
Existen decenas de filias, ¿conocías esta?

La norma suele ser que las personas sientan atracción sexual o no por otros seres humanos de edades similares o, cómo mucho, una década mayor o menor.
No obstante, hay un porcentaje de la población joven que siente atracción por los mayores, un gusto por las personas de más edad, que se conoce como gerontofilia –del griego, géros (anciano) y filía (amor)–.
En concreto, para que se considere como tal: la diferencia de edad debe ser grande –más de 35 años–, no tiene por qué haber un enamoramiento por una persona concreta sino general y la excitación por los atributos de esta población debe ser recurrente.
Y es que se trata de una atracción por el hecho de ser mayor, no por la persona en sí. Por ello, esta filia suele tener conotaciones sexuales más que románticas –aunque no tiene por qué–.
Además, puede considerarse como un trastorno, o no. Es más, la gerontofilia fue considerada como patológica en ciertos libros de psicología.

Por otra parte, puede ser heterosexual u homosexual y también puede ser de un hombre joven hacia una mujer mayor o viceversa (alfamegamia y matronolagnia).
Asimismo, puede ser más sexual y extrema –excitarse sólo con atributos de personas mayores– o más platónica, es decir, querer pasar tiempo con éstas por gusto por la experiencia u otras características de las personas de más edad.
Eso sí, todo esto no tiene por qué ser algo malo en sí, ya que el sexo y el amor no tiene por qué entender de edad, aunque en ciertas ocasiones pueda causar cierto rechazo social, lo que, posteriormente, genera un malestar psicológico.
Aun así, sí que hay casos en los que esta filia resulta patológica, sobre todo, cuando la atracción es tan grande que impide a la persona realizar una vida completa o le genera insatisfacción.
En este caso, lo mejor es acudir a un profesional para que valore si lo que le pasa es que tiene una preferencia sexual no normativa o hay algo más –experiencias del pasado, traumas, disfunciones...–.