La vacunación no para. Cada vez son más los grupos de edad que están empezando a recibir las primeras dosis de la vacuna, mientras que las personas de mayor edad ya cuentan desde hace semanas con la la pauta completa.
Aunque muchos no han tenido síntomas, la mayoría han experimento fiebres, dolor en el lugar del pinchazo, malestar general o cansancio. Nada fuera de lo normal.
Sin embargo, estos efectos secundarios están siendo mucho más fuertes durante la segunda dosis, especialmente en aquellos que han recibido Pfizer. Todo esto tiene una explicación en el proceso de inmunización.
Buena respuesta inmunitaria
Que los efectos secundarios sean más graves que en la primera dosis es una buena señal. De hecho, es sinónimo de buena respuesta inmunitaria.
Así lo explicó África González, catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo expresidenta de la Sociedad Española de Inmunología, en Hoy por Hoy de la Cadena Ser. Al parecer con la segunda dosis "se ponen en marcha de forma muy rápida las células de memoria".
Estas células "van a montar todo el sistema de defensa para intentar luchar frente a esa vacuna", con la creación de anticuerpos e inmunizando a la persona. Y por eso "la sensación de cansancio, de dolor de fiebre, son efectos secundarios absolutamente normales y están relacionados con una buena respuesta inmunitaria", señala la experta, destacando que los síntomas significan que la respuesta inmunitaria está "siendo muy potente y está actuando de forma muy activa frente a la vacuna".
Tras la vacuna, si la persona se contagia la enfermedad suele ser "mucho más leve porque ya tienes parte de la inmunidad", aunque muchos casos sean asintomáticos, hacen que la vacunación siga siendo la esperanza en la lucha contra la pandemia.