La regulación del agua en la hostelería en España es algo que no termina de concretarse, a pesar de que la Unión Europea dispone desde hace dos años una legislación que favorece el agua corriente gratuita.
A día de hoy son muchos los consumidores que siguen preguntándose si pueden cobrarles por un vaso de agua del grifo.
El agua es un derecho humano
En España no hay unanimidad. Puede pasar que si te sientas en Andalucía, Baleares, Castilla y León o Navarra, el vaso de agua del grifo te lo sirvan nada más sentarte, mientras que en sitios donde el agua no sabe bien, no es lo habitual.
Y es que aunque el agua sea un derecho fundamental, según la ONU, en la práctica no es verdad. La realidad es que exceptuando esas cuatro comunidades, en el resto de establecimientos no están obligados a proporcionar agua del grifo gratis. De hecho, puede que haya locales que se nieguen a proporcionarte agua del grifo, y prefieran cobrarte una botella de agua embotellada.
El agua envasada en los locales puede llegar a ser más cara que cualquier refresco: medio litro puede costar 3,90 euros.
La decisión de cada establecimiento
La Asamblea de la Comunidad de Madrid aprobó en diciembre 2019 una proposición de no ley para fomentar el consumo de agua del grifo, aunque se quedó en una mera recomendación, no en una obligación.
La realidad es que la decisión de proporcionar o no agua del grifo depende de los dueños de los establecimientos y, por tanto, ellos también son los que deciden si ponerle precio o no al agua del grifo. Al consumidor solo le queda acatar la pauta de cada restaurante, o cambiar de local. Aunque lo que no pueden hacer es cobrar por agua del grifo si no está en la lista de precios, y ahí si que se podría reclamar.