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Una nueva investigación, publicada en la revista 'One Earth', revela que las promesas de las empresas de reciclar o reducir los plásticos no se traducen en un menor uso de los mismos.
La contaminación por plástico está saturando los vertederos, ensuciando las costas de la Tierra y afectando a la salud de los animales, incluidos los seres humanos, al tiempo que contribuye a la degradación del medio ambiente y al cambio climático.
A medida que aumentan las expectativas del público en cuanto a la responsabilidad de las empresas y que un número cada vez mayor de ellas se compromete a reducir el uso de plásticos, los investigadores detallan en su estudio cómo el hecho de que las empresas más grandes y poderosas del mundo se centren en el reciclaje en lugar de en la reducción del plástico virgen hace que sus compromisos sean menos significativos.
El estudio se centró en las 300 empresas más importantes de la lista Fortune 500 y descubrió que el 72% se había comprometido a reducir la contaminación por plástico.
"La mayoría de los compromisos hacen hincapié en el reciclaje de plásticos y suelen dirigirse a los plásticos generales -escriben los autores, dirigidos por Zoie Taylor Diana, investigadora medioambiental del Laboratorio Marino de la Universidad de Duke (Estados Unidos)-. Son soluciones importantes, pero parciales, si queremos abordar de forma integral el problema de la contaminación por plástico".
"Entre 1950 y 2017, la producción de plásticos se multiplicó por 174 y se prevé que vuelva a duplicarse para 2040, recuerdan. A partir de 2015, se estima que el 79% de los residuos plásticos mundiales estaban en los vertederos o terminaron en el medio ambiente natural, el 12% fue incinerado y el 9% fue reciclado. Los plásticos en el medio ambiente tienen repercusiones negativas en todos los niveles de la organización biológica", añaden.
El documento destaca que las empresas se centran en cambiar sus pautas de consumo y producción, a menudo incluyendo más contenido reciclado en sus productos y el "aligeramiento", es decir, la práctica de reducir marginalmente el volumen de plástico utilizado para envasar un determinado producto.
Vigilancia científica a las grandes firmas
"En nuestra revisión bibliográfica, descubrimos que muchas empresas, como Coca-Cola Company y Walmart, están fabricando productos de plástico más ligeros y pequeños (por ejemplo, botellas y bolsas), escriben. Este 'aligeramiento' del plástico se considera una respuesta insuficiente porque las empresas pueden reinvertir este ahorro en mercados que implican nuevos productos de plástico y/o aumentar la masa total de plástico producida. Dado que el número de productos de plástico aumenta cada año, el uso de esta práctica no se traduce en una reducción neta de plástico", advierten.
De cara al futuro, los autores afirman que la comunidad científica debe seguir vigilando las prácticas de plástico de las grandes empresas y los efectos que los plásticos tienen en el planeta.
"Los científicos (incluidos los científicos naturales, de la vida y sociales) tienen un papel importante en el seguimiento y la definición de los problemas medioambientales, lo que puede ayudar a responsabilizar a las empresas", concluyen.