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La forma más mortífera de cáncer cerebral reaparece porque los tumores se adaptan al tratamiento y se sirven de los tejidos sanos cercanos. Así, lo afirma un estudio llevado a cabo por un equipo mundial de investigadores, que se ha publicado en la revista Cell.
En concreto, esta investigación ha descubierto que, en respuesta al tratamiento, los gliomas de alto grado parecen remodelar el entorno cerebral circundante, creando potencialmente interacciones con las neuronas y las células inmunitarias cercanas de forma que protegen las células tumorales y las ocultan de las defensas del organismo.
El equipo también descubrió que los tumores de menor grado suelen desarrollar una nueva mutación que permite a las células empezar a dividirse más rápidamente, lo que podría catapultarlas a una forma de mayor grado.
Los gliomas cerebrales son raros, pero su diagnóstico es devastador porque actualmente no tienen cura. Los gliomas de bajo grado tienen una mejor tasa de supervivencia, pero a menudo progresan a gliomas de alto grado. Más del 90 por ciento de los pacientes con tumores de alto grado mueren en un plazo de cinco años.
Los tratamientos actuales incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia. Los resultados indican que se necesitan nuevos fármacos para complementarlos.
"El cerebro es un órgano enormemente complejo compuesto por muchos tipos diferentes de células, y los tumores cerebrales son igualmente diversos y complicados. Aprender del tejido del paciente es la mejor manera de curar la enfermedad del paciente. Este estudio, que requirió un esfuerzo global para adquirir suficientes muestras de glioma para potenciarlo adecuadamente, nos ha permitido obtener una visión sin precedentes de cómo progresan estos tumores mortales, y de las formas en que podríamos finalmente detenerlos", ha comentado Lucy Stead, catedrática de Biología del Cáncer Cerebral en la Facultad de Medicina de la Universidad de Leeds (Reino Unido).
Los investigadores están estudiando por qué los gliomas progresan a una forma de mayor grado y por qué sobreviven y siguen creciendo después del tratamiento.
Recogieron múltiples muestras de gliomas a lo largo del tiempo, en su transición de bajo a alto grado, y antes y después del tratamiento. A continuación, observaron cómo cambiaban y se adaptaban las células para ver si podían encontrar formas de detenerlas, utilizando nuevos fármacos.
La mutación y las interacciones celulares, hasta ahora desconocidas, podrían ahora ser objeto de nuevos fármacos que impidan la progresión de las células tumorales y su adaptación al tratamiento. De este modo, el estudio ha abierto nuevas vías de investigación que podrían dar lugar a fármacos más eficaces para ofrecer a los pacientes.
"Al analizar los datos genéticos y transcripcionales de esta gran cohorte de pacientes, estamos empezando a apreciar cómo los tumores están cambiando para adaptarse a la terapia estándar. Este estudio ha dejado claro que no todos los tumores cambian de la misma manera. Saber esto nos va a permitir desarrollar terapias mejor adaptadas a la enfermedad de cada paciente en el futuro", ha remachado otro de los autores, Frederick Varn.