Más de 50 millones de personas en todo el mundo tienen algún tipo de demencia, una cifra que se espera que aumente en los próximos años. Ni que decir tiene que ante esta situación es muy importante hacer todo lo que esté en nuestra mano para tratar de frenar el desarrollo de esta enfermedad.
La demencia hace referencia al deterioro progresivo de las facultades mentales que causa graves trastornos de conducta. Las pacientes con esta patología no solo se olvidan de hacer las tareas del día a día, también pierden la capacidad de reconocer objetos y personas, y en los estados más avanzados pueden olvidarse de comer, masticar o incluso caminar.
De hecho, uno de los retos de la sociedad científica es agilizar el diagnóstico precoz de esta patología para poder tratarla cuanto antes, y reducir así el impacto que puede tener en la persona que lo padece.
Aunque el alzhéimer es una de las formas más conocidas de demencia más comunes, existen otros tipos como el párkinson con demencia, la demencia vascular, la frontotemporal o las demencias por cuerpos de Lewy, según explican la Fundación Atilano Sánchez Sánchez en su pagina web.
Síndrome vespertino
Además de la pérdida de memoria, las personas con demencia pueden sufrir lo que se conoce como "síndrome de empeoramiento vespertino", que tal y como explican desde la página web de la Clínica Mayo, es un estado de confusión que suele aparecer al final de la tarde hasta la noche, y que según la Asociación de Alzheimer de Chicago, son varios los estudios que apuntan a que hasta el 20% de las personas con demencia se ven afectados por estos síntomas.
Es importante aclarar que no es una enfermedad en sí, sino un grupo de síntomas entre los que, además de la confusión, se puede sufrir ansiedad, agresiones, o incumplimiento de las indicaciones.
Los expertos de la Clínica Mayo aseguran que aunque no se conoce por qué las personas con demencia sufren esta confusión, algunos expertos apuntan a que puede deberse a una disfunción del ritmo cardiaco, que es el encargado de controlar los ciclos de sueño y vigilia.
Además de esto, otras de las causas por las que se ve acentuada esta confusión es por los siguientes motivos:
Fatiga
Pasar el día en un lugar desconocido
Poca iluminación
Entorno donde hay más sombras
Interrupción del reloj biológico
Dificultad para separar la realidad de los sueños
Tener hambre o sed
Las infecciones, como una infección de las vías urinarias
Estar aburrido o dolorido
Depresión
Consejos para reducir los síntomas
Desde la Clínica Mayo han recopilado una serie de consejos para reducir los síntomas de este síndrome:
Tener una rutina predecible para irse a la cama, caminar, comer y realizar actividades.
Planificar actividades y la exposición a la luz durante el día.
Limitar las siestas durante el día.
Limitar el consumo de cafeína y azúcar por la mañana.
Encender una luz de noche para disminuir la agitación que se produce al estar todo oscuro.
A la noche, reducir el ruido de fondo y las actividades estimulantes, incluida la televisión, lo cual a veces puede provocar ansiedad.
En los entornos desconocidos, llevar elementos familiares.
Escuchar música tranquila o sonidos de la naturaleza durante la noche.
Además, los expertos creen que la melatonina también podría ayudar a reducir los síntomas.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.