Últimamente, todos estamos pendientes de la reforma de la ley vial. Uno de los cambios más sonados son las sanciones que conlleva el uso del teléfono móvil al volante. Sin embargo, mucha gente desconoce otros comportamientos de fuera del vehículo relacionados con este dispositivo que, no solo está prohibido, sino que tiene multa. Si los agentes de la Guardia Civil te sorprenden repostando en una gasolinera utilizando el móvil, te puede costar una multa de 100 euros.
Los carteles de las gasolineras nos avisan de la prohibición de usar el teléfono móvil por el riesgo de incendio que pueden ocasionar la radiación de estos dispositivos. Sin embargo, la sanción se refiere al momento de repostar y no es aplicable en todo el recinto. A continuación, el apartado 3 del artículo 115 de Reglamento General de Circulación dice lo siguiente:
“Para cargar combustible en el depósito de un vehículo, este debe hallarse con el motor parado. Los propietarios de aparatos distribuidores de combustibles o empleados de estos últimos no podrán facilitar los combustibles para su carga si no está parado el motor y apagadas las luces de los vehículos, lossistemas eléctricoscomo la radio y los dispositivos emisores de radiación electromagnética como los teléfonos móviles”. El punto 4 añade que esto es también aplicable a la persona encargada de cargar el combustible, en el caso de no haber empleados.
El incumplimiento de esta norma –referida únicamente al momento de resportar con el teléfono móvil– tal y como establece la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobado por Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, se considera infracción leve y " serán sancionadas con multa de hasta 100 euros".
La ley destaca el hecho de mantener el vehículo, las luces y los sistemas eléctricos –radio y móvil– apagados por las radiaciones electromagnéticas. Sin embargo, como señalaban hace tiempo los científicos de ‘Naukas’, esto se basa más en una leyenda urbana que en hechos científicas: “¿hay un riesgo real? Si hablamos de explosiones o incendios, la respuesta es que no”.
El riesgo de incendio por usar el móvil es mínimo
Estos expertos añaden que, para que ocurra una deflagración, tienen que darse los tres elementos del llamado triángulo de fuego: un combustible, un comburente (oxígeno de aire) y una fuente de ignición que genere la explosión. En cuanto a esto último, desde Naukas afirman que el teléfono móvil “es prácticamente imposible que pueda ser una fuente de ignición debido a su baja potencia y su bajo voltaje. Sí, se nos calienta la oreja después de una conversación muy larga, pero ese calor no sería suficiente para originar una explosión”.
Incluso el programa MythBusters o "cazadores de mitos" de Discovery Channel ya hizo la prueba y demostró que es imposible que una llamada ocasione un peligro de este calibre.
El verdadero problema está en la electricidad estática. La API (Instituto Americano del Petróleo por sus siglas en inglés) asegura que en las estaciones de servicio se concentra mucha electricidad estática, sobre todo al colgar y descolgar la manguera del surtidor. Como podemos ver en el siguiente vídeo.
La chica se frota el pantalón, entra y sale del vehículo sin tocar la carrocería del coche, donde le pudiera haber dado el típico calambre, pero, en lugar de eso, le da al quitar la manguera y esa es la chispa que produce la combustión.
Dicho esto, la ley establece esta prohibición cuando el riesgo de deflagración es mínimo. Pero, entonces, ¿dónde está realmente la peligrosidad de repostar combustible usando el móvil? El mayor riesgo no está en las ondas electromagnéticas que puedan provocar un incendio, sino en las distracciones en la maniobra de repostar. Al cargar gasolina o gasoil mientras utilizamos el dispositivo, podemos distraernos y derramar el combustible, lo cual sí puede desatar un incendio en la gasolinera.
Sobre el autor:
Marta Vicente
Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.