Quejarse constantemente daña a tu cerebro
Las hormonas producidas en momentos de estrés deterioran la salud física
La vida nos pone frente a situaciones estresantes casi cada día. La rutina frenética muchas veces nos lleva al límite e insertamos hábitos poco agradables en nuestra forma de ser. Un ejemplo de esto son las quejas, que pueden tener un efecto indeseable sobre nuestro cerebro.
Los contratiempos nos generan frustración y mal humor. Todos conocemos a alguien que siempre tiene algo de lo que quejarse y, nosotros mismos, también podemos ser esa persona si nos topamos con un mal día o encadenamos una mala racha.
En general, quejarnos nos sirve para desahogarnos y liberar la ansiedad generada por los problemas. Verbalizar la situación puede servir a algunas personas para exteriorizarlo y poder manejarlo con el apoyo de su entorno. Sin embargo, la ciencia ha evidenciado que convertir este comportamiento en un patrón continuo también puede impactar negativamente en nuestra salud.
Efectos negativos sobre el hipocampo
La queja puede ser adictiva y convertirse en una obsesión. Por eso, los expertos han advertido de los peligros que este hábito tiene sobre algunas partes del cerebro como, por ejemplo, el hipocampo.
El hipocampo se encarga, entre otras cosas, de la regulación emocional. Sus neuronas son fundamentales a la hora de resolver problemas, pero la negatividad de quejarse constantemente las daña.
La Universidad de Stanford ha llevado a cabo un estudio a través de resonancias magnéticas y han detectado que los niveles de estrés y la generación de hormonas vinculadas a ellos causa un encogimiento del hipocampo. Las conclusiones han sido recogidas por el Doctor Travis Bradberry en el libro How Complaining Rewires Your Brain For Negativity (Cómo quejarse lleva tu cerebro hacia la negatividad).
Otro centro que ha abordado la cuestión del estrés y las quejas ha sido la Universidad de California, que ha llegado a calificar el estrés como un “veneno para el cerebro”. Para combatirlo, recomiendan relativizar los problemas, trabajar las herramientas para gestionar las emociones asertivas y ser flexible.
