Un pueblo español abandonado se encuentra entre los más espectaculares del mundo

En España hay numerosos pueblos y ciudades en los que antiguamente se escuchaban las voces de sus vecinos, pero a día de hoy, solo abunda el silencio provocado por el más absoluto abandono. Bien por guerras, éxodo rural o inundaciones, muchos municipios que hace años estaban habitados, a día de hoy son conocidos como los 'pueblos fantasma'. 

En concreto, el abandono de este pueblo se produjo por una de las batallas más famosas y memorables de la guerra civil española. A día de hoy, es considerado una joya turística debido a las vivencias durante las batallas bélicas. Se trata de Belchite, un pequeño pueblo situado en la provincia de Zaragoza (Aragón), el cual ha conseguido entrar en el ranking de "Las ciudades y pueblos abandonados más fascinantes del mundo", elaborado por el medio de comunicación americano 'CNN'. 

En este ránking hay 10 ciudades o pueblos elegidos por la 'CNN', por lo que se trata de una selección bastante exhaustiva y selectiva. Así que, para saber por qué ha llamado la atención a los americanos este pueblo español, veamos qué le caracteriza.

Las ruinas de Belchite son el espejo que ayuda a imaginar cómo fue una de las batallas más duras de la Guerra Civil española. Ocurrieron durante el verano del año 1937, concretamente entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre.

Durante ese periodo de tiempo, el ejército republicano atacó al pueblo donde se encontraba el ejército nacional con la finalidad de conquistarlo antes de lanzar un asalto a Zaragoza, ciudad situada a 49 kilómetros del municipio. Dicha batalla perduró 14 días dejando cifras y consecuencias desoladoras: murieron más de 5.000 personas y el pueblo quedó en ruinas.

Lo que se decidió durante el régimen de Franco, es que se no se reconstruyera y se construyera uno nuevo justo al lado de las ruinas llamado 'Belchite Nuevo', que se inauguró en 1954, según indica el periódico Heraldo. 

Para las personas que estén interesadas por ir a visitar Belchite, deben saber que la ruta de sus ruinas comienza en el Arco de la Villa, justo en la entrada principal del municipio. Se caracteriza por su estilo barroco-mudéjar y se estima que pertenece al siglo XVIII. 

Por otra parte, también podemos encontrar otras calles y edificios donde se pueden visitar dos iglesias: la de San Martín de Tours y la iglesia de San Juan. La primera era la parroquia principal, siendo su fachada construida en el siglo XVIII y todavía estando en pie.

Por último, uno de los edificios religiosos del pueblo es el famoso convento de San Rafael, inaugurado en 1781. Se trataba de la casa de las niñas huérfanas del pueblo y estaba dirigido por las monjas dominicas​.