Desde la primera gran convención internacional sobre el clima en Río de Janeiro en 1992, el mundo ha avanzado significativamente en las negociaciones sobre cambio climático, conservación de la biodiversidad y reducción del riesgo de desastres. Sin embargo, incluso tras las 28 reuniones de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) y 16 sobre diversidad biológica, persiste una notable omisión: la casi total ausencia de las personas mayores en estos debates.
El envejecimiento de la población mundial se ha duplicado desde 1990 y, para 2050, 1 de cada 5 personas (aproximadamente 2.100 millones) tendrá más de 60 años. Las personas mayores son especialmente vulnerables a los riesgos climáticos, pero también poseen conocimientos y habilidades valiosas que pueden fortalecer la resiliencia frente al cambio climático. Sin embargo, sus necesidades y contribuciones son frecuentemente ignoradas en las políticas climáticas, lo que lleva a una falta de inclusión y una pérdida de oportunidades de colaboración intergeneracional. Además, las personas mayores suelen ser las más afectadas por el cambio climático, como en los fenómenos meteorológicos extremos y en la interrupción de sistemas sanitarios.
Un momento crítico: La misión de la COP29 para mantener los 1.5°C
La COP29 se está llevando a cabo en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre, en un momento crucial para la acción climática. Con el calentamiento global en aceleración, es urgente que los países intensifiquen sus esfuerzos para alcanzar la meta de limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C, cuyo incumplimiento tendría consecuencias graves para el planeta y sus habitantes. La COP brinda una oportunidad clave para que las naciones reafirmen su compromiso con el objetivo de los 1,5°C, mediante una revisión exhaustiva de los avances y el fortalecimiento de sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), manteniendo así esta meta crítica al alcance.
El Informe sobre la Brecha de Emisiones del PNUMA de octubre de 2024 advierte que si persisten las políticas actuales, podríamos ser partícipes de un aumento de la temperatura mundial a 3,1 °C a lo largo de este siglo, muy por encima de los límites de seguridad. Para cerrar esta brecha, será necesario no solo intensificar la reducción de emisiones, sino también establecer un nuevo objetivo de financiación climática que responda a las necesidades específicas de los países de renta baja. Los debates de la COP29 deben abordar mecanismos de financiación accesibles y equitativos, que consideren especialmente a los más vulnerables, incluidas las personas mayores.
El llamamiento de HelpAge a la justicia climática
Este año, Hari Krishna Nibanupudu, asesor sobre cambio climático y envejecimiento de HelpAge International, ha sido acreditado como observador ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en nombre de HelpAge. Esta es la primera vez que la CMNUCC concede el estatus de observador a una organización no gubernamental centrada en el envejecimiento. Con esta acreditación, Nibanupudu podrá participar en las conferencias y eventos de la CMNUCC, incluida la COP, y contribuir activamente al proceso de negociación global sobre el clima.
En 2023, HelpAge publicó su informe Justicia Climática en un Mundo que Envejece antes de la COP28, en el cual destacó el vínculo crítico entre el envejecimiento de la población y el cambio climático, y abogó por adaptaciones climáticas inclusivas que involucren y beneficien a las personas mayores.
España dentro de la COP29
Asimismo, dentro de la COP29 se presentará la exposición fotográfica Climate Elders, una colaboración entre la red global HelpAge y la iniciativa 1 in 6 by 2030. Esta colección busca amplificar las voces de las personas mayores de 15 países, quienes comparten sus experiencias de resiliencia y adaptación frente al cambio climático, promoviendo un enfoque más inclusivo y equitativo.
España fue uno de los países solicitados por HelpAge International para participar, debido a la notable afectación que ha sufrido en los últimos años por el cambio climático. Murcia fue la ciudad seleccionada, y, en colaboración con la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), las fotografías se tomaron en Jumilla, entre campos de olivos y almendros, junto a dos agricultores de la UPA.
«Necesitamos líderes que miren más allá de los intereses empresariales y trabajen por un cambio sostenible. El equilibrio entre producción y protección es difícil, pero es esencial». Antonio Carrión Vicente, agricultor de Jumilla, Murcia.
La COP29 representa una oportunidad clave para establecer un mecanismo de gobernanza que financie adecuadamente las pérdidas y daños, priorizando la protección social y la salud pública. La sabiduría de las generaciones mayores es fundamental en la lucha contra el cambio climático, y es crucial que la COP29 reconozca su potencial contribución a la acción climática global, creando un legado de unidad.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.