Álvaro Valdés
Sociedad
Recolección de setas: las normas que debes conocer para evitar una multa
Conoce las limitaciones y requisitos para poder disfrutar de la recolecta de setas este otoño
Con la llegada del otoño, los bosques españoles se llenan de vida con el crecimiento de setas, un regalo natural que atrae tanto a expertos micólogos como a aficionados que disfrutan de los paseos entre árboles y musgo. La recogida de setas no solo es una tradición profundamente arraigada en la cultura rural, sino que también ha ganado popularidad en los últimos años como una actividad recreativa para todas las edades. Sin embargo, este creciente interés también conlleva responsabilidades y normas que, de no respetarse, pueden acarrear sanciones considerables.
En muchas regiones, las autoridades han implementado regulaciones para proteger tanto el ecosistema como la seguridad de los recolectores. Dependiendo del área, es obligatorio contar con un permiso para la recolección de setas y exceder los límites permitidos puede resultar en elevadas multas. Este tipo de normativas busca equilibrar el disfrute de esta actividad con la sostenibilidad y conservación de los recursos naturales. Es fundamental estar bien informado antes de lanzarse a los bosques, ya que la pasión por las setas podría tener un precio si no se cumplen las leyes vigentes.
Normativas y permisos
Ya son muchas las comunidades autónomas que han impuesto regulaciones para la recolecta de setas en sus bosques. En comunidades como Castilla y León, por ejemplo, es obligatorio contar con un permiso para recoger setas en montes catalogados, incluidos aquellos que no están acotados. Actuar sin este permiso podría ser considerado un delito, lo que subraya la seriedad de las leyes en torno a la recolección.
De esta manera, en Castilla y León no está permitido recolectar setas de manera descontrolada, ya que existen límites claros: solo se pueden recoger hasta tres kilogramos y bajo ninguna circunstancia estas setas pueden ser vendidas. Además, cuando la infracción genera daños entre los 10.000 y 1.000.000 de euros o cuando el tiempo necesario para la restauración del daño es de más de seis meses pero inferior a diez años, la infracción se clasifica como muy grave. Estas acciones no solo deterioran el entorno natural, sino que también implican un proceso de restauración largo y costoso.
Las sanciones varían según la gravedad de la infracción. Las leves pueden conllevar multas de entre 100 y 1.000 euros, mientras que las infracciones graves pueden alcanzar hasta los 100.000 euros. En los casos más graves, las sanciones económicas pueden dispararse hasta el millón de euros.
El impacto medioambiental
La recolección de setas, si no se realiza de manera responsable, puede tener efectos devastadores en el medio ambiente. Los micólogos insisten en la importancia de respetar las zonas protegidas y no dañar el micelio, la parte subterránea de las setas, que es esencial para su regeneración. El sobrepastoreo micológico, como se le conoce, puede llevar al agotamiento de los recursos naturales y las consecuencias pueden tardar años en revertirse.
Para recolectarlas correctamente se pueden usar dos técnicas diferentes: cogerla desde el tallo y con un giro de 360º sin tirones, para así no dañar el micelio, o cortar la base de la seta horizontalmente con navaja. Además, habrá que recolectarlas en setas de mimbre o similares, nunca en bolsas de plástico, para que así los restos puedan caer al suelo y regenerar el entorno.