El 'boom' de las residencias de mayores, un sector 'imán' para los fondos de inversión
El sector de las residencias de mayores ha quedado en entredicho tras escándalos como el de Los Nogales, que ha provocado que tanto las empresas concesionarias como la administración autonómica hayan pasado a estar bajo la lupa de la opinión pública y de los medios de comunicación. Es más, se ha llegado incluso a crear una Marea de Residencias, formada por trabajadores y familiares para reivindicar los derechos de los residentes.
Ante esta situación, 65Ymás ha analizado con todos los actores implicados: sindicatos (@UJP_UGT), patronal (@cea_ps), Comunidad (@ComunidadMadrid) y familiares (@pladigmare), las principales debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de este sector.
En lo único que coinciden todos es en asegurar que hacen falta más medios para dar un mejor servicio y en que debería ser el Estado Central el que aporte más medios económicos para cumplir con la Ley de Dependencia. Así, la patronal achaca los problemas en las residencias a la falta de financiación pública y no hace autocrítica sobre la gestión de estos centros y, desde la Comunidad, hablan de "signos de falta de sostenibilidad del sistema".
En cuanto a los sindicatos y familiares entienden que ha habido "dejación de funciones" por parte de la administración y que una de las causas del mal servicio que se da en algunas residencias es su "privatización".
Debilidades del sistema
En este mismo sentido opina el secretario general de la Unión de Jubilados y Pensionistas de la UGT y miembro del Consejo Asesor de 65Ymás, Anatolio Díez. "Sin duda alguna, si hemos de hablar de debilidades, la primera sería la gestión privada en cuyas manos mayoritariamente está el negocio de las residencias para mayores, hoy, éstas son vistas, por sus empresarios propietarios, más como un nicho de negocio rentable que exclusivamente busca el beneficio financiero", sostiene.
El sindicalista denuncia también que "sólo 25 residencias" son públicas sobre un total de más de 400 en toda la Comunidad. Además, critica que las gestionadas por la autonomía "tienen un agujero" con "un déficit de 215 empleados" y, en los centros privados, la situación no es mejor, ya que también hay una gran carencia de personal.
Por su parte, los familiares, representados en la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en Residencias (Pladigmare), comparten con los sindicatos que las ratios de personal no son las adecuadas para dar una buena atención a los residentes y denuncian asimismo que los trabajadores sufren "precariedad" y "falta de formación", con sueldos que en muchos casos no alcanzan los 1.000 euros. Aun así, consideran que el problema no sólo reside en la falta de auxiliares y apuntan a que también se deberían renovar las instalaciones de muchas residencias. "La mayoría de los centros de titularidad pública se construyeron hace mucho tiempo y están pensados, en cuanto a condiciones materiales, sobre todo para gente válida", explica el presidente de Pladigmare, Miguel Vázquez.
Para el representante de los familiares, "la normativa es dispersa y muy antigua, con lo que resulta muy difícil que los familiares, no digamos ya los residentes, puedan enterarse bien de cuáles son sus derechos". "Finalmente, la falta de control por parte de la Administración de lo que pasa en las residencias privadas con auténticas vulneraciones de derechos de muchos de los residentes y sus familias cuando, por ejemplo, se les conmina a abandonar la Residencia como consecuencia de sus quejas", apunta. Por esta razón, desde Pladigmare demandan más órganos de representación para que estos puedan controlar y verificar lo que sucede en los centros.
Sindicatos: "La credibilidad del sistema es una de las principales amenazas que tienen las residencias para mayores".
Sin embargo, la patronal y la Comunidad de Madrid ven que el sistema tiene otras debilidades. En primer lugar, desde Círculo de Empresas de Atención a las Personas (CEAPs) entienden que una de las principales deficiencias del sistema es "el precio que se paga por las plazas de concierto", puesto que lo consideran bajo. Igualmente, piden a la administración que se cambien algunos aspectos del modelo de concertación. Por ejemplo, critican que "la propia Ley obliga a atender a todas las personas que envíe la administración aún conociendo que con el precio por el que la residencia ofrece los servicios no se pueden ofrecer unos de calidad".
Por otro lado, la Consejería de Políticas Sociales, Familia y Natalidad, dirigida por Alberto Reyero, plantea que la principal debilidad del sistema es "la desigual financiación por parte del Estado (20%) y de la Comunidad de Madrid (80%) de la Ley de Dependencia, que supone una falta de recursos para mejorar la cantidad y calidad de las plazas en residencias de mayores y en servicios como la Ayuda a Domicilio". Asimismo, destacan que haría falta "una adaptación normativa" e "implantar nuevos servicios que atiendan otras perspectivas olvidadas para las personas dependientes como, por ejemplo, el marco comunitario y de participación".
Principales amenazas a las que tiene que hacer frente el sector
También ven en la Comunidad ciertas amenazas que se ciernen sobre el sistema de residencias de mayores. "Tiene los primeros síntomas de falta de sostenibilidad por la ausencia de financiación respecto a la oferta y demanda de servicios para las personas dependientes y las que lo podrán ser potencialmente en un futuro", aseguran. Y es que, desde la administración autonómica, entienden que "el aumento de las situaciones de dependencia" y el "entorno económico complejo" suponen un reto en relación con el sistema residencial.
Para la patronal, la amenaza tiene que ver de nuevo con el precio que se paga por los servicios concertados. "Es tan ajustado, que las residencias que ofrecen calidad y atención no optan al concurso porque saben que, dentro del sistema público y con los precios que ofrece la administración, no se puede optar", apuntan.
Familiares: "Muchas personas mayores se verán obligadas a tener que vender su patrimonio para poder pagar una residencia".
"La credibilidad del sistema es una de las principales amenazas que tienen las residencias para mayores", sostiene por su parte el representante de la UGT, Anatolio Díez. Aunque matiza: "Ésta vendrá dada cuando su gestión nazca realmente de la necesidad de ofrecer un servicio social a quienes lo necesitan, servicio que debe ser prestado por profesionales con formación técnica y sentido del significado que tiene el trabajo social".
En cuanto a los familiares, estos ven una "amenaza" en la falta de plazas residenciales, puesto que, tal y como apunta el presidente de Pladigmare, "existe un déficit de unas 8.000 según las recomendaciones de la OMS". "No existe ningún Plan de construcción de Residencias públicas en una Comunidad como la nuestra, en la que el 92% de las residencias está en manos privadas. Esto va a significar un colapso de las plazas en las residencias públicas, un incremento de las cantidades que deben pagar los Residentes como consecuencia del incremento que deberá haber de plazas concertadas y un aumento de los precios en las residencias privadas debido al exceso de demanda. Muchas personas mayores se verán obligadas a tener que vender su patrimonio para poder pagar una residencia", explica el representante de los familiares.
Además, Miguel Vázquez considera "peligroso el desembarco en las residencias de los Fondos de Inversión, que ven un claro nicho de negocio en las mismas debido a las bajas ratios y a la falta de control de calidad existente por parte de la Administración".
Las fortalezas
Por otro lado, el familiar, aunque muy crítico con el sistema residencial, sí que le ve algunos puntos positivos o, al menos, cierto margen para cambiarlo y mejorarlo. "Sus debilidades son una oportunidad para que se conviertan en sus puntos fuertes. Es importante la existencia de una Agencia como la AMAS que se ocupa de la gestión de las residencias públicas. Habría que llevar a la práctica la moción 4/2018 de la Asamblea de Madrid que aprobó que fuera esa Agencia la que se hiciera cargo de todas las residencias públicas que están en manos privadas", apunta. De igual modo, opina Vázquez, "el hecho de tener asumidas las competencias sobre Servicios Sociales por parte de la Comunidad de Madrid debería permitir modificar las actuales ratios tanto en aumento de las mismas, cuanto en los criterios que se aplican para establecerlas".
No obstante, no todos ven fortalezas en este sector. "Si a la mala gestión, sumamos la falta de credibilidad, a ésta las sanciones y cierres que se han producido, sin contar con los fallecimientos por negligencia, y acabamos con la falta de recursos humanos y técnicos, sinceramente pocas o ninguna podemos encontrar en el sistema actual de gestión política de las residencias para mayores", sostiene el secretario general de la UJP-UGT.
La principal fortaleza del sistema para la patronal: "La regularidad de pagos de las administraciones".
Otros, consideran que un punto fuerte del sistema es "la regularidad de pagos". Y es que, según CEAPs, "las administraciones están al día, lo que lleva a las empresas a confiar y seguir trabajando con las instituciones y a que haya un trabajo conjunto".
Finalmente, en relación con esta misma cuestión, la Consejería autonómica asegura que "el alto nivel de profesionalización, con trabajadores cada vez más experimentados" es una fortaleza. Asimismo, valoran positivamente "la evolución y desarrollo en la aplicación de la Ley de Promoción de la Autonomía y Atención a las Personas en Situación de Dependencia".
¿Qué oportunidades ofrece el sistema residencial?
"Evidentemente, con la apuesta desmesurada del actual Gobierno regional por privatizar todo vestigio de servicio público, hay una oportunidad de negocio para todo aquel empresario que busque un nicho rentable para su capital, cada día hay más personas mayores y por tanto mayor necesidad de plazas residenciales, si éstas encima están subvencionadas por dinero público y prácticamente sin políticas de inspección hacia la gestión que se realiza en las mismas, como es el caso, pocos sectores pueden hoy tener unas posibilidades de rentabilidad mayor", responde Anatolio Díez.
Sin embargo, tanto él como el presidente de Pladigmare entienden que si se enfoca y financia correctamente el sector, éste puede ofrecer muchas oportunidades. "Por una parte, es un foco de creación de puestos de trabajo. Por otra, se pueden mejorar notabilísimamente las condiciones de vida de nuestros mayores con una formación de los trabajadores centrada en el respeto a la vejez y el buen trato", apunta Vázquez.
Comunidad de Madrid: "La sociedad está cada vez más concienciada del valor de la vejez".
Por su parte, la patronal entiende que se deberían analizar otros parámetros como el de buen servicio. "Lo que se pretende es establecer un diálogo y un modelo de trabajo conjunto que permita buscar un precio sostenible que permita mantener la calidad y la atención y donde se prime el buen servicio por encima del coste", concluye.
Por último, en la Comunidad de Madrid aseguran que el sistema residencial ofrece oportunidades para el futuro. Según la Consejería de Políticas Sociales, hay factores que juegan a favor de este sistema como que la sociedad está "cada vez más concienciada del valor de la vejez".