El estreñimiento es una de las alteraciones intestinales más comunes. De hecho, España es uno de los países de Europa donde es más frecuente y, además, donde menos se trata. Esta situación se agrava cuando la dificultad de evacuar las heces dura más de res meses, dando lugar al llamado estreñimiento crónico: un problema relevante que afecta con gran frecuencia a las personas mayores.
Tal y como advierte la doctora Nieves Fernández Letamendi, geriatra del Hospital Quirónsalud Zaragoza (@quironsalud), el estreñimiento crónico es "uno de los denominados síndromes geriátricos más prevalentes, que puede derivar en importantes complicaciones si no se evalúa y trata correctamente por el médico".
¿Cuáles son las causas? No son las mismas que provocan el estreñimiento temporal. Letamendi explica que existen muchos condicionantes que predisponen el estreñimiento e, incluso, en la mayoría de las ocasiones, suelen confluir en su aparición dos o varios de los siguientes factores:
Entre las complicaciones más habituales que ocasiona el estreñimiento crónico, la geriatra del Hospital Quirónsalud Zaragoza señala las siguientes:
Hemorroides: existe una mayor predisposición a padecer hemorroides debido a la laxitud del tejido y el mayor esfuerzo defecatorio, así como la posibilidad de que se compliquen con trombosis de la misma.
Fisura anal: otra de las consecuencias, principalmente relacionada con el trauma directo que ejercen las heces duras, pero también a causa de la isquemia de la zona durante la defecación.
Prolapso rectal: el estreñimiento crónico, el esfuerzo defecatorio y la laxitud del tejido, así como la debilidad del suelo pélvico, pueden favorecer la aparición de un prolapso rectal, cuando el recto se desplaza fuera de su posición normal y sobresale desde el ano.
Incontinencia fecal: la acumulación de heces podría conducir a la incapacidad para controlar su salida, dando lugar a una incontinencia fecal por rebosamiento.
Impactación fecal es una de las complicaciones más temidas. Consiste en la acumulación de heces endurecidas en el colon, que el paciente es incapaz de expulsar. La preocupación de sufrir una impactación fecal se debe a que es un problema muy difícil de detectar, suele pasar desapercibido hasta que desencadena problemas más importantes.
Asimismo, Fernández Letamendi apunta que una persona que sufre estreñimiento crónico puede estar haciendo escasa deposición o, incluso, lo que se conoce como pseudodiarrea, es decir, deposiciones líquidas pero escasas y con mucosidad e incontinencia. Por esta razón, la persona no piensa en ello habitualmente e, incluso, "se refiere que 'hace deposición diaria y líquida'. Esto hace que se tomen medidas astringentes empeorando el cuadro", añade.
Los pacientes dependientes, inmovilizados y, con mucha frecuencia, institucionalizados, son los que más padecen este problema intestinal. Pero, las anteriores complicaciones no son las únicas que puede acarrear, el estreñimiento también puede ocasionar otras. Estas son algunas de ellas:
- Cuadros de suboclusión – oclusión intestinal que acaben terminando en:
- Síndrome confusional agudo.
- Favorece la retención aguda de orina y la infección de orina.
- Hiporexia o negativa a la ingesta en pacientes con demencia.
Por otro lado, la doctora declara que ciertos medicamentos pueden favorecer la aparición de estreñimiento: "Hay que tener en cuenta que la mayoría de fármacos que se utilizan en los pacientes mayores con deterioro cognitivo o trastornos del ánimo importantes provocan estreñimiento y, a su vez, al tener que filtrarse y eliminarse por el hígado, este estreñimiento puede favorecer que no se elimine bien, acumulando mayor efecto de dosis".
Finalmente, Letamendi destaca que es "absolutamente desaconsejado" tratar el estreñimiento crónico por nosotros mismos, sin una supervisión médica debido a que "muchos productos de parafarmacia (laxantes u otros productos denominados 'naturales' como las semillas de sen, por ejemplo, pueden provocar importantes efectos secundarios, algunos de ellos muy graves", aclara.
Por tanto, la especialista sostiene que la persona debe acudir a un geriatra. Este profesional cualificado valorará qué tipo de laxante será más beneficioso en cada caso y ajustará la medicación que el paciente toma, eliminando los fármacos que no sean imprescindibles y que empeoren la situación o sustituyéndolos por otros más adecuados. Además, el geriatra le recomendará los hábitos higiénico- dietéticos adecuados al estado de la persona.
