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Más de uno habrá oído entre los españoles decir que este es el año en el que todos quieren viajar. La pandemia frenó el turismo en España, uno de los principales motores económicos del país, así como de la silver economy. Sin embargo, pese al aumento de casos de Covid en las últimas semanas, el virus parece haber perdido importancia para los españoles, que ya preparan sus vacaciones de verano.
Más viajes y más posibilidades
La reactivación del turismo, la inflación y el entusiasmo de los viajeros podrían estar entre los factores que han subido el precio de los alojamientos turísticos en España. Según ‘Alquiler Costa’ el último informe de Tecnitasa, el alquiler en primera línea de playa sube un 9,7% este verano y alcanza los 1.016 euros semanales de media en España, 90 euros más que el año pasado y 190 euros más que en 2020.
Sin embargo, la crisis y la diversificación de opciones a la hora alquilar un alojamiento han cambiado los hábitos de los viajeros. Según apunta el director técnico de Tecnitasa, Fernando García Marcos, "el alquiler de viviendas en zona de playa cada vez es más heterogéneo, tanto en la forma de conseguir el alquiler (convencional, plataformas o a través de operadoras), en cuanto al plazo (alquileres que se renuevan año a año, mensuales, semanales o incluso por días) o en el momento en que se activa la demanda".
En las familias con menos recursos es donde especialmente se ha notado el cambio de hábitos vacacionales. El presidente de Tecnitasa, José María Basañez, ha señalado que las subidas producidas en los últimos años hacen que estas familias deban, a la hora de veranear, reducir el número de días de vacaciones o buscar apartamentos de menor tamaño o bien más alejados de la playa, pese a que algunos destinos con precios muy elevados siguen teniendo altas demandas.
Los alquileres más caros
Del informe se desprende que Cataluña es el destino donde los alquileres suben más en julio y agosto respecto al año anterior. Así, las tres provincias catalanas con mar están en el 'top 5' de las zonas con mayor incremento son:
- Tarragona, con un incremento del 15,2%
- Girona, con subidas del 12,6%,
- Barcelona, con un aumento medio del 9,5%.
Esto se traduce en que si por ejemplo se busca alquilar una residencia en la playa de Salou (Tarragona) hay que desembolsar 1.370 euros a la semana de media, mientras que en Cadaqués (Girona) la media está en 1.500 euros. En Sitges (Barcelona) la media del alquiler se sitúa en los 1.600 euros semanales.
Entre las tres provincias catalanas se han colado las subidas de Lugo y Vizcaya, con un aumento del 9,7% y 9,6% en sus alquileres, respectivamente. Sin embargo, ambas provincias no son de las más caras para alquilar, ya que se pueden conseguir alquileres por debajo de los 1.000 euros.
Las únicas con descenso de precios
En Cantabria hay un descenso medio del 0,8% en el alquiler de una vivienda en primera línea de playa, pese a que los precios no son muy asequibles, mientras que en Murcia también hay un descenso de medio punto porcentual en los precios respecto al año anterior.