Quién puede vivir en una casa heredada: ¿pueden echarme otros herederos?

El fallecimiento de un familiar nunca es un momento fácil. El duelo se mezcla con las gestiones burocráticas, impidiendo en ocasiones que se termine de asentar el dolor.

Entre los eternos trámites que siguen a la pérdida está la repartición de la herencia. En ocasiones, esto puede suponer un alivio a la situación económica de los hijos o herederos, pero también puede causar un enorme conflicto entre hermanos. Por ejemplo, si no se llega a un acuerdo sobre qué hacer con una propiedad, pueden terminar en la vía judicial.

Cuando existen varias personas que se reparten los bienes, se debe hacer de forma proporcional, salvo que exista un testamento que indique lo contrario. En el caso del dinero de las cuentas bancarias, no suele haber problema. Los enfrentamientos tienen a llegar cuando no se sabe cómo proceder con una vivienda cuya propiedad queda repartida entre todos.

Las casas no pueden partirse en porciones, por lo que el diálogo es imprescindible. Toca pensar si compartir el inmueble y acordar las normas relativas a su uso y mantenimiento o si, por el contrario, se opta por vender la propiedad y repartir las ganancias, ya sea a un tercero o a uno de los herederos, que se convertiría en el único propietario tras conseguir el porcentaje de los demás.

Este acuerdo es fundamental si alguno de los herederos desea vivir en esa casa. De lo contrario, los hermanos podrían iniciar acciones para desalojarlo y pedir una partición del bien por la vía judicial.

¿Qué opciones existen?

La Ley de Propiedad Horizontal es la encargada de regular todos los casos sobre viviendas heredadas. Entre las situaciones que contempla está el supuesto en el que un hermano viva en el inmueble hereadado y el resto, disconformes, quieran echarle.

Para ello, hay tres vías que pueden emprenderse:

• Régimen precario. Si el heredero no tiene un título de propiedad formal o un acuerdo válido de alquiler, los demás hermanos podrían exigir que devuelva el inmueble. Por tanto, podría enfrentarse a un desahucio. 
• Régimen de comodato en una herencia. En este caso, existe un acuerdo que permite a uno de los herederos usar la casa, aunque hay un límite temporal fijado. Este tipo de vía se utiliza cuando el residente necesita tiempo antes de abandonar la casa y que se decida el destino final de la misma.
• División de una cosa común. Si, tras intentarlo, resulta imposible ponerse de acuerdo sobre qué hacer con la propiedad heredera, el caso puede pasar a los juzgados. Si se da esta situación, se procederá con la disolución de la indivisión y un juez determinará qué parte corresponde a cada uno de los hermanos. Esto puede ser solicitado en cualquier momento por cualquiera de los copropietarios.