Relacionan las altas temperaturas con un empeoramiento de las enfermedades cardíacas

¿Cómo afecta el calentamiento global a las enfermedades cardíacas? Esta es la respuesta a la que ha dado solución un nuevo estudio en Francia, en el que se muestra cómo las altas temperaturas están "estrechamente relacionadas" con la pérdida de peso en pacientes con insuficiencia cardíaca, lo cual supone un empeoramiento de su salud. 

El estudio, publicado en ESC Heart Failure, una revista de la Sociedad Europea de Cardiología, es el primero en mostrar "una relación estricta entre la temperatura ambiente y el peso corporal en pacientes con insuficiencia cardíaca", según indica el autor del estudio, el profesor François Roubille, del Hospital Universitario de Montpellier (Francia), en una nota de la ESC. Señala que "el hallazgo es oportuno dadas las olas de calor este año. La pérdida de peso que observamos en personas con insuficiencia cardíaca puede provocar presión arterial baja, especialmente al ponerse de pie, e insuficiencia renal, y es potencialmente mortal. Con el aumento de las temperaturas previstas para el futuro, los médicos y los pacientes deberían estar preparados para reducir la dosis de diuréticos cuando se produzca la pérdida de peso".

De esta forma, las altas temperaturas provocan que en pacientes con insuficiencia cardíaca, el corazón no bombé sangre por todo el cuerpo tan bien como debería, provocando dificultad para respirar y acumulando líquido en los pulmones, las piernas y el abdomen. 

"Cuando las personas sanas beben más líquidos durante el clima cálido, el cuerpo regula automáticamente la producción de orina. Esto no se aplica a los pacientes con insuficiencia cardíaca porque toman diuréticos", explica Roubille. Así, los autores plantearon que el peso corporal de una persona con insuficiencia cardíaca podría cambiar durante una ola de calor. Para ello, estudiaron la relación entre el peso corporal y la temperatura del aire entre el 1 de junio y el 20 de septiembre de 2019, periodo de tiempo en el que se produjeron las dos olas de calor de junio y julio.

Tras analizar a 1.420 pacientes con insuficiencia cardíaca, con una media de edad de 73 años y un peso promedio de 78 kg, detectaron que la relación entre la temperatura y el peso eran evidente: el peso disminuía conforme aumentaba la temperatura. Para llegar a esta conclusión, se utilizó un sistema nacional de telemonitoreo para monitorizar el peso y los síntomas de los pacientes de forma remota. 

"La pérdida de peso que observamos durante la ola de calor fue clínicamente relevante. Los pacientes que pesaban 78 kg perdieron 1,5 kg en un corto período de tiempo", señala Robuille. Y añadía: "Nos sorprendió ver que el peso disminuyó con las altas temperaturas, ya que esperábamos lo contrario. Por esta razón, el sistema de telemonitorización se programó para alertar a los médicos cuando los pacientes aumentaban de peso".

"Dada la expectativa de más olas de calor, los sistemas de telemonitorización también deben alertar a los médicos sobre la pérdida de peso en pacientes con insuficiencia cardíaca. Además, los sistemas podrían notificar a los pacientes que pierden peso que puede deberse al calor y que deben contactar a su proveedor de atención médica para reducir la dosis de diuréticos. Para los pacientes con insuficiencia cardíaca que no se controlan de forma remota, una buena regla general sería ponerse en contacto con un profesional de la salud si el peso desciende 2 kg durante una ola de calor para que le aconseje sobre el ajuste de la medicación diurética. Reaccionar temprano debería ayudarnos a prevenir complicaciones", concluía.