiento trasero, en caso de accidente, golpearía al ocupante –o conductor– de los asientos delanteros con la misma fuerza que si se hubiera convertido en una jirafa (a 50 km/h) o en un elefante (a 90 km/h). Es el denominado efecto elefante, tomando la frase de una antigua campaña publicitaria francesa que pedía: “no viaje con un elefante en el asiento trasero”.

Un riesgo fácil de evitar

Por este motivo debemos asegurarnos, antes de arrancar el vehículo e iniciar nuestro trayecto, que todos los ocupantes se abrochan correctamente el cinturón de seguridad y que no viajamos con objetos sueltos en el interior del vehículo.

El peligro no viene solo de los objetos grandes, sino que incluso los más pequeños, a priori inofensivos, como un juguete o un teléfono móvil pueden provocar daños considerables. Hay que tener en cuenta que todos los bultos multiplican su peso, como hemos explicado.

Por ejemplo, la DGT ha calculado la fuerza con la que nos golpearían seis objetos que normalmente están presentes en nuestros viajes a dos velocidades: 50 km/h y a 90 km/h. Así un ordenador portátil, a 50 km/h tendría un impacto de 85 kg, un bolso supondría 158 kg, y un teléfono móvil de 3,9 kg. Pero si la velocidad fuera de 90 hm/h entonces el impacto del portátil equivaldría a 275 kg, el bolso a 512 kg, y el móvil a 12,5 kg.

Debemos tomar conciencia que el peligro puede viajar en el interior de nuestro coche sin que nos demos cuenta. Por ello, antes de iniciar cualquier marcha, incluso un breve desplazamiento por la ciudad, debemos revisar y asegurar la carga que llevamos en el coche, colocándola correctamente en el maletero o en las bandejas interiores diseñadas para ello y convenientemente cerradas.