Los rascacielos de Nueva York están hundiendo la ciudad

El skyline de Nueva York es una de esas imágenes que todo el mundo puede imaginar en su mente sin mucho esfuerzo. La Estatua de la Libertad o el Empire State Building son algunos de los iconos del mundo moderno que cualquiera conoce, aunque solo sea por las numerosas superproducciones cinematográficas ubicadas en la Gran Manzana.

Los grandes rascacielos son un símbolo de todo Estados Unidos. Es una de las formas arquitectónicas que llevan exportando al resto del mundo desde el siglo XIX, cuando la Escuela de Chicago dio forma a un estilo marcado por la verticalidad y altura. Sin embargo, este rasgo tan característico que ha sido el orgullo de las ciudades y una promesa de futuro y progreso, ahora está hundiendo una de las joyas de la corona estadounidenses: Nueva York pierde entre uno y dos milímetros anuales de media.

Así lo ha puesto en evidencia un estudio publicado en Earth's Future. La Gran Manzana se hunde de forma desigual, con zonas más afectadas que otras, algo que no casa bien con la subida del nivel del mar provocada por la crisis climática y la pérdida de masa glaciar. Desde 1950, el agua ha ascendido 22 centímetros.

En general, el hundimiento del terreno no es un fenómeno nuevo. Las placas tectónicas se sumergen y emergen lenta pero constantemente. Sin embargo, a este proceso natural, se ha unido la acción humana. Mientras caminamos por las calles, no solemos preguntarnos qué hay bajo nuestros pies. Todo parece sólido e inamovible, pero lo cierto es que vivimos sobre todo tipo de materiales, entre ellos algunos blandos. En el caso de Nueva York, se yergue sobre un lecho rocoso sólido, pero también hay arenas y arcillas.

Más de 8,4 millones de personas y cientos de edificios pesados construidos en alturas increíbles. Esta configuración urbana genera un peso de 760.000 millones de kilos. Según los expertos, esta cifra equivale a más de 140 millones de elefantes que llevan empujando los materiales del suelo más de cien años.

Inundaciones y huracanes, cada vez más peligrosos

Lo que fue un gran avance técnico, como la construcción en altura, es hoy un grave problema. Las consecuencias del hundimiento se unen a las de la crisis climática para dar como resultado un creciente peligro de inundaciones. Los científicos tranquilizan y explican que no es un riesgo inmediato, pero sí algo que hay que prever y planificar.

En las últimas décadas, el avance del mar y el impacto de huracanes se ha agudizado por los efectos de la emergencia climática. Ya lo han demostrado en 2012 y 2021 los huracanes Sandy e Ida. Todo ello unido tiene importantes consecuencias, pues no solo se cobran vidas, sino que también pueden dañar y desestabilizar las estructuras de acero de los grandes edificios.

El origen de los rascacielos

Pero, ¿por qué se construyen edificios tan altos en Estados Unidos? El origen se encuentra en el siglo XIX en la ciudad de Chicago, cuando un gran incendio destruyó gran parte de las edificaciones en 1871. Tras este trágico suceso, el urbanismo se encargó de levantar de nuevo la urbe.

Esta situación dio lugar a que se disparase la especulación. Los edificios verticales eran ideales para sacar el máximo provecho a las parcelas de terreno, pues el suelo era caro. Poco a poco, gracias a los avances técnicos y a la incorporación de nuevos materiales como el acero o el hormigón, los inmuebles fueron ganando altura. Con el paso del tiempo, la tendencia se extendió por todo Estados Unidos y llegó al resto del mundo.