El Rey Juan Carlos comunicó a su hijo Felipe VI su decisión de trasladar su residencia fuera de España en plena investigación de la Fiscalía del Tribunal Supremo por presunto cobro de comisiones ilegales y otros posibles delitos derivados como fraude a la Hacienda Pública o blanqueo de capitales. Sin embargo, su esposa, la Reina Sofía continúa en España y al margen de la controversia generada por la marcha de su marido, puesto que no tuvo relación con los presuntos negocios del emérito, de igual forma que cuando el pasado mes de junio Juan Carlos I decidió retirarse de la esfera pública, ella continuó con su agenda y sus actividades públicas.
En principio, la decisión del Rey emérito no supone ningún cambio en la situación de su cónyuge, que mantendrá su residencia en el Palacio de la Zarzuela y que actualmente se encuentra en Palma de Mallorca, a donde llegó hace unos días en compañía de su hija mayor, la infanta Elena, y su hermana, la Princesa Irene. De hecho, en los próximos días se reunirá allí con su familia para pasar sus vacaciones en Palacio de Miravent.
Una vez pasado el descanso estival, Doña Sofía reanudará la actividad institucional que ha venido llevando a cabo desde hace seis años, cuando se produjo el relevo en la Jefatura del Estado, así como su labor solidaria en apoyo a iniciativas relacionadas con la infancia o la lucha por eliminar los residuos plásticos de los océanos.
La relación sentimental entre Juan Carlos I y Sofía se rompió ya hace varios años, sin embargo, tras la abdicación y como miembros de la familia real ambos fijaron su residencia en el Palacio de la Zarzuela. Cabe recordar que en lo que va de año solo se les vio coincidir en el entierro y el funeral de la hermana mayor de éste, la infanta Pilar de Borbón; en el de la viuda del que fuese primer presidente de las Cortes monárquicas, Torcuato Fernández-Miranda; y en el velatorio de su amigo el empresario Plácido Arango.
Como el propio rey Felipe VI ha reconocido públicamente en numerosas ocasiones, la figura de su madre siempre ha sido un referente para el monarca. Así lo recordó durante los actos de la celebración del 40 aniversario de la Constitución cuando en su discurso destacó su "apoyo permanente y comprometido".
Nacida para reinar
Su Majestad la Reina Doña Sofía nació en Atenas el 2 de noviembre de 1938. Hija primogénita de los Reyes de Grecia Pablo I y Federica, su familia pertenece a una de las Casas Reales más antiguas de Europa.
Pasó parte de su niñez en Egipto y África del Sur, pues su familia tuvo que expatriarse durante la segunda Guerra Mundial. Regresó a su patria en 1946, completó su formación en el internado alemán de Schloss Salem y, de nuevo en Atenas, se especializó en Puericultura, Música y Arqueología. Participó como suplente en el equipo de vela griego, durante los Juegos Olímpicos de Roma en 1960.
El 14 de mayo de 1962 contrajo matrimonio en Atenas con el Príncipe Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, y en los años siguientes nacieron sus tres hijos: la Infanta Elena el 20 de diciembre de 1963, la Infanta Cristina el 13 de junio de 1965, y el Príncipe Felipe el 30 de enero de 1968. Tiene ocho nietos: Leonor, Princesa de Asturias, y la Infanta Sofía, hijas del Rey Don Felipe y la Reina Doña Letizia; Felipe y Victoria de Marichalar y de Borbón, hijos de la Infanta Doña Elena y Jaime de Marichalar; y Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin y de Borbón, hijos de la Infanta Doña Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarin.
Además de su participación en actos oficiales e institucionales, Doña Sofía dedica gran atención a actividades sociales y asistenciales. Es Presidenta ejecutiva de la Fundación Reina Sofía. Ostenta además la Presidencia de Honor de varias instituciones culturales y musicales, como la "Escuela Superior de Música Reina Sofía".
Participa también en varios proyectos internacionales sobre el desarrollo de la mujer rural y la expansión empresarial de las capas sociales más desfavorecidas a través del microcrédito.
La Reina Doña Sofía es Académica de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de la Historia. Ha recibido el Doctorado Honoris Causa por las Universidades del Rosario (Bogotá), Valladolid, Cambridge, Oxford, Georgetown, Évora, Nueva York y Seisen (Tokio).