Tras la admisión a trámite este viernes de la denuncia interpuesta en el Juzgado de guardia de lo Social de Alcorcón por varias trabajadoras de la residencia de mayores de la localidad madrileña "por ausencia temeraria de personal en este centro", 65Ymás se ha puesto en contacto con una de las denunciantes y con familiares para conocer más de cerca la situación de los cerca de 270 mayores de este centro de titularidad y gestión pública, dependiente de la Comunidad de Madrid, y cuyos residentes son, en su mayoría, grandes dependientes.
"Pusimos la denuncia porque hemos llegado a un extremo en el que ya no quedaba otra solución. A lo largo de estos dos años y medio, hemos acudido al Defensor del Pueblo, a los sindicatos, a la dirección, a la gerencia y a la inspección de trabajo. Nos lo hemos recorrido todo pero no se toman medidas en relación al aumento de personal. Cada vez somos menos", explica Elena Romera, una de las trabajadoras que interpuso la denuncia a la Comunidad de Madrid.
"Te presionan para que tú te hagas cargo de todo, incluida la seguridad"
La empleada del centro, que también es delegada sindical del Movimiento Asambleario de Trabajadores de la Sanidad (MATS), comenta a este diario que el problema principal "es que no hay ratios" y esto hace que no puedan desempeñar bien su trabajo.
"Te presionan para que te hagas cargo de todo, incluida la seguridad", afirma. Así, según la trabajadora, empezaron "hace dos años y medio" llevando a 10 residentes por auxiliar y, actualmente, "son 20 sólo para una".
"Trabajas con mucha presión. Empiezas con uno y sabes que le tienes que vestir, asear, lavar, cambiar el pañal, darle el desayuno y suministrarle la medicación. Tienes que ir corriendo, hacerlo a toda velocidad, lo que implica que el trato hacia ellos, y no quiero cuestionar con esto a mis compañeras, puede no ser digno. No es igual que si tuvieras tiempo para entrar saludándoles, respetando su ritmo, sus dolencias y con un trato amable", sostiene Romera.
Tan es así que debido a la falta de personal, este servicio deficiente puede repercutir en la salud de los residentes. "Les duchamos una vez a la semana y a la hora de levantarles y acostarles, muchos se quedan durante horas tumbados", critica. "Comenzamos a levantarlos a las ocho y acabamos a las 12 y, por la tarde, el problema es exactamente el mismo: tienes que empezar a las ocho de la noche a acostarles", denuncia.
"Para nosotros supone lesiones en los codos y hombros y, a nivel psicológico, es un estrés"
Además, no sólo sufren los mayores, sino que Romera, que está de baja actualmente, sostiene que "para nosotros supone lesiones en los codos y hombros y, a nivel psicológico, es un estrés".
"Todo esto se incluye en la denuncia", apunta la trabajadora de la residencia, que recuerda que, desde que la interpusieron no han recibido una respuesta por parte de la dirección, ni de la Comunidad. "Sabemos que el gerente se reunió con el director pero, para nuestra sorpresa, le dijeron a las compañeras que no se iba a cubrir ni una baja más y, según me han comentado, están mandando a las compañeras cartas obligándolas a ir a trabajar en sus días libres por necesidades de servicio. Hace unos meses, nos debían más de 300 días del año pasado entre todas las auxiliares", relata.
Los motivos del silencio
"Detrás de esto hay un plan", piensa la empleada de la residencia pública. "No puede ser que esté saliendo esto en los medios durante dos años, que el Defensor del Paciente lo haya denunciado a la Fiscalía, nosotros al juzgado, el Defensor del Pueblo haga un informe y pasen de todo y dejen que se agrave la situación", señala. Y añade: "Sólo podemos entender esto porque haya un plan para privatizar o cerrar el centro".
Así, a su parecer, es incomprensible el silencio por parte de la Comunidad y del propio Ayuntamiento de Alcorcón, al cual se acudió, pero que, según la trabajadora, "se han desentendido".
La Comunidad lo niega
Para contrastar la información, este diario se puso en contacto con la Comunidad de Madrid que se remitió a las explicaciones dadas a la agencia EFE cuando se interpuso la denuncia. "No es cierto" que hubiese falta de atención a los residentes, afirmaban a la agencia fuentes de la administración autonómica. La residencia "mejora ampliamente la ratio establecida por la normativa estatal" con 0,9 profesionales por residente frente al 0,47 de la normativa, y, además, hizo "un importante esfuerzo" en 2018 con 17 nuevas plazas y 13 más que creará en 2019, añadían. Asimismo, la Comunidad aseguraba a EFE que los residentes habían calificado los servicios en 2019 "con más de 7,5 puntos sobre 10".
Los familiares también están descontentos
"Ellos dicen que está perfectamente la ratio de personal porque incluyen al cocinero, al que hace las camas, a la administración, a la de control, etc. Así sale casi un profesional por cada persona", denuncia la portavoz de la Plataforma de familiares de la Residencia de Mayores de Alcorcón, Aurora de Miguel. La familiar tiene a su padre y a su madre en el centro desde hace siete años y, casi desde entonces, llevan protestando por la mala atención y gestión. "Las profesionales van de prisa y corriendo y la dirección, con el mazo dando", apunta.
"Además, por permanecer en una cama 16 horas y por quedarse desde las 8 a las 12 acostados pueden generar ansiedad", critica. Y ejemplifica: "Mi madre tiene un deterioro cognitivo. A veces razona, pero la mayoría de ocasiones está en en su mundo, aún así también tiene ansiedad".
"Llegó a haber 30 grados en la habitación de mis padres"
No obstante, el principal problema, según De Miguel , es que esta situación viene de hace tiempo. "Ya pasó algo muy grave hace dos años: encontraron a un residente muerto en el jardín", rememora.
En ese momento, relata la familiar, "se hicieron muchas cosas". "Se nos prometió que iban a entrar 17 profesionales, pero vinieron para suplir contratos que ya se habían acabado. Eso sí, han puesto una psicóloga, un fisio y un asistente social, pero, para nosotros, lo primero debería ser la asistencia directa. Es decir, que contraten dos profesionales para 18 personas por lo menos", sostiene. Sin embargo, también se han hecho cosas positivas: han adaptado las habitaciones contra el calor, ya que "llegó a haber 30 grados en la habitación de mis padres" y "les han puesto un GPS a la gente que se escapaba".
"Este año llevamos unas 75 o 80 quejas"
Por otra parte, tras la crisis por el fallecimiento del residente en 2017, cambió la dirección. "La anterior, después de todas las concentraciones, fue mandada a la Residencia de Vista Alegre", apunta. Por el contrario, según la portavoz, el nuevo equipo directivo es más dialogante que el anterior, "sabe bailar bien el agua". "Dicen: 'No te preocupes, es un caso puntual', e intentan tener a ese residente levantado antes de que llegue el familiar", sostiene. Y no sólo ella lo piensa, sino que la propia trabajadora Elena Romero también corrobora esta versión.
Las inspecciones
"Las inspecciones son programadas", apunta. "Han venido diputados para ver la residencia pero, para que se pueda visitar, lo tiene que conceder la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS). Al menos, hemos conseguido que gracias a estas visitas la residencia estuviese más limpia", comenta sarcásticamente.
"Este año llevamos unas 75 u 80 quejas. Ha ido muy bien", añade la familiar. Y es que, según De Miguel, otros años suele haber más quejas. "Lo han sabido hacer muy bien. El director ha ido diciendo: 'No pongáis reclamaciones, habladlo primero conmigo y lo soluciono", concluye.