Tras la irrupción de la pandemia, el 41 por ciento de la población reconoció que su salud emocional había empeorado. En el caso de la salud mental, se ha agudizado al pasar de un 25 por ciento en el 2020 al 33 por ciento en la actualidad.
Así lo refleja el informe 'Salud y Nuevos Hábitos digitales', realizado por Fundación MAPFRE (@fmapfre) y Salvetti Llombart. Actualmente, el 36 por ciento de las personas reconoce haber experimentado un "bajón" en esta dimensión de la salud, una realidad que, según el informe, afecta más a las mujeres (40 por ciento) y a aquellas personas entre los 27 y 35 años (42 por ciento).
Los ciudadanos definen el nuevo problema de salud desde una doble perspectiva, la positiva, como el uso responsable de los dispositivos y contenidos digitales, y la negativa, que seis de cada diez vincula a la adicción al mundo digital y al uso excesivo (30%).
Los encuestados reconocen que un aspecto positivo de la pandemia ha sido la digitalización, que ha permitido estar conectados y así poder realizar teletrabajo, estudiar o relacionarse con el entorno más cercano.
Problemas de internet
Por otro lado, el informe ha revelado que los españoles se conectan a internet una media de seis horas diarias, el doble de lo que lo hacen al teléfono móvil, cifras que ponen de manifiesto un claro aumento de la demanda del tiempo de conexión.
El 77 por ciento lo ha incrementado con respecto a 2019. Concretamente, el colectivo de jóvenes entre 20 y 26 años han aumentado su tiempo de conexión un 90 por ciento.
Asimismo, la mayoría de las personas ha asegurado no tener problemas para utilizar las nuevas tecnologías. Esto se ha puesto de manifiesto en el aumento de uso de canales digitales que se han usado para comunicarse (54%), como las redes sociales que alcanzan un 37 por ciento.
Entre los riesgos más frecuentes de la digitalización, la mitad de los encuestados han destacado el cansancio visual, la pérdida de contacto físico, aislamiento social y falta de relación con el mundo real; ausencia de reconocimiento de noticias verdaderas o fake news; conexión constante al trabajo o el sedentarismo entre otros.
