Las puertas de los colegios se llenan de abuelos esperando a sus nietos: "Los recojo todos los días"

Los abuelos también vuelven al cole

Con la vuelta al cole de los más pequeños son muchos los padres que necesitan ayuda para recoger e incluso llevar a sus hijos al centro escolar. Según una encuesta realizada por la Fundación Alares, el 71% de las familias vuelve a recurrir a los abuelos para que se hagan cargo del cuidado de sus nietos durante el horario lectivo (y también después), ya que el 49% no podría continuar con su jornada laboral, sino fuera por sus familiares mayores.

65Ymás se ha desplazado hasta los colegios de la Comunidad de Madrid donde son muchos los mayores que esperan a la puertas de los colegios para recoger (sobre todo) a sus nietos más pequeños, que se lanzan a los brazos de sus abuelos en cuanto los ven, y empiezan a contarles qué tal han ido sus primeras horas del nuevo curso escolar, bajo la atenta mirada de sus mayores.

Entre todos los adultos que están a las puertas del Colegio Nuestra Señora de Loreto está Zulema (que prefiere que no le hagan fotos) esperando a que salgan sus tres nietos, donde años atrás esperaba a que lo hicieran sus hijos: “Lo hago desde que me jubilé. Casi todos lo días los recojo, para mí es una distracción. Me encanta hacerlo”, comenta a este diario. Después de recogerlos se va con ellos a su casa donde además de comer juntos, también pasan la tarde, la mejor rutina para Zulema, según ella misma.

Colegio, comidas y tardes juntos

Por la misma zona se encuentra el Colegio Nuestra Señora del Pilar, donde María no aparta los ojos de sus dos nietas pequeñas, que salen corriendo si se descuida: “Recojo a mis nietas todos los días porque sus padres están trabajando en casa, y aunque viven cerca del colegio, las llevo yo que también vivo por aquí y comemos todos juntos”, explica. Y al igual que Zulema, recoger a sus nietas del colegio forma parte de la rutina diaria de María desde que se retomaron las clases tras el confinamiento, algo con lo que está encantada, ya que no le supone ningún esfuerzo.

Y ya de camino a casa van Julián y su nieta, que desde que comenzó el colegio hace cinco años espera a sus abuelos a las puertas del colegio: “Todos los días si no soy yo, es mi mujer quien recoge a nuestra nieta. Comemos todos juntos y también pasamos la tarde”, explica Julián, que también se encarga de acercarla todas las mañanas al comenzar las clases. 

María, Julián y Zulema son tan solo tres ejemplos de una misma realidad: los abuelos siguen siendo los primeros en cuidar de sus nietos cuando sus padres no pueden hacerlo por trabajo. Y por las caras de ilusión de los niños al ver a sus abuelos, y la de estos al ver como sus pequeños se abalanzan sobre ellos y empiezan a contarles qué es lo que han aprendido ese día sin casi pararse a respirar, no cambiarían este reencuentro diario por nada.