Tras varias horas de viaje lo único que queremos es aparcar, apagar el motor y salir del coche a descansar. Sin embargo, lo que muchos no saben es que esta prráctica habitual podría ser perjudicial para nuestro vehículo, e incluso puede provocar averías en el turbocompresor, una de las más piezas más caras de reparar.
En la actualidad, la mayoría de los vehículos tienen turboalimentación, un sistema que comprime el aire que circula hasta el motor, y envía más oxígeno que se mezcla con el carburante. Cuando aumenta la cantidad de combustión, aumenta la potencia y el consumo es mucho más eficiente.
Aunque hay varios tipos de turbocompresores, de forma general suelen ser mecanismos que funcionan gracias a una turbina que gira gracias a los gases de escape. En el eje de la misma se fija un compresor centrífugo que coge el aire que viene del filtro y lo introduce a presión en los cilindros.
Hay que mantener la lubricación del turbo
Precisamente es durante este proceso donde apagar el motor puede afectar de forma negativa a este sistema porque después de un largo viaje,aunque apaguemos el motor, la turbina seguirá girando por inercia, pero como no habrá aceite para lubricarla, se puede acelerar su desgaste y posterior rotura.
Si solemos apagar el motor de golpe, los rodamientos también podrían sufrir, y por tanto, el motor se vería bastante perjudicado. Por eso, los expertos aconsejan que, independientemente del tipo de combustible que consuma nuestro coche, hay que aparcar y dejar el motor al ralentí durante un par de minutos, y aprovechar ese tiempo para recoger y dejar todo ordenado.
El ralentí ayuda a que el turbo siga estando correctamente lubricado y de esta manera los rodamientos de la turbina no sufren. Además, la temperatura del motor se estabiliza antes de pararse. De esta manera, ni las piezas ni los componentes móviles se desgastarán tanto, y nuestro bolsillo se ahorrará más de 1.000 en reparación.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.