El pueblo madrileño que tiene un único habitante y es un conocido actor
Paco Racionero es el propietario de la única edificación que hay en pie en Bellidas
El mapa de los pueblos de España que tienen solo un habitante
El fenómeno de la despoblación se viene sufriendo desde hace siglos atrás, pues ya desde el comiezo de la revolución industrial en Gran Bretaña en el siglo XVIII se viene reportando este hecho. Aunque en el caso español este éxodo rural, la migración del campo a la ciudad, no se daría hasta bien entrado el siglo XIX. Los motivos son simples: supervivencia o búsqueda de mejoras en la calidad de vida que ya no eran posibles en el entorno rural.
Esto acaba en la problemática que hoy se denomina como "España vaciada", que no deja de ser lo mismo que ya venía sucediendo desde ese entonces. Las consecuencias visibles de este fenómeno de despoblación están en los pueblos que han quedado desiertos en España. Ejemplo de ello es Bellidas, un núcleo despoblado que pertenece al pueblo de Piñuécar, en el valle del Lozoya (Madrid).
Este "pueblo fantasma" actualmente solo cuenta con un habitante, el actor Paco Racionero, que ha interpretado personajes en las series Los ladrones van a la oficina, Aquí no hay quien viva, Cuéntame como pasó, Al salir de clase u Hospital central, entre otras. Este artista es el propietario de la única edificación que hay en pie en el pueblo, conocida como el caserío de Bellidas.
La historia de Bellidas
El origen de este núcleo poblacional se remonta al siglo XVII, cuando se inició un proceso de empobrecimiento del campo por el agotamiento de la tierra, la sequía y el éxodo de la población rural a lugares en proceso de industrialización, como Madrid. Debido a ello, se comenzaron a crear asentamientos en la Sierra Norte de la capital, motivados también por la gran actividad ganadera de la Cañada Real de Segovia. El resultado fue el crecimiento de esos asentamientos hasta su conversión en pueblos, como es el caso del despoblado de Bellidas. Aunque también el de la Ventosilla y las poblaciones de Piñúecar y Gandullas, ubicadas a unos 80 km de Madrid.
El Ayuntamiento de Piñuécar-Gandullas confirma la evolución en cifras de los vecinos. Así, Piñuécar contaba con 54 vecinos en 1554,10 en 1656 y 24 en 1782. Por su parte, Gandullas tenía 43 vecinos en 1554, 15 en 1656 y 20 en 1782.
Sobre el origen de su nombre hay varias teorías. Una de ellas apunta a que se refiere a una fuente porque es un adjetivo usado en topónimos como Fonbellida o Fuentebellida, que significa generosa, abundante y que nunca cesa -el agua constante de una fuente-. Aunque en el caso de Bellida desaparece la palabra "fuente" del nombre, gracias a los relatos de los mayores se conoce que hubo una fuente en el pueblo aunque hoy esté desaparecida, como especifica el Ayuntamiento.
Otra teoría se decanta más por la influencia judía en el lugar, que contaba con una población de personas de esta religión considerablemente mayor a la de los pueblos aledaños. Y es que "Vellida" era un nombre común entre las mujeres judías.
Bellidas: turismo y visita
Aunque el surgimiento de esta población fue gracias al éxodo rural, hoy esta le ha supuesto quedarse con tan solo un habitante. Tal como indica el Ayuntamiento, en 1955 los últimos habitantes de Bellidas se marcharían a otros núcleos o incluso a la ciudad de Madrid buscando nuevas oportunidades. Además, "para ese año el poblado aún no disponía de luz eléctrica y, a pesar de no estar sufriendo pobreza agropecuaria, sería el momento de la despoblación definitiva". Hoy solo cuenta con una única construcción en pie, el caserío de Bellidas, donde vive el actor Paco Racionero.
De paseo por Las Bellidas, pueblo abandonado en el norte de la Comunidad de Madrid pic.twitter.com/3u5c9sLxnG
— oɹpǝԀ (@pedrito_ve) March 21, 2021
No obstante, el ayuntamiento de Piñuécar-Gandullas promociona el turismo en la zona, siendo posible visitar el despoblado por una ruta a pie o en bicicleta de montaña que se inicia en el Ayuntamiento. Este mismo destaca que "su principal interés radica en la fácil transitabilidad en todo el trayecto, que lo hace accesible", incluso para personas con movilidad reducida que deban ir en silla de ruedas.
Aunque la Comunidad de Madrid no pierde población por su condición de capital, sus alrededores rurales reflejan el fenómeno de la despoblación, que es alarmante en Extremadura, Galicia, Castilla y León y Asturias.
