El pasado mes de febrero la Dirección General de Tráfico (DGT) establecía que todas las personas que cuenten con un permiso de conducción deberán renovar su carnet de conducir cada 10 años, al menos hasta que cumplan los 65 años, ya que a partir de este momento, la prueba se debería realizar cada 5 años. Esta nueva norma ha sido considerada como "edadista" por muchas personas mayores. José Jorge es uno de ellos.
Este orensano, que ha renovado su permiso de conducir a los 99 años, considera que "hay mucho edadismo con que las personas mayores tengamos carnet, pero yo tengo todo en regla", aseguró a La Región. Tal y como contaba, al vivir solo y no poder caminar largas distancias, el coche es prácticamente su única opción para poder moverse por su ciudad. De hecho, cada mañana utiliza su Ford Ka del 97 para ir a su bar de confianza a leer el periódico.
Explicaba que lleva conduciendo "desde que salió el 600" y ya acumula 25 carnés después de pasar sus correspondientes pruebas de psicotécnico sin problemas, por lo que ve las nuevas medidas de la DGT más como una restricción para poder seguir con su día a día habitual. "Yo me encuentro en una edad impresionante", afirmaba.
El secreto de este nonagenario, que estudió Medicina en santiago y Salamanca, para tan buenos resultados en las pruebas a su edad, según contaba, es "no trabajar, ni tener hijos", una respuesta que ha conseguido llamar la atención en la red social Twitter, donde un usuario compartió la historia.
"Un señor normal de Ourense", escribía, recibiendo diferentes respuestas de usuarios sorprendidos, algunos de los cuales han respondido con humor: "Si el secreto para llegar sano a los 99 años es no trabajar, ¿cuál es el secreto para no trabajar?".
Cambios en las pruebas del carnet de conducir
La Dirección General de Tráfico establecía que todas las personas con permiso de conducción tienen que renovar su carnet de conducir cada 10 años, hasta que se cumplan los 65 años. A partir de este momento, se tendrá que realizar la prueba cada 5 años. De esta forma, la DGT endurecía las pruebas psicofísicas para intentar reducir en un 50 por ciento el número de personas fallecidas y heridas graves en siniestros viales respecto a las cifras de 2019.
Esta medida ha sido criticada por las personas mayores, quienes no entienden que se acorte aún más el plazo para renovar el carnet de conducir, temiendo que los exámenes psicotécnicos, cada vez más exigentes, que se realicen les pueda perjudicar. En este sentido, varias de las principales asociaciones de mayores recordaban el pasado mes de febrero que el principal grupo de edad afectado por accidentes de tráfico son los adultos jóvenes, sobre todo entre 18 y 29 años, en lugar de los mayores de 65 años. Además, las principales causas de siniestro son la velocidad excesiva, el consumo de alcohol y drogas y las distracciones.
Por todo ello, pedían que los plazos de renovación del permiso de conducción sea el mismo para todos y que la DGT tenga en cuenta solamente la capacidad de cada conductor, no su edad, sobre todo teniendo en cuenta que en 2030 las personas mayores de 65 años supondrán el 30% de la población y, por lo general, tendrán un mejor estado de salud.
En concreto, las pruebas que se realizan para renovar el permiso de conducción determinan si un conductor es apto para seguir al volante. Durante esta revisión, el conductor debe pasar una serie de pruebas visuales, auditivas y de reflejos. También tiene que responder a una serie de preguntas para evaluar su salud física y mental.
Las nuevas pautas se encuentran en el Protocolo de Exploración Médico-Psicológico para los CRC, actualizado el verano de 2022 y que entró en vigor en 2023. En concreto, endurecía algunos aspectos que tienen que ver con las tres áreas de intervención (valoración, riesgo y consejo), para tratar que los profesionales lo tengan más fácil a la hora de tomar la decisión.
Así, a partir de ese momento, el profesional tendrá que elaborar un historial médico con toda la información que le aporte el conductor, así como sus propias observaciones sobre el aspecto físico, aseo, forma de caminar, uso de ayudas, la percepción del riesgo, datos personales y los resultados de la exploración visual, auditiva y cardiovascular. La vista es uno de los aspectos donde más hincapié hace este nuevo reconocimiento, para calcular la agudeza visual de los conductores.