Sociedad

Relacionan uno de los ansiolíticos más consumidos en España con una mayor mortalidad por cáncer

Laura Moro

Foto: Bigstock

Lunes 28 de agosto de 2023

5 minutos

España es el país que más benzodiacepinas consume

Relacionan uno de los ansiolíticos más consumidos en España con una mayor mortalidad por cáncer
Laura Moro

Foto: Bigstock

Lunes 28 de agosto de 2023

5 minutos

El cáncer de páncreas es uno de los tumores más letales por su agresividad. En España, se diagnostican unos 9.200 casos de esta enfermedad, que según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) para el año 2030, el incremento de este tumor superará el 50%.

Estos datos, unidos a lo difícil que es detectar la enfermedad a tiempo, hacen que la investigación en torno a este tumor sea imprescindible para conseguir un diagnóstico precoz y reducir la tasa de mortalidad. 

En este contexto, se ha publicado un estudio en el Clinical Cancer Researchla revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR), ha publicado la relación que existe entre el pronóstico de esta enfermedad con el consumo de benzodiacepinas.

Las benzodiacepinas son medicamentos que se utilizan para tratar problemas de ansiedad, estrés o insomnio. Entre las más comunes se encuentran el diazepam (Valium),  lorazepam (Ativan), el alprazolam (Xanax) y el clonazepam (Klonopin).

Según el último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), España es el país que más consume estos medicamentos ansiolíticos. 

A los pacientes con cáncer se les prescriben estos medicamentos para aliviar los síntomas de los problemas mencionados anteriormente, y según el estudio, los pacientes que toman algunas benzodiacepinas, tienen un pronóstico peor. En concreto, aquellos que toman lorazepam. Sin embargo, aquellos que consumen alprazolam, tienen una supervivencia mayor. 

"Cuando estudiamos la respuesta a la terapia, pensamos en tratamientos como la quimioterapia o la inmunoterapia, pero los pacientes también reciben muchos medicamentos para la ansiedad y el dolor", asegura uno de los autores del estudio, Michael Feigin, profesor asociado de farmacología y terapéutica en el Roswell Park Comprehensive Cancer Center, autor principal de esta investigación.

"Queríamos entender el impacto de algunos de estos fármacos de cuidados paliativos en el tumor", explica. Y por eso, el equipo de este estudio lo primero que hizo fue determinar el número de pacientes con cáncer de próstata, páncreas, ovario, riñón, cabeza y cuello, endometrio, colon, mama, cerebro o melanoma, que toman benzodiacepinas durante su tratamiento. Determinaron que eran el 30,9%, y dentro de todos, los de páncreas eran los que más consumían (40,6%).

Con estos datos, el equipo estudió la relación entre el consumo de estos medicamentos y la supervivencia de este tumor. Tuvieron en cuenta también la edad, raza, sexo, el estadio y progresión de la enfermedad y los tratamientos recibidos. 

El lorazepan aumenta el riesgo de muerte

Un estudio revela una nueva terapia para tratar el cáncer de páncreas

Las conclusiones apuntan a que el consumo de benzodiacepinas se relaciona con un 30% menor de muerte. No obstante, al indagar más sobre estos resultados, se dieron cuenta de que había diferencias. Por ejemplo, que aquellos pacientes que consumen alprazolam y lorazepam como parte de anestesia quirúrgica. Los que consumían el primero, tenían un 62% menos de riesgo de muerte, que aquellos que no lo tomaban. Mientras que a los que recetaron lorazepam, el riesgo de progresión del tumor aumentaba 3,83 veces, que los que no tomaban.

Además, el lorazepan también se relacionó con peor pronóstico en los cánceres de  próstata, ovario, cabeza y cuello, útero, colon, melanoma y mama.

"Algunos estudios anteriores examinaron el efecto de las benzodiacepinas en el crecimiento de células tumorales utilizando modelos sin microambiente. Dado que el microambiente tumoral desempeña un papel importante en la biología del cáncer de páncreas, queríamos saber qué hacen las benzodiacepinas en el microambiente", explican en el estudio.

Este análisis también se centró en sí sería posible que el lorazepam active la proteína GPR68, que es capaz de estimular la inflamación del tumor, propiciando su crecimiento. Pero se dieron cuenta de que solo las benzodiacepinas n-sustituidas, entre las que se encuentran el lorazepan, oxazepam, nordiazepam y clonazepam, podían activarlo. El resto, las llamadas benzodiacepinas N-sustituidas (alprazolam, diazepam y temazepam), no activaban la proteína.

"Creemos que el mecanismo se reduce a una diferencia de estructura entre las distintas benzodiacepinas. El alprazolam tiene el efecto opuesto al lorazepam; no tiene impacto sobre el GPR68, pero disminuye potentemente la IL-6, y creemos que esto disminuye el potencial inflamatorio de estos tumores", matiza Abigail Cornwell, otra de las autoras del estudio.

A pesar de estos resultados, y como suele ocurrir cuando un descubrimiento reciente, los autores son cautos: "Creo que es demasiado pronto para decir que los pacientes deben dejar de tomar un fármaco o empezar a tomar otro". Queda  mucho por aprender en cuanto a las implicaciones clínicas", explican Feigin.

Ahora, el siguiente paso es realizar un estudio clínico para poder evaluar los efectos del lorazepam y el alprazolan en el cáncer de páncreas.

Sobre el autor:

LauraMoro

Laura Moro

Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.

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