Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Tal y como indica el organismo internacional, se espera que de aquí a 2030, casi 23,6 millones de personas mueran por alguna enfermedad cardiovascular. Lo que muchos no saben es que las emociones positivas también pueden generar problemas de corazón, como el conocido síndrome de corazón feliz o síndrome Takotsubo.
El estudio, publicado en Harvard Health Publishing, afirma que en algunos casos la miocardiopatía por estrés puede ocurrir no solo por causas tristes, sino también por sentimientos de extrema alegría como, por ejemplo, una boda o el nacimiento de un hijo.
Además, la mayoría de casos de síndrome de corazón feliz se han identificado sobre todo en hombres. “Aunque se necesita más investigación en más pacientes, los resultados a corto y largo plazo parecieron similares independientemente de si las personas tenían el síndrome del corazón roto o feliz”, explica el artículo.
Entre las complicaciones que pueden sufrir los pacientes con el síndrome de corazón feliz se encuentran el shock cardiógenico, accidente cerebrovascular, un edema agudo de pulmón o incluso la muerte.
Un 4% de los pacientes analizados padecía este síndrome
“A pesar de su distinta naturaleza, los acontecimientos felices y tristes de la vida pueden compartir similares vías emocionales comunes, que en última instancia pueden desencadenar el síndrome”, explicó Christian Templin, médico del Hospital Universitario de Zurich (Suiza).
Templin analizó a 1.750 pacientes de Austria, Alemania, Estados Unidos y Finlandia, y se dio cuenta de que en 485 individuos en los que se detectó un “disparador emocional definido”, y en el 4% este síndrome ocurrió por causas buenas y felices. En los 465 restantes, el síndrome se produjo por hechos tristes.
“Creemos que este síndrome es un ejemplo clásico de un mecanismo de retroalimentación entrelazado en el que intervienen los estímulos psicológicos y/o físicos, el cerebro y el sistema cardiovascular. Tal vez los eventos felices y tristes de la vida, aunque inherentemente distintos, comparten vías comunes de salida del sistema nervioso central, que en última instancia conducen al síndrome de Takotsubo”, concluyó el experto.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.