Irene Alcaraz
Sociedad
Protege tus ojos del cloro de la piscina con estos sencillos consejos
Contrario a lo que se piensa, la irritación ocular en realidad está causada por las cloraminas
No hay quien se resista a un chapuzón en plena ola de calor. Al fin y al cabo, un verano sin piscina es como una fabada fría: incompatible. Donde sí que puede surgir cierta incompatibilidad es con el cloro de la piscina y la salud de nuestros ojos. Aunque no es del todo cierto: oftalmólogos niegan que la irritación se produzca directamente por el cloro.
Por eso hoy te contamos las causas del escozor en los ojos y te ofrecemos las pautas y remedios para decir adiós a las molestias oculares tras el baño.
¿El cloro es malo?
El cloro es un agente químico que se utiliza para desinfectar las piscinas, por lo que se le culpa de ser el causante de la sequedad en la piel y rigidez en el pelo. Asimismo, se le culpa de provocar ardor en los ojos. Sin embargo, Hug March, investigador de la Universitat Oberta de Catalunya, explica que el verdadero causante son las cloraminas:
“Las cloraminas se forman cuando el cloro libre reacciona con compuestos ricos en nitrógeno, y ocurre que orina y sudor son ricos en este elemento. De modo que, cuando el cloro libre entra en contacto con ellos, su producción se acelera”.
Esto significa que, muchas veces, la irritación se produce por la mezcla de sudor y orina con el cloro. A esto hay que sumarle otros elementos que pueden terminar en la piscina y ser de por sí irritantes: crema solar, suciedad de los pies, pelos, hojas secas, etc.
Más dañino con la edad
Las cloraminas son especialmente dañinas para las personas mayores. Esto se debe a que, con la edad, se pierde la producción de lágrimas naturales, por lo que se aconseja aplicar lágrimas artificiales con asiduidad.
Cómo prevenir los ojos irritados
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Usar gafas de natación o de bucear: si eres de los que opta por la seguridad, lo mejor es adquirir unas gafas para nadar. Cuestan poco y te aseguran que tus ojos no entrarán en contacto con el agua clorada. Si no llevas tus gafas a la piscina, entonces sigue los demás consejos.
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No echarse crema de sol ni otras cremas irritantes en el contorno inmediato de los ojos, ya que con el agua fácilmente se puede extender y terminar produciendo molestias
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No abrir los ojos bajo el agua: en la medida de lo posible, es importante no mantener los ojos abiertos y no pasar mucho tiempo dentro del agua.
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Usar las duchas antes y después de bañarse para retirar cloro y otras impurezas que pueda tener el agua.
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Secarse los ojos al salir: basta con dar toquecitos suaves con una toalla limpia sobre los parpados hasta que notemos que el contorno está seco.
Soluciones posteriores
A pequeños males, ligeros remedios. Si aun con todas estas medidas se te han enrojecido los ojos, lo mejor que puedes hacer es aplicar unas gotitas de colirio que aliviarán la sensación de irritación y, seguramente, dejarán el picor de ojos en una anécdota veraniega.
El colirio se puede adquirir en la farmacia sin necesidad de receta médica a un precio muy asequible.
Si pasado un tiempo persiste el picor, lo mejor es acudir al médico de cabecera o a un oftalmólogo que evalúe la situación.